C. El Método De Un Buen Intérprete
“Usted le pega a lo que usted le apunta.”
Paso 1: Escoja Un Libro
Preferentemente empiece con uno pequeño como Filipenses, Colosenses 1, 2 Tesalonicenses o Tito.
A. Necesidades/Problemas
Si usted tiene un poco de necesidad o problema que usted sabe el libro trata con el en cuestión, o podría discutirlo, entonces empiece con ese libro. Por ejemplo, digamos usted se preocupa por las calificaciones de sus superiores. Entonces usted querrá estudiar 1 Timoteo y Tito. Parta un plan, después del que usted aprenderá aquí, y estudia las dos epístolas pastorales.
B. Preguntas
Si usted tiene una pregunta particular sobre el significado de un verso, párrafo, o sección entera de Escritura, entonces empiece con el libro en el que se encuentra.
C. Intereses
Si usted tiene más interés estudiando poesía o narrativa que la escritura expositiva, entonces empiece con un libro de la Biblia que encaja a sus intereses. No hay ningún sentido empezando con algo que es al principio le sea poco interesante a usted. ¡Yo puedo oír a alguien diciendo, “Esto es todo lo que sabemos de la palabra de Dios! Nosotros no podemos tomar y escoger lo que nosotros queramos. No es eso lo que los maestros falsos acostumbraban hacer". El punto aquí no es que algunas partes de la Palabra de Dios son más importantes que otras partes, pero que usted como cualquiera esta más familiarizado con ciertas partes que en otras o usted tiene un interés mayor en ciertas partes encima de otros. Esta bien, que estudiantes den sus vidas estudiando ciertas secciones más de otras debido a sus intereses. ¡Además, usted nunca hará sin embargo un análisis exhaustivo de todas de cualquier manera!
Paso 2: Léalo A través de Conseguir la “visión global”
Con suerte, estudiando un libro de la Biblia empiece con un estudio amplio del libro, entonces enfoquese en los detalles, y entonces regrese una vez más a un estudio del libro en su conjunto. Algunas personas se refieren a esto como (1) la síntesis [“vea” el todo] (2) el análisis [“examine” los detalles] (3) la síntesis [“visión aclarada” del todo]. Nosotros podemos hacer un diagrama de esto como:

Figura 1.
El punto es que cuando nosotros entendemos donde un autor empieza su trabajo y donde él lo acaba, nosotros estamos en una posición mejor para evaluar cómo el autor llegó allí. Como figura 1 lo indica, nosotros empezamos con una apreciación global y el color gris oscuro indica que mientras la idea general global puede verse después de leer una vez a través del libro, nosotros todavía tenemos un poco de bruma en muchos casos o en el significado de qué ciertos detalles. Pero por lo menos nosotros sabemos que nosotros no sabemos ciertas cosas. Así nosotros tenemos algunas preguntas inteligentes para hacer. Ése no es un punto malo de partida para un estudio a detalles. ¡No esta demasiado gastado si usted me lo pregunta!
Luego, nosotros estudiamos los párrafos individuales.iCuando nosotros hacemos esto, y nosotros le mostraremos cómo, nosotros nos enfocamos principalmente en el párrafo aunque nosotros siempre estamos haciendo algunas conexiones a un amplio contexto del libro en conjunto. Así incluso en este estudio en los detalles nosotros nunca perdemos vista del “marco global” que nosotros obtuvimos en la primera lectura sintética.
Finalmente, después de que nosotros hemos estudiado todos los párrafos individuales nosotros estamos listos para “atarlos juntos de nuevo” en un todo coherente. Como la niebla que rueda alejándose bajo el sol de la mañana, el estudio diligente de un libro de esta manera dispersa la “niebla” en nuestras mentes y nos permite que veamos el mensaje del libro claramente.
Esto es desgraciadamente donde la mayoría de las personas caídas fuera del caballo [: - (]. Para ellos la Biblia es una colección de versos conectados débilmente sin un real principio, parte media, o final. ¡Esto es una clase de Humpty Dumpty que mientras él tenía la ayuda de todos los caballos el rey y todos los hombres del rey, no podría ser vuelto a poner junto de nuevo! Leyendo la Biblia más fielmente durante años, ellos no están todavía seguros lo que esta dice, mucho menos lo que significa por lo que dice. E incluso cuando ellos han entendido la importancia de lectura y el estudio de un libro en conjunto, ellos raramente se han sentado y piensan su manera a través del argumento entero o el mensaje global del libro particular que ellos están estudiando. Ellos pueden tomarlo aparte, pero ellos no pueden volverlo a pone junto. Por favor no me entienda mal. Yo no estoy criticando solo por que hacer algo. Muchas de estas personas a quienes yo me refiero nunca han pensado cómo leer propiamente para una mejor comprensión y entendiendo. Yo espero que si esto es verdad en su lectura de la Biblia usted decidirá cambiarlo apegándose con este curso y trabajando en él. Dios no premia en la ignorancia y ricamente bendice a todos, quiénes con corazón humilde, estudien su palabra (2 Timoteo 2:15; Santiago 1:21-22).
Lea el libro completo en una sentada. Enfoque en los párrafos y hágase algunas de estas preguntas: (1) ¿cuales son los diferentes temas que se representan en cada uno de los párrafos? Dé un título al párrafo; (2) ¿cómo se relacionan entre ellos? (3) ¿hay un tema unificándose en el libro? Anote sus pensamientos en un pedazo de papel o capturemos en su computadora. Usted puede querer leer más de una vez el libro. A veces yo leí una docenas de veces un libro encima del curso de una semana o para que para conseguir un mejor “manejo” del “marco general”.
Paso 3: Escoja Un Párrafo en el Libro
Después de que usted ha leído a través del libro, párrafos por párrafo, escoja uno de los párrafos para estudiarlo en más detalle. Obviamente si usted va a estudiar el libro entero en detalle, inicie con el primer párrafo. Quizás era que un verso particular que lo llevó al libro que usted quiso estudiar. En ese caso, entonces escoja el párrafo en el que el verso se encuentra y estúdielo a la luz del libro entero.
Paso 4: Estudie el Párrafo
A. Léalo Varias Veces
1. ¿Que es la palabra conectora que empieza el párrafo? (ej., por consiguiente, para, porque, desde que, pero, como resultado, para que, para que, en ese momento, entonces, ahora, cuando, por esta razón, etc.)
2. ¿Que es la función principal de las palabras en el párrafo? (ej., por consiguiente, para, porque, desde que, pero, como resultado, para que, para que, en ese momento, entonces, ahora, cuando, por esta razón, etc.)
B. Anote la Estructura. Por ejemplo:
1. General‹-›Especifico
Aviso que algunos párrafos empiezan con una declaración general y entonces más detalles son dados a lo largo de la lectura. Ésta también puede ser la relación entre los párrafos. Un párrafo puede ser general por naturaleza seguido por otro que intenta desempaquetar algunas de las generalidades del primer párrafo dando ejemplos o detalles que muestran “a carne viva” lo que significa por anticipado.
Éste es el caso, por ejemplo, en Romanos 12:1-2. En estos dos versos, que forman un párrafo, Paulo urge a los Cristianos, a la luz de las misericordias de Dios, ofrecer sus cuerpos como sacrificios vivientes, no ser conformado a este mundo, pero para ser transformados por la renovación de sus mentes. Éstos son tres poderosas, y todavía declaraciones generales que claman para ser rellenado cuando esto era. El resto de 12:3-8 así como la sección entera de Romanos que corren de 12:3-15:13 es una exposición de los detalles de los tipos de cosas que Paulo tenía en mente cuando él hizo los comentarios en 12:1-2. Es importante comprender que 12:3-15:13 no agotan los particulares que podrían clasificarse bajo las declaraciones generales encontrados en 12:1-2, pero que ellos son ejemplos concretos del tipo de cosas que él estaba pensando.
Otro buen ejemplo de una declaración general seguida por las especificaciones que están en Mateo 6:1-18. Jesús dice primero, en 6:1, que sus discípulos deben tener cuidado para no hacer sus actos virtuosos ante los hombres para ser vistos por ellos. Entonces en vv. 2-4 él discute sobre el dar, en vv. 5-15 él habla sobre la oración, y en vv. 16-18 él termina de con algunos comentarios sobre ayunar. Así el tipo de “los actos de rectitud” a los que Jesús estaba refiriéndose incluían el dar, la oración, y el ayunar. Todos ellos serán hechos con motives puros, y centrados en Dios, como 6:1 lo implica.
Si nosotros reconocemos que un párrafo o grupo de párrafos se sostienen juntos en la base de un movimiento de lo general a lo específico, entonces nosotros estamos en un lugar mejor entender cada uno de los varios comentarios: nosotros ahora tenemos un armazón en que mirar algunos de los detalles a nivel de frase.
Algunos párrafos trabajan en la dirección opuesta. Ellos se mueven de la declaración específica a la general. Vea por ejemplo a 1 corintios 8:1-11:1 qué trabaja a través de varios problemas específicos en la iglesia que incluyen (1) la comida sacrificada a los ídolos; (2) el apostolado de Pablo; (3) las advertencias de la historia de Israel; (4) fiestas a los ídolos y la Cena de Señor; (5) la libertad del creyente. ¡Todos esto es entendido, sin embargo, en la luz de las declaraciones generales encontrada en 10:31-11:1: “Haga todo para la gloria de Dios y el beneficio de otros!”
2. Causa‹–›Efecto
Algunos párrafos demuestran que su significado central es realmente un efecto de una causa anterior. Es decir, “debido a eso, esto es verdad”. Éste es el caso en Romanos 2:1 con el uso del “por consiguiente”. También vea Efesios 2:11-22. En cualquier momento usted ve “por consiguiente” que debe preguntarse a si mismo, que vino antes (o adelante) para dar lugar a este efecto. Entonces pregúntese cómo para qué es eso. Por ejemplo, usted podría preguntarse cómo la unificación del Judío y el Gentil en uno nuevo hombre—discutido en Efesios 2:11-22—es el efecto de Efesios 2:1-10 qué habla sobre hacer buenas obras como resultado de haber sido salvados a través de la gracia. Muchos descubrimientos brillantes han sido hechos por aquéllos que se hacen tales preguntas.
3. Repetición
Esto es donde un autor usará los mismos términos o conceptos repetidamente. Esto debe ser notado y tomado en cuenta al identificar la “idea general” del párrafo o libro. Compare el uso de “cielos” en el libro de Efesios (1:10; 3:15; 4:10; 6:9).
4. Contraste/ Comparación
La Biblia está también llena de contrastes implicados o hecha explícita a través del uso de palabras como “pero” y “no obstante”". Un ejemplo de un contraste implícito esta en Marcos 11:27-12:44. La escena entera tiene lugar en el templo. Hay siete párrafos separados y aun bien conectado en esta sección. La primera seis se refieren a los esfuerzos de los líderes religiosos por entrampar a Jesús. El último párrafo habla sobre una viuda pobre y la manera generosa en las que ella dio dinero al templo. ¡Cuando visto en la luz del anterior párrafo—qué se enfoca en la “escena del templo” —llega a ser claro que Marcos no está haciendo simplemente una declaración sobre la fe de la viuda, pero él está implícitamente criticando a los líderes religiosos para su falta de fe, y el lector esta para entender que esta falta de fe esta conectada a problemas como el dinero! (Vea también los contrastes implícitos entre Nicodemo y la mujer del pozo en Juan 3 y 4.)
Efesios 2:1-10 es un párrafo construido alrededor de un gran contraste: la maldad de hombre en una mano, y la gracia abundante de Dios en el otro. El contraste entra en v. 4. Después que Paulo ha dicho en vv. 1-3 que nosotros estamos muertos en pecado, él entonces empieza v. 4 con “Pero Dios que es rico en misericordia…” La pregunta que nosotros necesitamos hacernos a estas alturas es, ¿ “Cómo es la misericordia de Dios contrastada con mi estado desvalido”? En otras palabras, ¿que son los detalles del contraste?
Un párrafo que se construye alrededor de la idea de comparación es hebreos 5:1-10. El “Así tampoco” en el verso 5 da su salida. La pregunta que nosotros debemos hacernos a nosotros, entonces, es “que es las similitudes que el escritor quiere que nosotros veamos entre Cristo y el Sacerdocio Alto”.
C. Examine los Términos Clave
Nosotros usamos palabras de varias maneras e incluimos refiriéndose a objetos y conceptos, el ej., automóvil, avión, bote, gracia, misericordia, ciencia, etc. Las palabras pueden funcionar para simplemente apuntar a algo y/o ellos pueden además comunicar sentimiento y emoción. La misma palabra puede apuntar a un objeto y también puede llevar una emoción o sentimiento al mismo tiempo. Nosotros también usamos palabras y lenguaje de una manera efectiva, es decir, para conseguir cosas hechas, ej., el padre que dice a su adolescente, “¡Estas en casa a las diez!” Nosotros discutiremos este último uso en otra lección.
1. Referente: ¿A qué término realmente see refiere?
Primero prueba y clava el calvo que a cual palabra realmente se refiere. Mateo cita Zacarías 9:9 (principalmente) en 21:5 de su evangelio para preparar la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. El referente para el término “rey” en la cita es “Jesús”. Ésa es la persona a quien la cita apunta. Él es el referente.
2. ¿Sentido? ¿Cuál es el sentido? ¿Qué sentimientos se evocan en el uso de este término?
El uso del término “rey”, sin embargo, en Mateo 21:5 funciona a otro nivel más allá del de solo identificar a Jesús. Esto lleva a un cierto sentido y evoca ciertas imágenes en la mente del lector que si ellos han olvidado su interpretación ha sido incompleta o quizás incluso equivocada. El término “rey” connota ideas de victoria, grandeza, pompa, y similares. Mientras ambos el AT y Mateo dejan ver el carácter de rey de Jesús finalmente de moda, aquí su “majestad” se yuxtapone con ideas de gentileza y paz (considerando montando en un asno, vea Jueces 5:10; 1 Reyes 1:33; Vea Apocalipsis 19:11). La ironía es profunda y no debe ser extrañada al preguntar, no sólo a quién se refiere el término “rey”, pero también cual es el sentido que término “rey” en este contexto se piensa evocar en el lector. Aviso que la otra parte de Zacarías 9:9, a decir, “virtuoso y teniendo salvación” se ha omitido en la cita de Mateo para que el énfasis pueda ser puesto en la humildad de este rey y la culpa de los líderes religiosos por su tratamiento violento hacia él (vea Mateo 21:23-46).
3. Defina Palabras y Conceptos
Cuando usted corre por las palabras o expresiones que no están claras para usted, consulte las notas en la Biblia NET para ayuda. Si nada esta escrito en el término en cuestión entonces mire en los pasajes paralelos para ayudar a determinar la fuerza y significando de los términos. Asegúrese que cualquier significado para palabras adquiridas fuera del pasaje bajo consideración realmente encaja en el contexto del ser del pasaje que es estudiado. A veces un buen diccionario inglés o español es todo lo uno necesita para clarificar una palabra, aunque la mismo cautela se aplica aquí también. Nosotros cubriremos el uso de concordancias para las estudiar palabras en una lección subsecuente. El punto importante aquí es ver las palabras primero en su contexto inmediato.
Por ejemplo, Paulo dice en Filipenses 1:19 que él sabe que su liberación será afectada a través de las oraciones de los Filipenses y la ayuda del Espíritu de Cristo. El término griego traducido como liberación es la misma palabra griega mas comúnmente usada para referirse a salvación espiritual. Como traductores, nosotros conocemos que Paulo ya era “salvo”, entonces que quiere el decir con no son ninguna salvación espiritual, pero entregado o salvado si usted quiere, de la muerte o su copa venidera. ¡Ahora si yo estuviera estudiando a lo largo de en mi Biblia griega y decidió que cada vez yo vi la palabra para la salvación (swthriva) debe significar salvación espiritual inicial, yo tendría un momento difícil con Filipenses 1:19 porque ahora yo tendría que admitir que el que había sido un apóstol durante 30 años ni siquiera era un Cristiano! Obviamente, esto es absurdo. Entonces cuando usted cruza referencia a otros pasajes y usted ve palabras en ingles similares o conceptos, pruebe y discierna si la palabra o idea usted esta cruzando referencia tiene mismo significado que la palabra usted está estudiando en su primer pasaje.
D. Resumiendo el Argumento
Éste es una de las fases más duras para asir por los nuevos estudiantes. A este punto usted ha leído a través del libro varias veces. Entonces usted leyó a través de su párrafo varias veces. Entonces usted buscaba cualquier pista estructural para ayudarle a ver cómo el párrafo se apoya (ej., general-específico, causa-efecto). Finalmente, usted intentó y teniendo “visto” el movimiento global de su párrafo, para interpretar ciertas palabras—para entender su referente y sentido. Ahora usted debe resumir el mensaje del párrafo en conjunto. Los estudiantes principiantes tienden a querer incluir demasiado en su “idea general” o ellos son tan generales que básicamente cualquier texto en la Biblia pudiera clasificarse bajo su resumen. No se descorazone si esto es al principio difícil. ¡Nosotros estaremos haciendo éstos por el resto de las lecciones y en antes de cualquier momento usted será una especialista mostrando a otros cómo hacerlo!
Cuando nosotros dijimos anteriormente, un resumen de la idea puede dividirse en dos partes: (1) el sujeto; (2) el complemento. Algunas personas se refieren a éstos como el tópico y tema, sujeto y predicado, etc.,
1. Sujeto: ¿Sobre qué está hablando él?
2. Complemento: ¿Qué dice él sobre lo sobre el que él está hablando?
3. Ejemplos:
En estos ejemplos nosotros asumiremos que el libro y párrafo se han leído varias veces y el contexto se entiende justamente bien
1 Pedro 1:17-19
1:17Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; 1:18sabiendo que fuisteis, rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 1:19sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
¿Cuál es su principal aserción en este párrafo (realmente son tres versos de un párrafo grande)? Pedro parece estar ordenando a sus lectores a “vivir en reverencia” (v. 17). El resto del material se estructura alrededor de esta orden y ofrece dos razones parar vivir una vida reverente. Verso 17 indica que desde que (es decir, “si” = desde que) nosotros llamamos en un juez imparcial, nosotros debemos vivir nuestras vidas en reverencia. Verso 18 mantiene otra razón para vivir una vida de reverencia, a saber, porque nosotros hemos sido rescatados por la sangre preciosa de Cristo. Mostremos eso ahora en términos de un sujeto y complemento.
Sujeto (De que está hablando él): La razón de lo Cristianos es vivir una vida en reverencia ante Dios
Complemento (que es lo que él dice sobre lo que él está hablando): es porque él es un juez imparcial y porque él nos ha rescatado con la sangre preciosa del cordero.
Ahora obviamente estos ejemplos asumen que usted ha definido tales palabras como “reverencia” y “rescató”. Lo que es muy importante aquí es ver cómo el sujeto/complemento fue formulado. En el caso de un orden, busque para apoyo razonable o la manera en las que el orden será llevada a cabo. Miremos en otro ejemplo, este tiempo en literatura narrativa.
Marcos 2:13-17
13Después volvió a salir al mar; y toda la gente venía a él, y les enseñaba. 14Y al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le siguió. 15Aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y sus discípulos; porque había muchos que le habían seguido. 16Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores? 17Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Asunto: El tipo de las personas que Jesús vino a salvar
Complemento: incluye a los detractores y pecadores
E. Correlacione el Pasaje
Aviso preliminar: No haga esto hasta que usted tenga una buena comprensión de todo sobre su párrafo. No siga un paseo de tren a través de todos los otros pasajes en la tierra de la Biblia antes de que usted haya entendido suficientemente el párrafo que usted está actualmente trabajando. Usted no puede comparar lo que usted no entiende.
Método: Busque otros pasajes que manejan los mismos o similares temas. Nosotros tocamos en este concepto sobre nuestra discusión involucrando la definición de palabras y conceptos. Mientras cada pasaje debe tener el derecho para hablar por cuenta propia, la referencia cruzada con otros pasajes uno puede ayudarnos a un mejor entendimiento del significado e importancia del pasaje que actualmente estudia
1. Con Otros Pasajes en Libros del Mismo Autor
Cuando usted estudia un pasaje, diga por ejemplo, Tito 2:11-15, usted debe leer y debe pensar sobre otros pasajes que tienen que ver con temas similares como la gracia de Dios, salvación, la integridad, dominio propio, los piedad—pasajes como Romanos 3:21-31; 1 Corintios 15:10; Galatas 5:16-26; 6:9-10; Efesios 2:8-10; Filipenses 2:11-12; etc.
2. Con Otros Pasajes en la Biblia
Mateo 5:16; Lucas 1:47, etc.
3. Ajustando su Sujeto/Complemto si Usted lo Necesita
Si, después de que usted ha hecho referencias cruzadas con otros pasajes relacionados y encontró que ellos vertieron particular luz en el significado de su pasaje, alterando su Sujeto/Complemento como usted vea que mejor ajusta.
Paso 5: Relacione el Párrafo a Su Síntesis Original del Libro
Como apuntó sobre, el paso inicial en estudio de la Biblia es sintetizar el mensaje del libro en conjunto. Después de que usted lo ha hecho, usted está listo para bucear en los detalles, todo el tiempo nunca perderá la vista del mensaje del libro en conjunto. Pero, después de que usted ha sintetizado un libro, y entonces estudiando uno de sus párrafos en detalle, usted necesita relacionar el mensaje de ese párrafo a su mensaje sintético original del libro en su conjunto. Esto le permitirá que vea si su síntesis original necesita un ajuste.
Paso 6: Aplique el Mensaje
A. Teoricamente
En el proceso de aplicación la primera cosa que usted debe hacer es pensar sobre qué clase de aplicación sigue a la verdad(es) enseñada en el párrafo. Entonces usted debe aplicar el pasaje primero en teoría pensar a través de las ramificaciones de lo que usted va a hacer. Por ejemplo, si yo leyera sobre la necesidad por la oración (ver Efesios 6:18) en la vida de un creyente y decidiera que yo necesito crecer en este área, yo debo decidir en principio lo que yo haré. Esto podría incluir lectura de libros sobre la oración para estímulo y, por supuesto, apartando un tiempo y lugar para orar. Yo puedo querer evaluar mi tiempo de la oración como yo voy, para ver si realmente estoy haciendo lo que la Biblia ordena y de la manera que lo ordena (recuerda nuestra pequeña discusión sobre Mateo 6:1-18). La reflexión es buena, de hecho muy buena. Ahora que yo (o usted) tengo alguna idea del impacto que tiene la aplicación de una verdad bíblica particular a mi vida, entonces yo puedo aplicarme para hacerlo realmente. Finalmente, pero de ninguna manera para ser considerada menor, siempre que usted aplique la Biblia, trate y piensa sobre eso en términos de criar una relación con Dios y la gentes y contra las fuerzas espirituales de mal.
B. Practicamente (Efesios 6:18)
1. Práctico
Reconociendo que yo estoy en una batalla con fuerzas espirituales, yo estableceré un tiempo de la oración diario en el que yo oraré para los amigos y la familia.
2. Mesurable
Cada día entre 6:30-7:00 a.m. yo alabaré Dios y oraré por mi familia, por otros Cristianos, por el perdido y por mi. Yo necesitaré desarrollar una lista de las personas y cosas para orar antes de que yo disponga mi tiempo de oración.
3. Asequible
La cosa importante sobre aplicar la Biblia en el tirón largo es que yo intento por el Espíritu de Dios para hacer cosas que son asequibles. Decir que yo oraré durante tres horas en un día es algo bueno, y algunas personas están en el lugar donde ellos pueden hacerlo, pero éste normalmente no es el lugar para empezar. Trate de apartar 15 minutos, o 30 minutos un día y construye su vida alrededor de eso. Hay una mezcla singular de lo humano y lo divino en la vida del Cristiano, pero intentando hacer el imposible (y Dios puede hacerlo) todo el tiempo normalmente nos lleva a la derrotar. Defina un tiempo por oración que funcione para usted. Usted aprenderá mucho sobre usted mismo cuando usted empiece a aplicar la Biblia; las fuerzas y debilidades aparecerán.
Related Topics: Bibliology (The Written Word), Teaching the Bible, Bible Study Methods
D. La Práctica De Un Buen Intérprete
1. Haga una Síntesis Inicial de un Libro
A. El Libro de Tito
Por causa de la ilustración yo he escogido el libro de Tito. Es pequeño, sólo tres capítulos, y es bastante sencillo. La primera cosa que yo quiero hacer es leerlo de corrido varias veces notando el principio y el fin y la idea básica de cada párrafo entre ellos. En la Biblia NET el principio o la introducción se encuentran en 1:1-4 y el fin se encuentra en 3:12-15. Hay seis párrafos entre. Ellos son: (1) 1:5-9; (2) 1:10-16; (3) 2:1-10; (4) 2:11-15; (5) 3:1-7; (6) 3:8-11.
B. Titule los Párrafos
Titulemos cada párrafo para que nosotros podamos recordar lo que está en ese párrafo de una ojeada. Estos títulos no son permanentes, pero sólo temporales y puede cambiarse un poco si nosotros vamos a hacer un análisis completo del libro.
1:1-4 | Saludos: La fe, Verdad, Piedad y la Esperanza de Vida Eterna |
1:5-9 | Las Calificaciones de los Superiores |
1:10-16 | Personas Rebeldes que Enseñan para Ganancia Deshonestas |
2:1-10 | Enseñanza Ética y Doctrinal apropiada para las Congregaciones |
2:11-15 | Gracia lleva a Santidad |
3:1-7 | Relaciones con el Mundo |
3:8-11 | Resumen de la Carta |
3:12-15 | Instrucciones finales y Saludo |
C. Ahora, Relacionemos los Párrafos Uno A Otro
1. 1:1-4
Hay elementos en el párrafo introductorio (1:1-4) que aparecen a lo largo de la carta. ¿Notó usted eso? De ciertas maneras, entonces, 1:1-4 sirve como un anticipo de lo que está viniendo. La lección que nosotros aprendemos de esto es buscar modelos similares en otra parte en Paulo y las cartas del Nuevo Testamento. Estos modelos se verán claramente y a menudo en Paulo en su acción de gracias de la apertura y en las secciones de la oración. En un tiempo de ocio, compare Romanos 1:1-17 con el resto de la carta. También trate con 1 Corintios 1:1-9; Galatas 1:1-5; Filipenses l 1:1-11; Colosenses l 1:1-14; 1 Tesalonicenses 1:1-10.
a. La Importancia de Introducciones
El comentario sobre un “el conocimiento de la verdad que lleva a piedad” reúne la idea de “verdad” y un “estilo de vida” que va con él. De sus lecturas de la carta usted puede decir que esto básicamente en suma que se dice a lo largo de ella. Las calificaciones de los superiores en 1:5-9 son un estilo de vida basado en el mensaje de verdad (ver 1:1, 3, 9). Las personas rebeldes de 1:10-16 son aquéllos que rechazan enseñanza verdadera (1:11, 14). La responsabilidad de Timoteo no sólo con los superiores (1:5-9), pero también con la iglesia a todo lo largo (2:1-10) era insistir en una conducta ética consistente con una sonora enseñanza (2:1, 8, 10), etc.
b. la Vida Eterna
Paulo menciona “vida eterna” en 1:2. Él lo menciona de nuevo cerca del final de la carta en 3:7. En ambos casos se refieren a un tiempo futuro.
c. Dios nuestro Salvador
Él se refiere a Dios como “Dios nuestro salvador” en 1:3, 2:10 y 3:4. Él también se refiere a Cristo como “Cristo nuestro salvador” en 1:4, 2:13, y 3:6.
d. Fe
“Fe” se envía a en 1:1 y en 1:4, 13; 2:2, 10; 3:15.
2. 1:5-9
Así que nosotros sabemos ahora que el primer párrafo, algo inusual en Paulo es que este contiene mucha información teológica, realmente se piensa como un estudio general de lo que viene en el resto de la carta. Así que está funcionando en mucho la misma manera como las secciones de “acción de gracias y oración” en algunas de las otras cartas de Paulo. Ahora sigamos para hablar aproximadamente 1:5-9.
Paulo ya ha dicho que él es un “el esclavo de Dios y un apóstol de Jesús Cristo, para llevar más allá la fe de Dios a los escogidos” (1:1). Uno de las maneras él llevó más allá la Fe de Dios a los escogidos era al discípular a otros hombres, fielmente impartiendo su vida y enseñanzas a ellos (ver 2 Timoteo 3:10) para que ellos pudieran enseñar a otros (2 Timoteo 2:2). Tito era un hombre semejante a Paulo que había sido enviado antes a Creta para organizar las iglesias allí y enseñarles propiamente y había llevado más allá la fe de Dios a sus escogidos (1:5). Parece, entonces, que 1:5-9 cuando involucra a los superiores y su liderazgo de las iglesias en Creta empieza la carta como un ejemplo de lo que Paulo quiso decir llevando más allá la fe de Dios a los escogidos (1:1).
3. 1:10-16
El próximo párrafo en 1:10-16 se conecta a 1:5-9 a través de la primera palabra “Para". Esto indica que 1:10-16 es la razón por qué los superiores deben tener las calificaciones habladas de en 1:5-9. La razón, entonces, que los superiores deben vivir y deben enseñar de una cierta manera (1:5-9) es porque hay muchos hombres rebeldes que están viviendo vidas impías y enseñando doctrinas falsas (1:10-16). ¿Ve usted la conexión entre estos dos párrafos?
4. 2:1-10
El próximo párrafo, 2:1-10, está apagado por la palabra “Pero”—un marcador de contraste. Esto significa que lo que sigue en 2:1-10 está en contraste con 1:10-16. Lo que está diciendo Paulo, entonces, en 2:1-10 es que Tito no es como los hombres en 1:10-16, pero es en cambio para comunicar el tipo de conducta santa que acompaña enseñanza legítima. ¿Así como los hombres en 1:10-16 enseña totalmente en casas (1:11) para Tito es enseñar a los hombres y mujeres mayores y a los hombres y mujeres jóvenes y a los esclavos (es decir, a todos en la iglesia) y es hacerlo con integridad y dignidad (qué ninguno de los maestros falsos de 1:10-16 poseyeron) para que el mensaje de Dios pudiera honrarse en todos los sentidos y nada malo se hablara de la iglesia (2:10)! ¿No habría este principio, aplicado apropiadamente, ayudado a muchas de nuestras iglesias hoy?
5. 2:11-15
El próximo párrafo empieza con un término familiar, es decir, la palabra “Porque”. Una vez más, este término aquí significa que lo que sigue en 2:11-15 es una razón extensa para las órdenes dadas a Tito en 2:1-10. En 2:1-10 nosotros aprendimos eso había una razón práctica que Tito no era como los hombres en 1:10-16 quiénes eran ateos y enseñaron doctrinas incorrectas. Nosotros aprendimos en 2:8-10 que para él era vivir y enseñar propiamente para que la enseñanza de Dios no fuera difamada por forasteros. En 2:11-15, sin embargo, Paulo quiere darle una razón teológica a Tito para la doctrina legítima instrucción: es porque la misma gracia que nos salva, también nos enseña a decir ningún a la impiedad. La gracia de Dios nos enseña a vivir amores derechos y piadosos mientras nosotros esperamos por el retorno de Cristo.
6. 3:1-7
El próximo párrafo, 3:1-7 no tienen aparentemente ninguna palabra que se conecte con él, es decir, hay ningún “por consiguiente,” “pero,” “para,” “desde que,” etc. al frente de la primera frase. Pero el tema del párrafo involucra un estilo de vida piadoso basado en Dios que está salvando por misericordia, similar a 2:1-10 y 2:11-15. La diferencia en 3:1-7, sin embargo, es que Paulo no está hablando específicamente sobre las relaciones dentro de la iglesia como parece ser el enfoque en 2:1-10, 11-15, pero está interesado con cómo los miembros de la iglesia relacionan a autoridades políticas fuera de la iglesia y de hecho al mundo en general (es decir, “todas las personas”). Así es un desarrollo de la idea de 2:10 (“para acreditar la enseñanza de Dios”), pero no en referencia a las relaciones en la iglesia, sino en referencia a las relaciones en el mundo.
7. 3:8-11
El próximo párrafo, 3:8-11, empieza con las palabras “Palabra fiel es esta” qué indudablemente se refiere a la idea de justificación y la esperanza de vida eterna expresada en 3:7. Pero la referencia a “tales verdades” en 3:8 ensancha la idea para incluir a todo el Paulo simplemente ha hablado sobre en la carta. Más allá, el recordatorio para rechazar controversias tontas en 3:9 (ver 1:14; 2:8) y la manera en la que Tito es tratar con personas divisivas, perfiladas en 3:10-11 indica que éste es probablemente un resumen conectado al intento original de la carta (vea 1:5).
8. 3:12-15
El último párrafo, 3:12-15 (¿no se alegra?), parece simplemente ser una conclusión en qué Paulo hace ciertos deseos conocidos a Tito y le da su saludo final.
D. Establece el Mensaje del Libro
2. Haga un Análisis de un Solo Párrafo
Ahora que nosotros tenemos una idea bastante buena del “cuadro general” global del libro que nosotros estamos listos empezar a estudiar un párrafo. Estudiemos 2:11-15. En una hoja de papel de 8.5” x 11” reproduzca la siguiente formato:
A. Analyze los Detalles del Párrafo
Libro: Tito Pasaje: 2:11-15
Contexto:
Antes de: Paulo habla sobre “los superiores” (1:5-9), “maestros rebeldes” (1:10-16), y la verdad que se supone que Tito enseña mientras él está en Creta (2:1-10), enseñando desde el estrado en contraste con los maestros rebeldes.
Después de: La relación de la iglesia a aquéllos en el mundo (3:1-7).
El Párrafo: Hace las Preguntas “Quién,” “Que,” “Cuando,” “Donde,” “Por qué,” y “Cómo". Usted puede hacer literalmente ciento de preguntas en cualquier pasaje o párrafo. Aquí está unos ejemplos. Intente contestar las preguntas que usted piensa son muy crucial a unacomprensión apropiada del párrafo. Si usted hace buenas preguntas usted no podrá contestarles todas. Algunas son demasiado difíciles o simplemente no hay suficiente información. Usted puede usar un diccionario, u otros pasajes en Paulo u el resto de la Biblia para contestar sus preguntas. Tenga cuidado en el uso de otros versos para contestar preguntas: no asuma que Paulo necesariamente está hablando sobre las mismas cosas aquí sólo porque los mismos términos son usados. Verifique el contexto de cada referencia cruzada que usted haga.
El punto de este ejercicio es ir haciendo observaciones en el texto (ej., anotando detalles sobre las palabras y cómo ellos se reúnen en frases y párrafos) y haciendo preguntas basadas en lo que usted observa. Ésta es una habilidad de importancia fundamental en el estudio de la Biblia y se desarrollará ampliamente en los niveles intermedio y avanzado.
Verso | Observaciones | Preguntas | Respuestas |
2:11 | “la gracia de Dios” Esto parece ser el ampliamente discutido tema del párrafo. | ¿Qué significa “la gracia de Dios” en este pasaje / parrafo? | El favor inmerecido de Dios. Ver Romanos 5:8. Mientras la palabra “gracia” parece llevar la idea de “ayuda dada al desvalido y desmerecedor” (ver 3:3) Hay algo en el pasaje que muestra cómo la “gracia” fue expresada por Dios, desde despues de todo esta es la gracia de Dios sobre la que nosotros estamos hablando. Verso 14 parece proporcionar una respuesta (Advierto que nosotros recurrimos primero al contexto inmediato para contestar las preguntas). En v. 14 nos dicen que Jesús se dio a si mismo para libertarnos y purificarnos, para que nosotros pudiéramos estar ávidos para hacer buenas obras. Más allá, el hecho que nos enseña a decir “no” al pecado indicando que involucra el impartiendo de fuerza espiritual al destinatario. |
2:12 | “entrenamiento” | ¿Para que? | El “entrenamiento” involucra tanto un aspecto negativo y otro positivo. Negativo: para rechazar los vidas desviadas y los deseos mundanos; Positivo: vivir bajo control, vidas derechas, y piadosas en el presente siglo malo. Pero esto todavia no nos dice cómo esto es cumplido. Parece que la motivación interior viene del trabajo renovando del Espíritu que fue el mismo dado a nosotros en base a la obra sacrificial de Cristo. Éste es el punto de 3:4-6. Así el “entrenando” dado a nosotros por el ejemplo de Cristo y la enseñanza del apóstol se aplica a nuestros corazones y conciencias a través del Espíritu Santo que vive en nosotros. Esto parece estar de acuerdo en general con Romanos 8:1-39; Galatas 5:16-23; y Efesios 5:18-20. |
2:13 | “Gran Dios y salvador” | ¿En qué sentido es Dios? ¿Cómo estes nuestro salvador? | Paulo se refiere a Jesús como “nuestro gran Dios y salvador” que indican que mientras él no negó a su humanidad él también sostuvo que Jesús era plena deidad (ver Filipenses 2:6-11; Colosenses 1:15-20; el ver también Juan 1:1; Hebreos 1:8). Él es nuestro salvador en el sentido que él nos libera de cada tipo de injusticia y nos trae en una relación con Dios. |
2:14 | “El se dio a si mismo…para hacernos libres…para purificar…Para hacer el bien” | ¿A que se refiere esto? | La expresión “él se dio a si mismo” probablemente se refiere a la muerte de Jesus como substitutoria a entregarnos del pecado (ver Galatians 1:4). El enfoque en Jesús como Salvador en la carta a Tito también lleva la idea positiva de traernos en una relación correcta con Dios. Esto se expresa en la idea de personas purificadas que son suyas de verdad. |
2:15 | “exhortacion” | ¿Qué significa? ¿Cómo lo haría él? | |
“autoridad” | ¿Que significa esto? | ||
Declaración Sumaria de todo el Pasaje El Asunto: La gracia de Dios El Complemento: ha aparecido y trajo salvación a todos los hombres, los entreno para vivir vidas piadosas hasta que Cristo regrese. | |||
Aplicación Principios teóricos: Aplicaciones prácticas: | |||
B. Summarize el Párrafo
Al final de su estudio del párrafo, después de que usted ha hecho numerosas observaciones y ha contestado las preguntas, usted necesitará atar junto de nuevo el estudio. La manera de hacer esto está en escribir aparte en una frase la “idea general” del párrafo. Hay dos partes a cualquier idea: (1) el sujeto, o lo sobre el que el autor habla, y (2) el complemento, o lo que él dice sobre lo sobre el que él está hablando. Nuestro propósito sólo es presentarle esto aquí. Al próximo nivel nosotros aprenderemos a hacer esto en más detalle. Nosotros también aprenderemos a verificar que los sujetos y complementos que escribimos por aparte probablemente son correctos. NOTA: Usted no puede incluir cada detalle del párrafo en su sujeto/complemento. Usted podría volver a escribir el párrafo también. El punto de este ejercicio es obligarle a que resumir. Por otro lado, no es tan vago que su resumen pudiera encajar en cualquier párrafo de Escritura.
En nuestro ejemplo arriba nosotros hemos escrito aparte un sujeto-complemento como sigue:
El Sujeto: La gracia de Dios
El Complemento: ha aparecido y ha traído salvación a todos los hombres y entrenándolos a vivir vidas piadosas hasta que Cristo regrese.
La primera frase, en este caso, expresa el tópico Paulo desea comunicar a Tito, a saber, “la gracia de Dios”. Se dicen varias cosas sobre la gracia de Dios: (1) Esta ha aparecido; (2) Trae salvación a todos los hombres; (3) Entrena… (4) se relaciona al ofertorio de Cristo a si él. Así Paulo está discutiendo, hablando ampliamente, aspectos de la naturaleza de la gracia de Dios. Éste es su sujeto. Verso 15 forma parte del sujeto al grado que él quiere que Tito exhorte a las personas para vivir según un correcto entendimiento de esta gracia. El mandato a Tito en v. 15 no estarían en el complemento desde que no es, per se, parte de la naturaleza de la gracia a la que Paulo está refiriéndose.
El complemento representa un nivel mayor de resumen, en este caso, que el sujeto. En él nosotros hemos cubierto todo el material de 2:11-14. Si había más versos que nosotros no podríamos incluir tanta información (de cada verso) en nuestro sujeto/complemento cuando nosotros lo hicimos en este.
3. Relacione el Párrafo a Su Síntesis Original del Libro
Usted ha hecho una síntesis inicial del libro que usted está estudiando. Entonces usted analizó y resumió un párrafo particular en el libro. Ahora usted necesita remontarse a su síntesis global y ver si el estudio detallado en este párrafo del particular afecta su síntesis del mensaje en conjunto.
4. Aplique Su Pasaje: Principios éticos y Aplicaciones Prácticas (con Correlaciones Escritural):
A. Principios Éticos
i. Cristianos están para rechazar modos de vivir impíos y los deseos mundanos y vivir bajo control, vidas rectas y piadosas.
ii. Paulo implica que los Cristianos deben ser paciente para el retorno de Señor y no ceder ante las tentaciones para vivir como el mundo.
iii. Cristianos son estar ávido hacer trabajos buenos como una expresión de la gracia de Dios en sus vidas. Estos trabajos buenos son, sin embargo, para no ser hecho de forma alguna otra cosa que de los puros motivos y siguiendo su relación con Cristo.
B. Aplicaciones Prácticas de Acuerdo a Nuestra Vida y Necesidades
Estas aplicaciones fluirán de la vida de una persona. Por ejemplo, si usted como un Cristiano tiene un momento difícil mirando lo que usted dice o la manera en la que usted lo dice, y usted se siente ante Dios que su lenguaje no es piadoso, entonces usted puede sentarse primero y evaluar por qué usted hace lo que hace. Intente llegar a la causa raíz y arrepentirse de esta así como del propio acto. Entonces, usted podría querer leer algunos pasajes que hablan sobre el uso correcto de su lengua y buscan aplicar el pasaje lapróxima vez que usted diga algo a alguien (ver Santiago 1:26). ¿Lo que usted diga edifica a otros? (Efesios 4:29) ¿Será verdadero? (Efesios 4:15) ¿Es en todo hipócrita? Usted puede desear estudiar a Santiago 3:1-12 para conseguir un mejor manejo de este problema.
Hay alguna otra área de su vida que usted quizás sienta que no tiene el tipo de dominio propio que está honrando a Dios, eso es, su vida en esta área no refleja el tipo de gracia que Dios le ha mostrado. Quizás una manera práctica de aplicar Tito 2:11-12 es estudiar algunos pasajes y usa la concordancia en su Biblia que relaciona directamente o indirectamente al área del problema. Entonces haga un plan para tratar diariamente sobre estos problemas. Haga su plan mensurable, asequible, y personal.
5. Un Ejemplo del Libro de Efesios
libro: Efesios Pasaje: 2:1-10
Contexto:
Antes: ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Después:
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Observaciones | Preguntas | Respuestas |
2:1 “Muertos” | ¿En qué sentido quiere decir “muerto” desde que él dice en verso dos que “nosotros vivimos” en este envaramiento? | |
“transgresiones” y “pecados” | ¿Significan éstos las mismas o diferentes cosas? ¿Por qué dos palabras? | |
2:2 “anteriormente” | ¿Qué contraste de tiempo tiene Paul en mente aquí? | |
“el camino del presente del mundo” | ¿Cuál es el camino del presente del mundo? Cómo es esto relacionado a lo que sigue en v. 2 | |
“El reino del aire” | ¿Qué significa “reino” aquí? ¿“Aire”? | |
“regla” | ¿Quién o que es el “regla” a la que Paulo se refiere? | |
“espiritu” | ¿Quién o Que es este “espíritu", Es una personal o una actitud? | |
2:3 “deseos” | ¿Cuáles son éstos? | |
“carne” | ¿Qué es esto? ¿Cómo se relaciona a mi cuerpo físico? Mi “naturaleza” como la llama Paulo después en el verso. ver ¿es también los Pensamientos? ¿Sentimientos? ¿Deseos? ¿Específicamente a la “mente” mencionada después en el verso? | |
“naturaleza” | ¿Que quieren decir por “naturaleza"? | |
“los hijos de ira” | ¿Por que “hijos de ira”? ¿A que “ira” se refiere? | |
2:4 “misericordia” | ¿Que significa esto? | |
“amor” | ¿Que significa esto? | |
“Nos hizo vivir junto con Cristo” | ¿Quien? ¿Donde? ¿Por que? ¿Que significa esto? ¿En que sentido vivos? | |
2:5 “gracia” | ¿Que significa esto aqui? | |
“salvos” | ¿Que significa esto aqui? ¿Salvados de que? | |
2:6 “Resucitado” | ¿Donde? ¿En que sentido? | |
“sentado” | ¿Cuando? ¿Como? ¿En que sentido? | |
“reinos celestiales” | ¿Dónde esta esto? | |
“en Cristo Jesus” | ¿A que se refiere? | |
2:7 demonstrado | ¿Esto indica el proposito de Dios de salvarnos? | |
“siglos venideros” | ¿Qué son estos? | |
2:8-9 “Para” | ¿Qué indica este termino? | |
“dones” y “obras” | ¿Cuál es la naturaleza de este contraste? | |
2:10 “Porque” | ||
“hechura” | ¿ Qué para que? ¿Cómo relaciona esto a lo que vino antes en el párrafo? | |
“creados en Cristo Jesus” | ¿Que fue creado? ¿en Cristo Jesus? | |
“buenas obras” | ?¿que es las buenas obras que Paulo está previendo aquí? | |
"Dios preparó de antemano" | ¿Por qué? ¿Cómo se relaciona a nuestra vida anterior discutida en 2:1-3? | |
Declaración Sumaria del Pasaje en Conjunto El Sujeto: La razón Dios nos salvó por su asombrosa gracia cuando nosotros estábamos muertos en pecado y nos sento en los reinos celestiales El Complemento: es para que en los próximos siglos él pudiera expresar su bondad a nosotros y para que nosotros pudiéramos caminar actualmente en las buenas obras que él ha predeterminado para nosotros. | ||
Aplicación Teorica Practica | ||
i Mientras nosotros estudiaremos palabras y frases, la unidad básica de estudio será el párrafo desde que proporciona bastante contexto en el que una frase funciona para darnos alguna idea razonable acerca del significado la frase. La Biblia NET ha marcado cada párrafo claramente con una sangría en la primera línea. Si nosotros encontramos que un párrafo es simplemente demasiado largo para un trabajo de principiante, nosotros podemos usar menos versos para hacerlo más manejable.
Related Topics: Bibliology (The Written Word), Teaching the Bible, Bible Study Methods
E. Ejemplos del Libro de Juan
El material siguiente contiene tres ejemplos del libro de Juan. La meta es mover de la observación, haciendo y respondiendo preguntas, resumiendo en un sujeto/complemento a perfilar el pasaje. Una vez usted consigue la fase de perfilado usted está listo para pensar sobre cómo enseñar el pasaje. Esto será enseñado en la próxima lección, “Cómo Enseñar una Lección de la Biblia.”
En los ejemplos que di arriba, usted estaba trabajando con Tito y Efesios, ambos son escritura expositiva. En lo siguiente tres ejemplos nosotros empezaremos a trabajar con narrativa, aunque Juan 1:1-18 y Juan 14:1-14 son principalmente expositivos en naturaleza. No obstante, ellos han de ser relacionados a la historia más grande del evangelio de Juan en el que ellos se encuentran. Más allá, la curación del hombre ciego en Juan 9:1-41 es principalmente narrativa.
Cuando nos acercamos a una narrativa este seguro y observe la escena (donde la acción ocurre) y cualquier detalle sobre la escena así como los caracteres y la trama. Por ejemplo, note que en Juan 3 Nicodemo vino de “noche". ¿Qué le dice esto sobre él? ¿Cómo relaciona esto al tema de luz y oscuridad en el resto del capítulo y en Juan en su conjunto (ver 3:20)? Esto llegara a ser importante en la enseñanza del pasaje. Usted no quiere simplemente mostrar las “verdades” que la historia ilustra al nivel de proposiciones abstractas y enseñar preceptos desvanecidos. Usted querrá posicionar a su público dentro de la historia. Más de esto en la próxima lección. Pero para ahora, observe la escena, caracteres, y desarrollo de la trama. Ellos serán cruciales al hacer el perfil de su pasaje.
1. Juan 1:1-18
Libro:Juan Pasaje:1:1-18
Contexto:
Antes: Es el principio del libro
Después: El ministerio de San Juan Bautista (1:19-34) y el llamado de los primeros discípulos (1:35-51). Hay muchos temas importantes en 1:1-18 y yo debo buscarlos a lo largo del libro. Ellos incluyen: la Deidad de Jesús, su humanidad, creación, luz, vida, oscuridad, la revelación del Padre, el rechazo, su fe, el mundo, la gracia, la verdad, etc.,
Usted querrá usar los comentarios de Wallace, Harris, y Deffinbaugh para entender el trasfondo del libro así como sus temas principales y estructura. Usted también debe leer una o dos veces al libro para estar familiarizado con su contenido.
A. Analice y Resuma el Párrafo
Nota: Use las notas de la Biblia NET para ayudarle a contestar sus preguntas en el estudio de este pasaje desafiante. Después de estudiar el pasaje y haber conseguido un manejo del contenido y contestado algunas preguntas usted querrán leer el comentario de Harris (griego) y/o el comentario de Deffinbaugh (inglés) en el orden de cristalizar su pensamiento y empezar a construir un perfil del pasaje.
Observaciones | Preguntas | Respuestas |
1:1 “Palabra” | ¿Quién es la “palabra”? Ver v. 14 | Jesús |
¿Cuál es el significado del termino “palabra”? Ver V. 14, 18 | La idea de comunicación y revelación, también poder creativo. La frase “en el principio” nos recuerda Génesis 1:1 y la creacion qué Dios hizo por su palabra hablada. | |
¿Cuales son los nombres o títulos para Cristo en 1:1-18? Quizás ellos pueden servir como un perfil para mi lección | la Palabra; Dios; Creador; Verdadera Luz; Vida; el Uno y Unico; El propio Dios, Jesús Cristo en 1:17; etc. | |
1:2 hay una distinción hecha entre la “palabra” y “Dios” | ¿Qué implica esta distinción? | Que Jesús es Dios, pero no es correcto decir que Dios es Jesús. |
1:3 Jesus es creador | ¿En que sentido el es creador? | Aparte de él nada fue creado que haya sido creado. Él es equivalente al creador supremo, pero él no es el Padre (ver v. 1:14) |
1:4 Juan usa el termino Vida y dice Esta fue la luz de los hombres | ¿Que es “Vida” aqui y como esta es la “vida” de los hombres? | Lea las notas la Biblia NET en verso. Vida eterna que es conocer a Dios personalmente (Juan 17:3) es la luz dada a los hombres por Dios. |
1:5 Juan usa tres iportantes palabras aquí: | ¿Qué quiere decir Juan por la oscuridad? ¿Cómo la luz brilla en él? ¿Qué significa “Dominio”? | El mundo en el evangelio de Juan es moralmente y espiritualmente oscuro. Rechaza el mensaje de Dios, es decir, la Palabra (ver capítulo 16). La Luz “brillando” en la oscuridad podría referirse al testimonio de Cristianos que vive vidas virtuosas y fielmente comunica el evangelio a un mundo caído. La luz empezó con Cristo. |
1:6-8 Dios uso a un hombre para testificar de la luz | ¿Por que Juan agrego esto aqui? Ver 1:15-16 | Probablemente para explicar cómo la Luz Verdadera de v. 4-5 vino históricamente al mundo. Él vino despues del ministerio preparado por San Juan Bautista; ¡él fue solo una buena idea teológica! |
1:9-11 | ¿Cómo le dio Jesús la luz a cada hombre cuándo él vino al mundo? ¿Por qué no reconoció el mundo a Jesús (ver 3:20)? | |
1:12-13 | ¿Qué significa en v. 12 “creen"? ¿ Qué significa “en su nombre”? ¿Por qué el cambio a hijos en v. 12-13? ¿Qué comunica esto? ¿Esta la idea de nacido de nuevo ya implicada en estas palabras (vea a Juan 3:5)? | Creer y recibir a Cristo parecen ser sinónimos en ciertos aspecto. Ambos involucran abrazando a Cristo. “En su nombre” significa según el carácter de Jesus y todo lo que él es (ver 16:24). La idea de hijos y creencia va juntos y hijos nacidos de Dios indican una nueva familia y nueva creación (ver 1:3). La idea de nacido de nuevo esta implícito en estos versos, pero nosotros tenemos que esperar hasta capítulo 3 para ver el envolvimiento del Espíritu. |
1:14-18 Nota: Asegúrese de usar las notas de la Biblia NET para ayudarle a trabajar su manera a través de estos pasajes fascinantes. | ||
1:14 ¿Juan regresa a la idea de Jesús como la palabra (1:1)? Aquí nosotros tenemos una declaración breve de la encarnación, a saber, la adicion de la humanidad a la segunda persona de la trinidad. ¿Jesús era Dios (1:1), pero él se volvió carne (1:14)? | Por qué el v. 14 siguen en los talones del v. 13 qué habla sobre la salvación y llegar a ser un hijo de Dios? Qué significa “habito entre nosotros”? (vea sn en Biblia NET) | |
1:15-16 “Nosotros hemos recibido” | ¿Cómo hemos recibido nosotros de su plenitud un don de gracia después de otro? | |
1:17 Jesus is contrastado con la ley Mosaica | ¿Porque? | |
1:18 Jesus fue conocido como Dios | ¿Cómo relaciona esto a la idea de Cristo como la Palabra (1:1, 14)? | |
Declaracion Resumen del Pasaje en Conjunto The Sujeto: La razón que la Palabra eterna de Dios se volvió carne The Complemento: Era que revelando a Dios a todos los hombres ellos pudieran creer en él y llegar a ser hijos de Dios | ||
Aplicacion Teorica: Practica: | ||
B. Relacione el Pasaje al Libro en su Conjunto
C. Perfilando el Pasaje
Así que nosotros hemos estudiado el pasaje con cierto detalle y hemos escrito aparte un sujeto-complemento. Ahora nosotros necesitamos perfilar el pasaje según los detalles del texto. Nosotros llamaremos a esto un perfilado textual (es decir, exegético). El punto de un perfilado es capturar la estructura y flujo del pasaje en el sujeto-complemento. Una vez usted tiene la “idea general” y el perfilado del pasaje, usted ha completado este aspecto del estudio de un pasaje bíblico. Obviamente usted querrá aplicar esto a su vida y compartirlo con otros—como lo hemos mostrado arriba.
World (1:9)
I. La Deidad de la Palabra (1:1-5)
A. La Palabra Era Dios (1:1-2)
B. La Palabra Era Creador (1:3)
C. La Palabra Era la Vida y Luz de los Hombres (1:4-5)
II. La Preparación para el Ministerio Terrenal de la Palabra (1:6-8)
A. Juan fue Enviado de Dios (1:6)
B. Juan Testifico de la Luz para que Todos los Hombres Pudieran Creer (1:7)
C. El Propio Juan no Era la Verdadera Luz, Sólo un Testigo (1:8)
D. La Luz Verdadera Ilumina a Cada Hombre en el Mundo (1:9)
III. La Respuesta a la Palabra (1:10-13)
A. El Mundo no Lo reconoció (1:10)
B. Los Suyos no Lo recibió (1:11)
C. Aquéllos Que Recibieron (Creyeron) se Volvió Hijos de Dios (1:12)
D. Los Hijos de Dios no Nacen por Ningún Origen Humano, Pero por Dios (1:13)
IV. La Humanidad y Revelación de la Palabra Traen Una Nueva Era de Gracia (1:14-18)
A. La Palabra de Que Vino el Padre se Hizo Hombre (1:14)
B. El Testimonio Humilde de Juan Bautista Involucró la Preexistencia de Cristo (1:15)
C. Nosotros hemos Sido Bendecido por la Plenitud de la Gracia de Cristo (1:16)
D. El Contraste Entre Jesús y la Ley de Moisés (1:17)
E. Jesús Han hecho Conocido como Dios y el Único Dios (1:18)
2. Juan 9:1-41
Nosotros necesitamos ahora mirar en nuestro segundo ejemplo del libro de Juan. Nosotros usaremos una sección del evangelio de Juan que es más narrativo en naturaleza (es decir, más orientado a la historia) que Juan 1:1-18. Desarrollemos algunas observaciones, interpretaciones (Preguntas y Respuestas), y un sujeto-complemento para Juan 9:1-41. Sí, eso es correcto. Nosotros vamos a estudiar un capítulo completo (no sólo un párrafo) y escribir un sujeto-complemento para él. Yo puedo oír a alguien simplemente diciendo, y entendiblemente para que, “Pero, yo pensé que los sujetos-complementos eran sólo para los párrafos”. La Respuesta es: “No”. Ellos pueden ser hechos (y debe ser) en un libro entero (recuerde nuestro comentario sobre su mensaje sintético de un libro). Por ejemplo, nosotros podemos querer decir por encima de nuestras cabezas que el sujeto-complemento para el libro Juan en conjunto es algo como: sujeto: La razón que la Palabra eterna de Dios hablo a la humanidad, hizo señales especiales milagrosas, sufrió, murió, y subió al tercer día…complemento: fue para que todos los que creemos en él pudiéramos tener vida eterna. ¿Parece esto extrañamente similar a un particular verso en Juan mismo? Verifique 20:30-31 y ve si Juan no le ha dado su sujeto-complemento (o sujeto -propósito) declarado para el trabajo en conjunto.
NB: Usted necesita tener presente la diferencia entre el material narrativo y el material expositivo como Efesios. La Narrativa precede de escena en escena, episodio por episodio, a lo largo de una cierta línea de trama, y no necesariamente párrafo por párrafo. Por consiguiente, la narrativa debe estudiarse escena por escena. Nosotros discutiremos más de esto en la próxima lección, Cómo Enseñar la Biblia: Para Principiantes.
Libro:Juan Pasaje:9:1-41
Contexto: Vea las introducciones y perfiles en los comentarios (Wallace, Harris y Deffinbaugh) proveídas para usted por el sitio Web (www. bible.org). Esto lo ayudará con el estudio inicial y síntesis del libro en conjunto. Asumiéndolo que usted ha hecho eso y que leyó una o dos veces al libro, usted está ahora listo proceder con el estudio de esta sección
Antes: La Fiesta de los Tabernáculos (7) y el capítulo 8 donde la credibilidad de testimonio de Jesús se cuestiona de nuevo (8:12-30). Hay también la discusión de quiénes son los hijos de Abraham (8:31-41), los hijos del Diablo (8:42-47), y la imputación de los Fariseos que Jesús es un Samaritano y poseído por demonio (8:48-58).
Después: Juan sigue la historia de la curación del hombre ciego (9:1-41) con Jesús como “el buen pastor” (10:1-21), la incredulidad judía persistente (10:22-42), la historia de la resurrección de Lázaro (11:1-44), y mas de la incredulidad judía persistente (11:45-57).
Observaciones | Preguntas | Respuestas |
9:1 Los judíos recogieron piedras para apedrearlo (8:59), pero Jesús fue adelante al encuentro de un hombre ciego (9:1). | 9:1 ¿Cuál es la conexión entre capítulo 8 y capítulo 9? Vea el tn en 9:1 | ¿Es posible, dado en 9:39-41, que el hombre ciego en 9:1-12 está un “cuadro” de la ceguera de los Fariseos con respecto a la persona de Jesús en capítulo 8 (y 9)? El hombre ciego termina viendo como Jesús realmente es (9:38), mientras el “ver” de los Fariseos son incapaces de “verlo” a él por quién él es realmente (8:48). También, la historia en conjunto es una ilustración de qué Jesús dijo en 8:12: “Yo soy la luz del mundo.” |
9:2-3 “Ni este hombre ni sus padres pecaron” | ¿Qué conexión están los discípulos presuponiendo aquí? Vea el sn en 9:2; Exodo 34:7 | |
9:4-5 “la noche viene cuando ningún hombre podra trabajar” | ¿A que noche se refiere? ¿Por qué no puede una persona trabajar por la noche? | |
9:6-7 el uso de barro en el proceso de curación | ¿Por qué Jesús hizo esto? | Lea los comentarios. Desde que este hombre nació ciego, quizás la formación de barro nos lleva al acto de la creación en Génesis 1. Su curación no era terapéutica, pero era una totalmente fuerza nueva superior creativa. Al final, nosotros no podemos saber con certeza por qué Jesús hizo barro con saliva. |
9:11-12, 16 | ¿Cuál es la importancia de referirse a Jesús como “el hombre que ellos llaman Jesús” o “ese”? | |
9:16 Los líderes dicen que Jesús no honra el Sabát. | Cómo para que? ¿Cuál es la naturaleza de su demanda contra Jesús? ¿Era esta preocupación genuina en referencia a la ley de Dios? | |
9:17 un profeta | ¿Por qué se referiría el hombre a Jesús como un profeta? | |
9:18 Renuente a creer | ¿Cuál es la conexión entre negándose a creer la verdad y la oscuridad espiritual? | |
9:29 Nosotros no sabemos de donde este hombre viene | ¿Hay ironía en esta declaración comparada al verso siguiente, es decir, 9:30? | |
9:35 Hijo del Hombre | ¿Qué significa esta expresión? ¿Por qué no le pregunta Jesús si él cree en el Mesías (ver Juan 4:25-26)? | Refiérase a Daniel 7:13-14 y conéctelo con el tema de juicio en el pasaje. |
9:38 “Senor” | ¿Por qué se refiere él a Jesús como “Señor”? | |
9:39 para juicio… | ¿Cómo lleva a cabo él ese juicio? | |
9:40-41 “Ciego”, “Culpable”, “Permanen en pecado” | ¿Cómo es que ellos son ciegos? ¿A Qué culpa y pecado él se refiere? | Resuma: Si usted realmente no ve espiritualmente, entonces usted no es culpable de pecado. Pero desde que usted clama que usted puede ver, y todavía usted continua haciendome estas cosas (implicando que usted entiende que yo soy la luz, pero que usted quiere extinguirme), usted es verdaderamente culpable de pecado, un pecado eterno. Jesús simplemente toma la imagen y se las revierte ya que ellos estan tan insistentes que ellos no son ciegos. ¿Bien, desde que esto es asi, cuales son las otras opciones? Respuesta: Usted ve lo que usted está haciendo y esto lo hace infinitamente más culpable. La conclusion es que si ellos estan convencidos que ellos pueden ver cuando de hecho ellos no pueden, ninguna esperanza permanece para ellos. Lo único que permanece en ellos es su culpa y pecado. Esto los llevara con ellos al juicio final. |
Declaración sumaria del Pasaje en conjunto El sujeto: Jesus que sana del hombre ciego, la fe del hombre ciego, y la reacción de los Fariseos El Complemento: muestras que cualquiera puede ser salvo confiando en Cristo, pero a aquéllos que persisten en incredulidad habrá oscuridad espiritual y finalmente el juicio. | ||
Aplicacion Teorica Practica | ||
¿Qué Advirtió usted que era diferente sobre observación y interpretación narrativa como opuesto para material de disertación (didáctico) (ej., Juan 1:1-18)? ¿Fue una ruptura del capítulo bastante fácil ver? ¿Vio usted las divisiones mayores como: La Curación del Hombre (9:1-12); La Pregunta de los Fariseos (9:13-34); Las Declaraciones de Jesús (9:35-41)? Las divisiones en la Biblia NET son similares y pueden ayudarlo con esto. Hagamos un perfil del pasaje:
I. La Curación del Hombre Ciego (9:1-12)
A. La Ocasión
1. el Hombre Nacido Ciego (9:1)
2. La Pregunta: “Quién pecó” (9:2)
3. la Respuesta: “Ninguno…para que la obra de Dios pueda ser revelada” (9:3-5)
B. El Milagro (9:6-7)
1. el Método: La saliva y barro en los ojos (9:6)
2. el Mandato y el Resultado: “Ve y lavate… y Él vio” (9:7)
C. la Respuesta de los Vecinos (9:8-12)
1. la División (9:8-10)
2. El Testimonio del Hombre Ciego (9:11-12)
II. La Reacción de los Fariseos a la Curación (9:13-34)
A. El Problema: La Curación fue en el Sabát (9:13-15)
B. Los Fariseos Responden: El Enojo y la Negativa para Creer (9:16-34)
1. Ellos están Divididos (9:16)
2. Ellos Cuestionan al Hombre: Primera vez (9:17)
3. Ellos Cuestionan a los Padres del Hombre (9:18-23)
4. Ellos Cuestionan al Hombre: Segunda vez (9:24-34)
III. La Reacción de Jesús: El Contraste del Hombre Ciego y los Fariseos (9:25-41)
A. Jesús Encuentra al Hombre: Cree Usted… (9:35-39)
1. La Pregunta de Jesús (9:35)
2. la Respuesta del Hombre Ciego (9:36-38)
3. la Declaración de Jesús: El Ciego y Aquéllos Que Ven (9:39)
B. Veredicto de Jesús concerniente a los Fariseos: Ellos Son Culpables (9:40-41)
1. la Pregunta de los Fariseos: ¿Es que Nosotros También somos ciegos? (9:40)
2. la Respuesta de Jesús: Su Culpa Permanece (9:41)
3. Juan 14:1-14
Libro:Juan Pasaje: 14:1-14
Contexto:
Antes:
Después:
Usted necesitará llenar la mayoría de esto para usted mismo. Nosotros hemos proporcionado un perfilado al final, pero nosotros lo animamos a intentar y perfilar el pasaje primero para usted. Entonces mire el perfilar proporcionado.
Observaciones | Preguntas | Respuestas |
14:1 No haga… | ¿Cuál es la conexión entre 14:1-14 y el material que venia antes? | |
La estructura del pasaje parece ser construida alrededor de la declaración, modelo pregunta / respuesta | ¿Qué son la ruptura y el desarrollo? | 14:1-4 Salida de Jesus y la Necesidad de Confiar 14:5-8 Pregunta de Tomas y Respuesta de Jesus 14:9-14 Pregunta de Felipe y Respuesta de Jesús |
“Preocupado” | ¿Por qué les dice Jesús que no permitan que sus corazones se preocupen? | |
Declaración sumaria del Pasaje en conjunto El sujeto: El Complemento: | ||
Aplicación Teorica Practica | ||
Un Perfilado de Juan 14:1-14
I. Jesús Reafirma a los Discípulos a la Luz de Su Partida (14:1-4)
A. La Necesidad de Confiar en Dios y Jesús (14:1)
1. El Mandato: No Permita Que Sus Corazones Estén Turbados (14:1a)
2. Los Medios: Confianza (14:2b-c)
a. Indicativo: Confíe en Dios (14:2b)
b. Imperativo: Confíe en Jesús (14:2c)
B. La Necesidad de Ir y Preparar un Lugar (14:2)
C. La Convicción de Su Retorno (14:3-4)
II. Dos Discípulos Hacen Preguntas a la Luz de Su Partida (14:5-14)
A. Tomas: Muéstranos “El Camino”
1. La Pregunta Propia de Tomas (14:5)
2. La Respuesta de Jesús (14:6-7)
a. “Yo Soy” el Camino… (14:6)
b. Quién me Conoce, Conoce al Padre (14:7)
B. Felipe: Muéstranos “El Padre” (14:8-14)
1. La Pregunta Propia de Felipe (14:8)
2. La Respuesta de Jesús (14:9-14)
a. Jesús en el Padre y el Padre en Jesús (14:9-11)
b. El Creyente y los Hechos Milagrosos (14:12-14)
Related Topics: Teaching the Bible
Bibliografía Selecta para Cómo Estudiar La Biblia
Blomberg, Craig, Robert L. Hubbard, y Willam W. Klein. Introduction to Biblical Interpretation. Editada en consulta con Kermit A. Ecklebarger. Dallas: Word, 1993.
Silva, Moisés, gen. ed. Foundations of Contemporary Interpretation: Six Volumes in One. Grand Rapids: Zondervan, 1996.
Osborne, Grant R. The Hermeneutical Spiral: A Comprehensive Introduction to Biblical Interpretation. Downers Grove, IL: InterVarsity, 1991.
Cottrell, Peter, y Max Turner. Linguistics and Biblical Interpretation. Downers Grove, IL: InterVarsity, 1989.
Carson, D. A. y John D. Woodbridge, eds. Scripture and Truth. Grand Rapids: Baker, 1992.
Virkler, Henry A. Hermeneutics: Principles and Processes of Biblical Interpretation. Grand Rapids: Baker, 1981.
Fee, Gordon D., and Douglas Stuart. How to Read the Bible for All Its Worth: A Guide to Understanding the Bible. Grand Rapids: Zondervan, 1982.
Jensen, Irving L. How to Profit from Bible Reading. Chicago: Moody, 1985.
Wald, Oletta. The Joy of Discovery in Bible Study. Rev. ed. Minneapolis, MN: Augsburg, 1975.
Hendricks, Howard G., and William D. Hendricks. Living by the Book. Chicago: Moody, 1991.
Robinson, Haddon W. Biblical Preaching: The Development and Delivery of Expository Messages. Grand Rapids: Baker, 1980.
Sproul, R. C. Knowing Scripture. Downers Grove, IL: InterVarsity, 1977.
Traina, Robert A. Methodical Bible Study: A New Approach to Hermeneutics. New York: The Biblical Seminary, 1952.
Warren, Rick. Dynamic Bible Study Methods: 12 Approaches to Searching the Scriptures. Wheaton, IL: Victor, 1981.
Wilhoit, Jim and Leland Ryken, Effective Bible Teaching. Grand Rapids: Baker, 1988.
Willhite, Keith y Scott M. Gibson, eds. The Big Idea of Biblical Preaching. Connecting the Bible to People: In Honor of Haddon W. Robinson. Grand Rapids: Baker, 1998.
Related Topics: Bibliology (The Written Word), Teaching the Bible, Bible Study Methods, Library and Resources
43. Les Peurs de Jacob et les Larmes de Joseph (Genèse 43:1-34)
Introduction
Il y a longtemps que je suis sous l’impression que les évènements dans la vie de Joseph étaient autant, si non plus, pour le bénéfice de Jacob et de ses fils. Comparé à son père, Juda est un géant spirituel dans les chapitres 43 et 44. Le seul qui résiste le retour de Benjamin d’Egypte est Jacob, qui avait fermement rejeté la proposition de Ruben :
« Mais Jacob répliqua:
---Non, mon fils ne partira pas avec vous, car son frère est mort et c'est le seul qui me reste. S'il lui arrivait malheur au cours de votre voyage, vous me feriez mourir de douleur à mon grand âge. » (Genèse 42:38)
Quand l’auteur du Nouveau Testament dans le Livre des Hébreux parle des patriarches dans le « Hall de la foi » du chapitre 11, il n’a seulement que ces paroles pour décrire Jacob :
« Par la foi, Jacob a béni, peu avant sa mort, chacun des fils de Joseph et s'est prosterné pour adorer Dieu, en prenant appui sur l'extrémité de son bâton. » (Hébreux 11:21)
Pour moi, c’est incroyable. Le seul exemple de foi que cet auteur trouve digne d’être mentionné est un évènement dans les dernières années de sa vie. Ce n’est pas avant qu’il ait proverbialement un pied dans la tombe et l’autre sur une peau de banane que sa foi est digne d’être remarquée !
Les 15 premiers versets du chapitre 43 de Genèse sont centrés sur Jacob et son débat avec Juda sur la question de retourner en Egypte pour aller chercher du grain. Jacob désire que ses neuf fils y aille, mais sans Benjamin. Juda refuse d’y aller sans Benjamin et cherche à persuader son père de laisser Benjamin y aller avec eux. Dans ce dialogue, nous trouvons la foi de Jacob extrêmement faible. Ses qualités de chef en temps de crises n’est pas un modèle à suivre pour nous. Ses peurs sont complètements sans fondement ; et si ses enfants l’avaient laissé faire, sa famille n’aurait pas survécue.
Les versets 16-25 sont concentrés sur les frères de Joseph. Le thème prédominant de ces versets peut être résumé en deux mots, « peur » et « leurs travaux ». Les peurs des frères, comme celles de leur père, sont complètement sans fondement. Ils essayaient par les travaux de leurs mains de gagner l'alliance et les faveurs de Joseph. Quand Joseph les amena dans sa maison pour un festin, ils avaient peur que cela ne soit qu’une ruse de les attaquer pour les prendre comme esclaves. En fait, Joseph ne voulait que les combler de bienfaits.
Les versets 26-34 fixent notre attention sur Joseph. Jacob espèrait seulement qu’il serait assez aimable de libérer Siméon et qu’il n’emprisonnerait pas Benjamin. Joseph ferait bien plus que ça. Les frères de Joseph espèraient qu’il les croirait et ne ferait pas d’eux ses esclaves (comme ils avaient fait de lui un esclave) ; Au lieu de ça, Joseph les amena dans sa maison et leurs offrit un repas magnifique. Si Jacob et ses fils étaient remplis de peurs, les yeux de joseph étaient remplis de larmes, larmes d’amour et d’attendrissement. Son seul désir était de voir un changement de cœur en ses frères et de voir une fois de plus son père.
Jacob and Juda (43:1-15)
Nous, les hommes, allons trouver la réponse de Jacob à ses circonstances des plus désolantes, car elle montre une très pauvre illustration de chef de famille. Les caractéristiques de Jacob comme dirigeant sont toutes trop familières aujourd’hui.
Sa première réponse fut de remettre à plus tard, de différer à prendre actions avant que la situation n’ait atteint des proportions énormes. Joseph avait fait un contrat avec ses frères qu’ils pourraient emmener tout le grain dont ils avaient désespérément besoin à la maison et puis reviendraient avec Benjamin :
« Si vous êtes des gens sincères, que l'un de vous, votre frère, reste ici en prison, quant aux autres, vous partirez, vous emporterez du blé pour vos familles qui connaissent la famine.
Mais ramenez-moi votre jeune frère. Cela prouvera que vous avez dit vrai et vous ne mourrez pas.
Ils acceptèrent de faire ainsi. » (Genese 42:19-20)
Cela était ce que les frères pensaient faire, mais ils en furent interdits par Jacob, qui refusa de laisser Benjamin partir (42:38). Ce n’est pas avant que le tout grain soit pratiquement épuisé que Jacob décida à faire face au problème :
« La famine sévissait de plus en plus durement dans le pays.
Quand la famille de Jacob eut mangé tout le blé rapporté d'Egypte, Jacob dit à ses fils:
---Retournez là-bas nous acheter un peu de vivres. » (Genèse 43:1-2)
Juda pointa la procrasination de Jacob quand il dit :
« Si nous n'avions pas tant tardé, nous serions déjà deux fois de retour. » (Genèse 43:10)
Si le premier principe d’administration de Jacob était de « retarder », son deuxième était de « minimiser ». Une des façons que nous pouvons retarder les choses est en nous convainquant nous-mêmes que ces choses ne sont pas vraiment si importantes. Jacob minimisa le problème de la famine, la captivité de Siméon et le fait inévitable que ses fils devraient retourner en Egypte. Je trouve un indice concernant cela dans le verset 2 où Jacob dit,
« Quand la famille de Jacob eut mangé tout le blé rapporté d'Egypte, Jacob dit à ses fils:
---Retournez là-bas nous acheter un peu de vivres. »
Pourquoi dit-il à ses fils d’aller acheter un peu de vivres ? Pourquoi ne pas acheter tout le grain qu’ils pouvaient ramener ? Bien sûr, il ne savait pas que la famine durerait cinq années de plus (45:6), mais il savait qu’elle était très rigoureuse (43:1). Plutôt que de faire face au problème immédiatement, Jacob ne voulait que l’affronter un petit peu à la fois. Plus que n'importe quoi, je crois qu’il espèrait que s’il ne demandait qu’un peu de grain, le gouverneur (Joseph) ne s’attendrait pas à ce que sa demande originale, que Benjamin accompagne ses frères lors de leur prochain voyage, soit respectée.
Cependant Juda refusa d’accepter la minimisation de son père. Après tout, ce n’était pas Jacob qui devrait se tenir devant ce gouverneur égyptien et expliquer l’absence de Benjamin. Joseph avait insisté qu’il refuserait de voir ces hommes à moins que leur jeune frère ne soit avec eux. L’autorité de leur père, rarement contestée, fut fermement récusée. Ils ne retourneraient pas en Egypte pour plus de grain sans Benjamin.
« Juda lui répondit:
---Cet homme nous a solennellement avertis que nous ne pourrons plus nous présenter devant lui si notre frère ne nous accompagne pas.
Si tu laisses notre frère partir avec nous, nous irons en Egypte et nous t'achèterons des vivres.
Mais si tu ne le laisses pas venir, nous ne partirons pas; car cet homme nous a bien dit: «Vous ne serez pas admis en ma présence si votre frère n'est pas avec vous. » (Genèse 43:3-5)
Jacob fut stupéfait par la position que ses fils avaient prit, mais il n’allait pas succomber à leurs demandes si facilement. Les versets suivants montrent un autre essaie de renier la réalité et de différer l’envoie de Benjamin pour l’Egypte.
« Israël reprit:
---Pourquoi m'avez-vous causé ce tort? Aviez-vous besoin de raconter à cet homme que vous avez encore un frère?
Mais ils lui répondirent:
---Cet homme nous a questionnés en détail sur nous et sur notre parenté. Il nous a demandé: «Votre père vit-il encore? Avez-vous un autre frère?» Et nous avons répondu à ces questions. Pouvions-nous savoir qu'il nous ordonnerait de lui amener notre frère? » (Genèse 43:6-7)
Espérant altérer le cours de l’Histoire, Jacob chercha à changer l’avis de ses fils en mettant toute la responsabilité de leurs circonstances sur eux. En effet, Jacob dit à ses fils, « C’est votre faute. Rien de cela ne serait arrivé si vous n’aviez pas dit à l’Egyptien que vous aviez un jeune frère. » Si c’était leur faute, pourquoi étaient-ils belligérant à essayer de résoudre le problème d’eux-mêmes sans mettre en ligne la vie de Benjamin et le bonheur de leur père ?
Mais le problème était bien plus profond que ça. Ce n’était pas seulement la question de révéler des secrets de famille – c’était une question d’honnêteté. L’information qu’ils avaient donnée à Joseph était en réponse à une question très directe (43:7). La raison pour cette franchise ne serait révélée que plus tard quand Joseph dévoilelerait son identité. Pour l’instant, Jacob réprimanda ses fils pour avoir dit la vérité. Les vieilles habitudes de déception étaient toujours là, dans les temps d’adversité Jacob n’hésitait pas à les employer. La réponse de Jacob pourrait être résumée, « Pourquoi n’avez-vous pas fait comme j’aurai fait ? Mentir. »
Pendant que les efforts de Ruben pour persuader son père de laisser Benjamin retourner en Egypte avec les autres avaient été résistés, Juda émergea comme le chef de famille. Ses paroles encouragèrent Jacob à prendre la décision douloureuse de laisser partir Benjamin :
« Alors Juda dit à Israël:
---Père, laisse partir le jeune homme avec moi. Nous nous mettrons en route et nous irons là-bas pour pouvoir survivre. Sinon, nous mourrons tous, toi et nous et nos jeunes enfants.
Je le prends sous ma responsabilité. Et si je ne te le ramène pas, tu m'en demanderas compte.
Si nous n'avions pas tant tardé, nous serions déjà deux fois de retour. » (Genèse 43:8-10)
Ruben promit d’assumer toute responsabilité pour la sécurité de Benjamin et offrit ses deux fils s’il devait échouer :
« Ruben dit à son père:
---Confie-le moi et je te le ramènerai. Si je ne te le ramène pas, tu feras mourir mes deux fils! » (Genèse 42:37)
A ce moment là, Jacob n’avait aucune intention de laisser partir son fils favori. En plus, il se peut qu’il n’avait pas beaucoup de respect pour Ruben à cause de son péché préalable d’avoir coucher avec Bilha, sa concubine (35:22).
L’offre de Juda est une fois de plus fortement réitérée. Il pousse son père à arrêter de ne penser qu’à lui-même et à agir en accord avec sa responsabilité pour tout le clan. Pendant que Jacob ne parlait qu’avec des « je », « moi » et « mon, ma », Juda pensait en termes de « nous », et « notre, nos » (voyez le contraste 42:36,38 avec 43:8). Juda semblait parler pour tous ses frères en refusant de retourner en Egypte sans Benjamin. Il réprimanda aussi Jacob pour son retard inutile à envoyer Benjamin en Egypte. Là où Ruben offrit seulement ses fils en retour pour son échec, Juda s’offrit lui-même comme garantie d’une mission réussie (verset 9).
Ce crois que c’était une combinaison de toutes ces forces – la sévérité de la famine, l’épuisement presque total de leur grain égyptien, la menace des frères de ne pas retourner en Egypte sans Benjamin, et l’assurance de Juda – qui persuada Jacob à consentir à laisser partir Benjamin en ce voyage pour l’Egypte. Les versets qui suivent indiquent que Jacob ne se rend à cette décision que passivement et avec réticence. A ce moment, sa position de chef de famille manque beaucoup de signes de maturité spirituelle ainsi que de grande foi.
« Leur père Israël dit finalement:
---Puisque c'est ainsi, faites ceci: Mettez dans vos bagages les meilleurs produits du pays et offrez-les à cet homme: un peu de baume et un peu de miel, de l'astragale, du laudanum, des pistaches et des amandes.
Prenez avec vous le double de la somme voulue et restituez l'argent qui a été remis à l'entrée de vos sacs. Peut-être s'agissait-il d'une erreur. » (Genèse 43:11-12)
La première pensée de Jacob est « d’amadouer » la situation avec l’offrande de quelques-uns des produits68 de premier choix du pays de Canaan. Indubitablement, ce n’est pas pensé être pour autant un pot-de-vin qu’un signe de bienveillance et de respect. (1 Samuel 16:20 ; 17:18). Certainement ces délicatesses ne feraient pas offense au gouverneur d’Egypte et pourraient même gagner ses faveurs. En plus d’apporter ces cadeaux, Jacob commanda ses fils de prendre non seulement l’argent qu’ils avaient trouvé dans leurs sacs et l’argent nécessaire pour acheter le suppléant de grain, mais ils devraient donner ce double montant au gouverneur. Il pensait que peut-être l’argent avait été mit dans leurs sacs par erreur et que le fait de le rendre serait une preuve de plus de leur honnêteté.
Finalement, Jacob placa Benjamin au soin de ses fils et de son Dieu.
« Emmenez votre frère et partez, retournez chez cet homme.
Que le Dieu tout-puissant le rende favorable à votre égard quand vous vous présenterez devant lui. Qu'il vous rende votre autre frère et vous laisse ramener Benjamin. Quant à moi, si je dois rester privé d'enfants, eh bien, que j'en sois privé!
Alors ils se chargèrent du présent, prirent avec eux une double somme d'argent et emmenèrent Benjamin. Ainsi ils se mirent en route, se rendirent en Egypte et se présentèrent devant Joseph. » (Genèse 43:13-15)
Certains érudits bibliques, tel que Bush, Thomas, et Leupold69, croient qu’ici nous voyons Jacob saisissant l’opportunité avec foi et maturité quand elle s’est présentée. Je ne peux être d’accord avec eux. Je vois plus d’attirance naturelle de l’homme pour les bien terrestre que de spiritualité dans ces événements. Permettez-moi de vous donner plusieurs raisons pour mes conclusions.
Premièrement, la libération de Benjamin a été réticente et seulement en face de pressures insurmontables, à la fois de la famine et de sa famille. Jacob dit, « ---Puisque c'est ainsi, faites ceci: » (verset 11). Jacob n’est pas actif mais passif, et il est plus influencé par la peur que par la foi. Deuxièmement, pendant que Jacob réfère du Dieu Tout Puissant, El Shaddai,70 il ne prie pas autant qu’il n’espère. Nous ne prions pas en disant, « que Dieu fasse ceci ou cela… », mais en parlant à Dieu LUI-MEME, « Dieu, je te demande que tu … ». Finalement, les mots « Quant à moi, si je dois rester privé d'enfants, eh bien, que j'en sois privé! » (verset 14) ne sont pas une preuve de foi, mais une expression de fatalisme.
Les mots de Jacob sont similaires en ton à ceux de l’Impératrice Esther :
« Si je dois mourir, je mourrai! » (Esther 4:16)
Beaucoup croient qu’Esther démontre de la foi pieuse ici aussi, mais il y a de nombreuses raisons pour contester ça. Le nom de Dieu n’est jamais mentionné dans le Livre d’Esther ; Tout comme il n’y a aucune instance de prière. La fête des Pourim, qui fut institué dans le Livre (9:20), ne fut jamais reconnu par Dieu. Le Livre décrit le destin de ces Juifs qui avaient choisi de rester à l’extérieur de la terre promise quand Dieu avait rendu possible d’y retourner (Esther 1:1 ; Esdras 4:6). Comme résultat, vous voyez que les Juifs ne furent pas plus sauvés par la perspicacité séculaire d’Esther que Jacob fut enrichi en pelant les rameaux pendant qu’il prenait soin des troupeaux de Laban. Dieu, agissant providentiellement, épargna les Juifs de l’annihilation aux mains de leurs ennemis. Les mots d’Esther, tout comme ceux de Jacob, étaient fatalistes. « Que sera, sera » pourrait être vrai, mais l’attitude qui le sous-entend est souvent contraire à la foi.
Pris tout entier, nous pouvons suggérer les principes qui semblent avoir gouverner les actions de Jacob à ce moment dans sa vie. Je ne les recommande à personne, mais au moins nous les expliquerons clairement pour stimuler une ré-évaluation de notre autorité personnelle.
Les Sept Lois d’Autorité de Jacob
(1) Il est mieux de s’occuper demain de tous les problèmes qui arrivent aujourd’hui. Jacob retarda d’agir promptement sur la décision d’envoyer Benjamin en Egypte avant que la situation n’atteigne des proportions énormes. Si assez de temps passe, n’importe quoi pourrait arriver, Jacob raisonna, et il n’avait aucuns problèmes à attendre indéfiniment pour ce maigre espoir.
(2) Aucun problème ne peut être plus mauvais qu’il ne semble. Si le premier principe livre une « mentalité de demain », le second est l’effort de minimiser le problème au point que ça vaut difficilement la peine de prendre le temps de penser à y trouver une solution. Si le problème n’est pas sérieux, il peut être différé indéfiniment.
(3) L’honnêteté n’est pas la meilleure chose. Jacob avait toujours beaucoup du vieux roublard en lui. Il croyait qu’une bonne communication ne causait que des problèmes. Il pensait que le moins les autres savaient à son propos, le mieux lui et sa famille s’en porteraient. Juda fut donc réprimandé parce qu’il avait dit à Joseph des choses à propos de sa famille. Beaucoup de Chrétiens aujourd’hui opèrent de cette même façon. Ils pensent qu’empêcher les autres de bien les connaître évitera les problèmes, mais eux, comme Jacob, ont tout faux. Le péché aime les secrets et les ténèbres, alors que la vertu aime la lumière (Jean 3:19-21).
(4) Prenez toujours soin de vous en premier. La conduite de Jacob fut constamment exercée en suivant ses propres intérêts. Ce fut Juda qui poussa son père à penser aux autres plutôt qu’à lui seul (verset 3). Aucun chef n’est plus difficile à suivre que celui qui ne cherche qu’à subvenir à ses propres intérêts. Réciproquement, aucun chef n’est plus facile à suivre que celui qui recherche le meilleur pour ceux qui le suivent (Éphésiens 5:22).
(5) Autant que possible, arrangez-vous pour que le blâme soit toujours reporté sur quelqu’un d’autres pour tous problèmes. Jacob chercha à rejeter la responsabilité sur Juda et ses frères parce qu’ils avaient dit la vérité (verset 6). Un bon chef est un qui prend responsabilité pour ses erreurs.
(6) Si nos efforts pour résoudre un problème loupent, ajoutez de l’argent. Jacob espérait que ses présents, avec le paiement double, l’aideraient à achever ce qu’il désirait. Les Chrétiens sont souvent accusés d’être les derniers à sortir leurs porte-monnaie. Que cela soit vrai ou pas, nous sommes tous tentés à recourir à des solutions monétaires pour tous nos problèmes. Nous pouvons payer nos enfants pour qu’ils se tiennent bien ou offrir de payer quoi que ce soit pour résoudre nos problèmes. L’argent ne résout les problèmes que rarement, pendant qu’il en cause beaucoup.
(7) Quand tout échoue, priez Dieu. Ce n’est pas un accident que Jacob ne mentionne Dieu qu’à la fin. Cela n’a jamais semblé lui paraître comme il est apparut à Joseph que Dieu était présent pendant tous ces embêtements. Son espoir que Dieu soit avec ses fils n’est que son dernier effort quand ça aurait dû être sa première ligne de défense. La religion du bunker n’a rien de nouveau, et elle n’a pas arrêté avec Jacob.
Les Frères de Joseph – Peurs et Efforts Futiles (43:16-25)
Les frères de Joseph arrivèrent avec un plan d’action ébauché préalablement par leur père. Ils offriraient le gouverneur égyptien un cadeau de quelques meilleurs produits du pays de Canaan (verset 11), et ils rendraient l’argent qui avait été retourné dans leurs sacs (verset 12). Quand les évènements commencèrent à se développer à leur retour en Egypte, la situation sembla être même plus tendue, et ces deux stratégies furent alors poursuivies avec une diligence désespérée.
« Joseph vit avec eux Benjamin, il dit alors à l'intendant qui gérait sa maison:
---Conduis ces gens chez moi, fais abattre une bête et apprête-la, car ces hommes mangeront avec moi à midi.
L'intendant exécuta les ordres de Joseph et il conduisit ces gens à la maison de son maître.
Ils furent effrayés d'être introduits dans la maison de Joseph et dirent:
---On nous a certainement fait venir à cause de l'argent qui s'est retrouvé la dernière fois dans nos sacs. Ils vont se ruer sur nous pour nous prendre comme esclaves et s'emparer de nos ânes.
Ils s'approchèrent de l'intendant de la maison de Joseph et lui parlèrent à l'entrée de la maison,
en disant:
---Excuse-nous, mon seigneur: nous sommes déjà venus une première fois pour acheter des vivres.
Quand nous sommes arrivés à l'étape où nous avons passé la nuit, nous avons ouvert nos sacs et chacun de nous a retrouvé son argent à l'ouverture de son sac, c'était exactement la somme que nous avions payée. Alors nous l'avons rapportée,
et nous avons emporté avec nous une autre somme d'argent pour acheter des vivres. Nous ne savons pas qui a remis notre argent dans nos sacs!
L'intendant répondit:
---Soyez tranquilles: tout va bien pour vous; ne craignez rien. C'est votre Dieu, le Dieu de votre père, qui a mis un trésor dans vos sacs. Pour ce qui est de votre argent, il m'a bien été remis.
Puis il relâcha Siméon et le leur fit amener.» (Genèse 43:16-23)
Quand Joseph leva les yeux et vit Benjamin avec ses frères aînés, il mit un plan en marche, apparemment sans leur en parler. Il ordonna à son serviteur d’emmener ces hommes dans sa maison et de leur préparer un repas d’une façon qui ressemble à la réception du fils prodige dans le Nouveau Testament (Luc 15:11-32).
Ne sachant pas qu’ils étaient emmenés à la maison de Joseph pour partager le repas de midi, ils pensaient que cela allait être eux qui allaient être exécutés. Leurs peurs étaient largement dues au fait qu’ils étaient emmenés à sa maison (verset 18). Nous devons nous souvenir que les prisons étaient localisées dans les maisons de figures politiques aisées. Bon, maintenant que supposez-vous allait être trouver à la maison de Joseph ? Ces frères n’étaient pas autant inquiets d’être conduit à cette maison que d’y être enfermés en dessous, dans le donjon. Peut-être était-ce le donjon où Siméon était détenu.
Désespérés, ils prirent le serviteur à part pour lui expliquer comment ils avaient trouvé l’argent dans leurs sacs et qu’ils l’avaient ramené avec eux pour le rendre. Le serviteur calma leurs peurs71 en les assurant qu’il avait bien reçu l’argent pour le grain. Effectivement, il avait été payé, mais il ne mentionna pas que c’était lui, sous les ordres de Joseph, qui l’avait rendu. En restant avec les instructions bibliques de plus tard (Matthieu 6:2-4), le serviteur les informa que c’était leur Dieu et le Dieu de leur père qui avait fournit cet argent (verset 23). Pour les rassurer encore plus, il sortit Siméon de la prison et le rendit à ses frères.
« Il les introduisit ensuite dans la maison de Joseph. Il leur apporta de l'eau pour qu'ils se lavent les pieds et fit porter du fourrage à leurs ânes.
Ils préparèrent leur présent en attendant l'arrivée de Joseph pour midi; ils avaient, en effet, appris qu'ils mangeraient là.» (Genèse 43:24-25)
Maintenant les hommes avaient appris que la raison pour laquelle ils avaient été amenés à la maison de Joseph était pour partager le repas de midi avec lui (verset 25). Attendant l’arrivée de Joseph, on leur donna de l’eau à boire et pour se rafraichir et on s’occupa de leurs animaux. Après ca, ils s’occupèrent de préparer leurs cadeaux qu’ils allaient présenter à Joseph quand il arriverait (verset 25).
Je pense qu’ils ont dû s’y mettre à grand cœur pour préparer et présenter leurs cadeaux. Pour une chose, il apparaît qu’ils avaient gagné quelques faveurs aux yeux de Joseph, puisqu’ils avaient été invités à manger. Quelle meilleure occasion que de suivre cela avec leurs cadeaux ? Et aussi, leurs efforts de rendre l’argent trouvé dans leurs sacs avaient été mis de coté. Apparemment, ça n’avait pas fait l’impression qu’ils avaient espérée. Tout semblait dépendre de comment ils allaient s’occuper des choses quand ils allaient revoir Joseph. Je peux bien imaginer ces hommes arrangeant leurs cadeaux, en premier d’une façon, puis d’une autre. Ces cadeaux devraient être très important.
L’Amour Fraternel de Joseph (43:26-34)
Quel contraste nous trouvons entre les larmes de Jacob et ses fils dans les versets préalables et les larmes de Joseph dans cette dernière section ! L’amour profond de Joseph pour ses frères n’est, bien sûr, pas encore évident pour eux, mais il nous l’est dit. Ça semble rendre les larmes des versets préalables aussi stupides qu’elles le sont.
« Joseph rentra chez lui. Ils lui offrirent le présent qu'ils avaient apporté et se prosternèrent à terre devant lui.
Il prit de leurs nouvelles et leur demanda:
---Votre père âgé dont vous m'avez parlé, se porte-t-il bien? Vit-il encore?
Ils répondirent en s'inclinant et en se prosternant jusqu'à terre:
---Ton serviteur, notre père, est encore en vie et il va bien.
En apercevant son frère Benjamin, fils de sa mère, il demanda:
---Est-ce là votre frère cadet dont vous m'avez parlé? Et il ajouta: Que Dieu te témoigne sa grâce, mon fils!
Joseph sortit en hâte car la vue de son frère l'avait profondément ému, et il chercha un endroit pour laisser couler ses larmes; il se retira dans sa chambre et pleura.
Puis il se lava le visage et ressortit. Il contint son émotion et ordonna de servir le repas.
On les servit séparément, lui à une table, ses frères à une autre, et les Egyptiens qui mangeaient avec lui à une troisième table. En effet, les Egyptiens ne peuvent pas prendre leurs repas avec les Hébreux: ils considèrent cela comme une chose abominable.
On fit asseoir les frères en face de Joseph, par ordre d'âge, de l'aîné au plus jeune, de sorte qu'ils se regardaient l'un l'autre avec stupéfaction.
Joseph leur fit servir des mets de sa propre table; Benjamin reçut une part cinq fois plus copieuse que celle des autres. Ainsi ils burent tout leur saoûl avec lui. » (Genèse 43:26-34)
Pour les frères de Joseph, rien n’était plus important que ces pistaches et amandes. Ces noix, ainsi que les autres produits du pays de Canaan, étaient espérées gagner la faveur de Joseph. Il n’y jeta pas même un coup œil. Il ne demanda pas comment elles étaient récoltées, ni quelle année elles furent produites. Ça ne l’intéressait pas. Joseph ne s’intéressait qu’aux gens, pas aux pistaches ; il était interessé par son frère Benjamin, son père Jacob, et le reste de sa famille. Ses premières paroles cherchaient des informations sur la santé de son père qui était âgé (verset 27). Puis il tourna son attention vers Benjamin, qu’il n’avait pas vu depuis plus de vingt ans. Joseph prononça sur Benjamin une bénédiction qui a dû paraître étrange et surprenante venant d’un Egyptien (Genèse 33:5,11 ; Nombres 6:25 ; Psaumes 67:1).
Reconnaissant le seul autre fils de sa mère fut trop pour Joseph. Rapidement, il quitta la présence de ses frères pour pleurer et regagner le contrôle de ses émotions (verset 30). Après avoir regagner son sang-froid et avoir laver sa figure, Joseph retourna et ordonna que le repas soit servit. En complète harmonie avec la culture égyptienne (et pour continuer à cacher son identité), Joseph fut servi à une table, ses serviteurs égyptiens à une autre, et ses frères encore à une autre, un peu séparée, et pourtant devant lui. Une situation similaire à celle qui existait entre les Juifs et les Païens dans la période du Nouveau Testament a dû ordonner cette séparation.
Plus surprenant que tout, Joseph avait arrangé pour ses frères d’être assis à la table dans l’ordre de leurs âges, de l’aîné au plus jeune. Pendant que tous ses frères mangeaient à faire éclater leurs ventres, Benjamin reçut une portion cinq fois plus grosses que celles de ses frères. L’ordre dans lequel les frères de Joseph furent assis ne leur est pas passé inaperçu, et ils se demandèrent comment cela avait pu être fait. Bien que cela ne leur ait pas suggéré que Joseph soit leur frère, cela les a convaincus que cet homme avait un savoir mystérieux qui était loin d’être normal. Il possédait un pouvoir bien plus grand que d’autres (44:15).
J’ai toujours pensé que le traitement favorable de Benjamin faisait parti du plan de Joseph pour tester ses frères, mais j’en suis moins sûr après avoir étudier ce chapitre. Je crois que donner à Benjamin cinq fois plus que ce que ses frères recevaient a servit à leur rappeler l’autre statut de faveur (venant non seulement de son père, mais aussi de leur frère Joseph). Cela a fournit la préparation pour le test des frères de Joseph dans le chapitre 44, car ils furent maintenant donnés l’opportunité de se débarrasser de Benjamin, sans en subir le blâme.
Pendant que la générosité de Joseph à l’égard de Benjamin servit à souligner le fait qu’il était maintenant, au lieu de Joseph, le fils favori, je ne pense pas que c’était la raison de Joseph pour ses actions à la table. Cela, comme le retour de l’argent à ses frères, était motivé par un amour et une bienveillance sincère. Joseph avait eu une relation bien plus intime avec Benjamin, et il n’a pas hésité à le révéler. Cette action fournit plus d’aliments pour la pensée pour ses frères à digérer. Je ne vois pas du tout cette portion multipliée comme étant quelque chose sadique ou improprement motivée. Je la vois comme étant une indication de l’amour profond de Joseph pour son frère.
Je dois admettre que j’avais dans mon esprit que Joseph avait la rencontre complète avec ses frères prévue du début à la fin. Je l’imagine presque fonctionnant comme un robot à travers chaque pas de ce programme, sachant exactement comment ses frères allaient répondre et ce qu’il allait faire en retour. Mais je ne pense vraiment pas que cela s’est passé comme ça. Je suis convaincu que Joseph comprenait sa responsabilité en tant que chef de famille et comme l’instrument de Dieu pour amener son père et ses frères à ce point de vrai changement spirituel. Je crois qu’il fit ça de la même façon qu’il servit en tant que l’instrument de Dieu, un pas après l’autre. La bonté qu’il montra ses frères dans le chapitre 43 n’avait pas de motifs cachés ou ultérieurs, mais n’avait seulement pour but de leur conférer des bénédictions. Le test du chapitre 44 doit être vu comme étant nécessaire à la lumière de leur départ, pourtant sans complètement révéler leurs caractères. Les bénédictions à la disposition de Joseph ne devraient être déverser que sur les hommes qui allaient démontrer une repentance sincere. Cette repentance deviendrait évidente dans le test qui allait suivre.
Conclusion
Historiquement et contextuellement, le chapitre 43 sert au moins deux fonctions. Premièrement, il révèle que les peurs de Jacob et de ses fils étaient complètement sans fondements. Le mieux que ces hommes pouvaient espérer était la libération de Siméon et le retour sain et sauf de tous les hommes (verset 14). Ils n’avaient aucune idée que le gouverneur d’Egypte était le fils de Jacob et le frère de ses fils. Ce que Dieu avait prévu pour eux à travers l’instrumentalité de Joseph était plus qu’il n’aurait jamais pu demander ou même penser (1 Corinthiens 2:9). Pendant que Joseph avait eu ses épreuves avec la foi, son père et ses frères agonisaient dans les leurs, harcelés par des peurs insensées.
D’une façon très spéciale, le chapitre 43 nous prépare pour le « test de l’acide » du chapitre 44. Nous pourrions être enclins à voir Joseph comme essayant d’organiser un complot pour ventiler son hostilité envers ses frères. N’était-ce pas un test inhumain et cruel ? La réponse est un tonitruant « Non ! » comme le prouve les larmes sincères d’amour et de compassion que Joseph a versé, inconnues de ses frères, dans le chapitre 43. Pourquoi est-ce que Moïse nous informe-t-il des émotions de Joseph (42:23-24 ; 43:30) si elles n’étaient pas connues de ses frères ? Simplement parce qu’il voulait que nous comprenions la raison de Joseph pour ses actions. Chaque test et chaque épreuve que Joseph imposa à ses frères était un acte d’amour sincère.
Quelle leçon cela nous donne dans le domaine de la discipline ! Nous avons tendance à dire à nos enfants, « ça me fait plus mal qu’à toi » quand nous les corrigeons, et j’espère que, en regardant l’exemple de Joseph, c’est vraiment vrai. La discipline qui est bonne pour nous devrait être sujette à un examen rigoureux attentionné. La discipline qui amène des larmes sincères aux yeux vient d’un cœur remplit d’amour. Je crois que cela est consistent avec ce que Paul voulait dire quand il écrivit,
« Frères, si quelqu'un s'est laissé surprendre par quelque faute, vous qui vous laissez conduire par l'Esprit, ramenez-le dans le droit chemin avec un esprit de douceur. Et toi qui interviens, fais attention de ne pas te laisser toi-même tenter. » (Galates 6:1)
J’ai appris une autre leçon de Joseph. Je vois que dans ses interactions avec ses frères il trouva nécessaire de contrôler ses émotions pour accomplir ce qu’il devait faire. OK, ses émotions n’étaient pas mauvaises, elles n’auraient pas dû être reniées ou réprimées. Les larmes de Joseph étaient la réponse correcte à ses circonstances. Ses larmes furent versées en privé pour dissimuler son identité, mais ses émotions furent contrôlées pour faire ce qui était de mieux pour ses frères. Si les émotions de Joseph avaient pris le dessus, ses frères n’auraient pas été amenés à une repentance sincère. Si Joseph avait simplement « fait ce que son cœur lui disait, » il aurait révélé tout de suite son identité, mais stimuler leur croissance spirituelle était plus important.
Nos émotions sont données de Dieu, et la plupart d’entre nous (hommes, du moins) essayent toujours de les renier. Les larmes n’étaient pas une honte pour Joseph ; elles étaient simplement inutiles à son but. C’est un point de vue communément accepté que nous devrions faire ce que notre cœur nous dit de faire, que nous devrions laisser l’amour nous guider. Je ne crois pas que cela soit vrai si nous comparons l’ « amour » avec nos émotions. L’ « amour » biblique (agape) n’est pas autant une émotion qu’un engagement. Agir d’une façon aimante peut demander d’agir contrairement à nos sentiments.
Permettez-moi d’illustrer cela. Ceux d’entre nous qui croyons en « donner la fessée » à nos enfants (comme la Bible nous instruit, Proverbes 13:24 ; 19:18 ; 23:13-14) savent comment ça marche. Nous venons à peine d’attraper le martinet que notre enfant commence à gémir comme s’il ou elle mourait, mais nous n’avons pourtant encore rien fait. Ces gémissements écorchent nos cœurs et nos cœurs plaident avec nous de poser le martinet. A ce moment, nos émotions doivent être contrôlées, et l’amour doit faire ce qui est correct. Cela ne devrait pas être un plaisir de corriger un enfant, et la douleur que nous nous infligeons à nous même indique que ça a été fait en amour sincère.
C’est ce que l’apôtre disait quand il écrivit,
« Et voici ce que je demande dans mes prières: c'est que votre amour gagne de plus en plus en pleine connaissance et en parfait discernement » (Philippiens 1:9)
L’amour, l’amour sincère, doit toujours être réglementé par et sujet à la connaissance et au discernement. Ce qui pourrait apparaître être bon, pourrait être l’opposé.
Quelle belle image ce chapitre nous fournit de la discipline que Dieu exerce dans les vies de SES enfants ! Seul Joseph reconnut que toutes ces choses provenaient de la main d’un Dieu aimant Qui se souciaient d’eux (45:5-8 ; 50:20). Jacob et ses autres fils ne les ont vues principalement comme étant la « main volatile de la fatalité. » Quand certains on finalement réalisés que leurs épreuves venaient de Dieu, il semblerait qu’ils aient perçu un Dieu en colère Qui ne cherchait que de la vengeance (42:21,28). C’était juste la même façon dont ils regardaient Joseph, un homme impitoyable et en colère (43:3). Mais tout comme la sévérité de Joseph était feinte (42:7), l’apparente dureté de Dieu envers SES enfants n’était pas réelle. La discipline qui vient de Dieu, comme celle qui venait de Joseph, vient d’un cœur remplit de chagrin et d’amour blessé (Hébreux 12:1-3). Sa fin désirée n’est pas la revanche, mais la restauration. Elle cherche à nous amener à l’endroit ou SES bénédictions pourront à nouveau être déversées librement dans nos vies. Mais aussi longtemps que nous choisirons de suivre notre propre chemin entêté, nous découvrirons que « … le chemin des traîtres est rude. » (Proverbes 13:15).
Les frères de Joseph nous fournissent une excellente illustration de salût. Dans leur présent état spirituel, ils se tenaient devant Joseph avec leur plus grande peur. Ils percevaient leur seul salût d’être leur « travail » d’avoir rendu l’argent qu’ils avaient trouvé dans leurs sacs et les pistaches et leurs autres cadeaux qu’ils avaient amenés de Canaan. Le premier fut refusé par le serviteur, et le second fut ignoré par Joseph. Ce n’était pas leur travail qui les a fait aimer de Joseph ; c’était leur relation. C’était ce qu’ils n’avaient pas encore réalisé.
De la même façon aujourd’hui les hommes coupables craignent la pensée de se tenir devant un Dieu juste et sacré. Nous devons faire face au futur avec une grande peur. Les hommes et les femmes cherchent frénétiquement à gagner les faveurs de Dieu ainsi que l’acceptation des « pistaches » de leur bonne conduite. De telles choses, comme essayant de vivre par la Règle d’Or ou le Sermon sur la Montagne, de faire parti d’une église, et de se faire baptiser sont inacceptables pour Dieu comme bases de salût. Ce qui sauve un homme ou une femme est une relation avec LUI à travers Jésus Christ.
Quand nous nous trouverons devant le trône de Dieu, la seule chose que Dieu ne sera intéressé sera notre relation avec Son Fils, Jésus Christ. Comme notre Seigneur LUI-MEME nous dit,
« Le chemin, répondit Jésus, c'est moi, parce que je suis la vérité et la vie. Personne ne va au Père sans passer par moi. » (Jean 14:6)
C’est le message ferme de la Bible :
« Certains pourtant l'ont accueilli; ils ont cru en lui. A tous ceux-là, il a accordé le privilège de devenir enfants de Dieu. » (Jean 1:12)
« Oui, Dieu a tant aimé le monde qu'il a donné son Fils, son unique, pour que tous ceux qui placent leur confiance en lui échappent à la perdition et qu'ils aient la vie éternelle.
En effet, Dieu a envoyé son Fils dans le monde non pas pour condamner le monde, mais pour qu'il soit *sauvé par lui.
Celui qui met sa confiance en lui n'est pas condamné, mais celui qui n'a pas foi en lui est déjà condamné, car il n'a pas mis sa confiance en la personne du Fils unique de Dieu. » (Jean 3:16-18)
« C'est en lui seul que se trouve le salut. Dans le monde entier, Dieu n'a jamais donné le nom d'aucun autre homme par lequel nous devions être sauvés. » (Actes 4:12)
« Et qu'affirme ce témoignage? Il dit que Dieu nous a donné la vie éternelle et que cette vie est en son Fils.
Celui qui a le Fils a la vie. Celui qui n'a pas le Fils de Dieu n'a pas la vie. » (1 Jean 5:11-12)
Avez-vous une relation avec Jésus Christ ? Je vous conseille d’admettre que vous êtes un pécheur, méritant la furie éternelle de Dieu. Laissez votre destinée éternelle reposer sur Jésus Christ, Qui est mort à votre place et Qui vous offre SA vertu et éternité avec LUI. Réalisez que tous les bonnes choses que vous avez faites et pourriez faire ne serviront à rien pour obtenir les bonnes faveurs de Dieu ; IL n’est satisfait qu’avec le travail que Christ a déjà fait sur la croix du Calvaire.
De Jacob, nous pouvons apprendre pas mal de leçons. Premièrement, comme nous avons déjà montré, Jacob nous fournit avec un excellent exemple de comment nous ne devrions pas nous conduire. Deuxièmement, Jacob nous rappelle que ce sont nos efforts pour nous sauver nous-mêmes qui tournent au désastre. Ce n’est seulement que quand nous abandonnons nos efforts pour sauver notre vie et acceptons la provision de Dieu que nous sommes sauvés.
« Car celui qui est préoccupé de sauver sa vie la perdra; mais celui qui perdra sa vie à cause de moi, la retrouvera.» (Matthieu 16:25)
Jacob mettait tous ses espoirs pour l’avenir en son fils Benjamin (42:38 ; 44:29-31). Sans qu’il ne le réalise, Dieu avait décidé de le sauver, lui et ses fils, par Joseph qui avait été rejeté par ses frères, qui avaient signé son arrêt de mort, et qui, pour autant que Jacob le sache, était mort. Plus tard son fils qui « n’était plus » fut élevé au trône où il fut capable de sauver ses frères. Les espoirs de Jacob étaient placés sur le mauvais fils. C’était par Juda qui s’offrit lui-même à la place de Benjamin, et Joseph, qui fut rejeté et puis glorifié, que Jacob et ses fils furent sauvés. Jacob serait sauvé à la manière dont Dieu avait décidé ou pas du tout. Dieu a dû éliminer systématiquement tous les soutiens de Jacob avant qu’il ne se décide à accepter les choses comme Dieu le voulait. Totalement dans notre caractère, n’est-ce pas ?
Finalement, Jacob nous rappelle que la seule raison les saints persévèrent est parce que Dieu continue à amener l’accomplissement de ce qu’IL a promis. Humainement parlant, si Jacob avait eu tout à sa façon (en gardant Benjamin à la maison avec lui où il était sauf), la nation d’Israël n’aurait jamais atterrit en Egypte où elle a été épargnée de la famine et du désastre spirituel (Genèse 38). Jacob n’avança en rien les desseins de Dieu ; il les combattait. Dieu sauva la nation en dépit de lui. C’est tellement encourageant de savoir que notre destin est entre SES mains, pas les nôtres.
« Et, j'en suis fermement persuadé: celui qui a commencé en vous son œuvre bonne la poursuivra jusqu'à son achèvement au jour de Jésus-Christ. » (Philippiens 1:6)
68 “. . . a little balm and a little honey (. . . either new honey from bees, or more probably honey from grapes,--a thick syrup boiled from sweet grapes, which is still carried every year from Hebron to Egypt), gum-dragon and myrrh . . . , pistachio nuts and almonds,’ . . . which are not mentioned anywhere else, are, according to the Samar. vers., the fruit of the pistacia vera, a tree resembling the terebinth,--long angular nuts of the size of hazel-nuts, with an oily kernel of a pleasant flavor; it does not thrive in Palestine now, but the nuts are imported from Aleppo.” C. F. Keil and F. Delitzsch, Biblical Commentary on the Old Testament (Grand Rapids: Eerdmans, 1968), I, p. 360.
69 For example, note these words of Thomas: “At length Jacob recovered his spiritual equilibrium, and consented to let Benjamin go. He also told them to take a gift to the great man in Egypt. In the old days he had tried to appease his brother Esau, and here again he adopted the same policy. Not only so, they were to take double money in their hand, and the money that was brought again in their sacks. He also commended them to the God of Power (El-Shaddai), praying that the Mighty God would give them mercy before the man and send back Simeon and Benjamin. The old man’s closing words indicate a fine spirit of acceptance of the Divine will: ‘If I be bereaved of my children, I am bereaved.”’ W. H. Griffith Thomas, Genesis: A Devotional Commentary (Grand Rapids: Eerdmans, 1946), p. 417.
In addition, Leupold states, “Jacob’s words at this point are not a timid wish but a powerful benediction spoken in faith.” H. C. Leupold, Exposition of Genesis (Grand Rapids: Baker Book House, 1942), II, p. 1066.
Perhaps Bush is the strongest in his position, for he writes, “It is not the sullen consent of one who yields to fate while his heart rebels against it. No; he yields in a manner worthy of a man of God; proposing first that every possible means should be used to conciliate the man, the lord of the land, and then committing the issue of the whole to God.” George Bush, Notes on Genesis (Minneapolis: James Family Christian Publishers, 1979), II, p. 313.
70 “God Almighty . . . was a title specially evocative of the covenant with Abraham (17:1) and therefore of God’s settled purpose for this family.” Derek Kidner, Genesis: An Introduction and Commentary (Chicago: Inter-Varsity Press, 1967), pp. 203-204.
“As El Shaddai, or ‘the almighty God’ the deity is seen to be not only creator and sustainer of the universe, but also the initiator and keeper of covenants. As such He is seen to move clearly in the human sphere shaping natural forces to spiritual ends.” “God, Names Of,” H. B. Kuhn, The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible (Grand Rapids: Zondervan, 1975, 1976), II, p. 763.
It was by this name that Isaac blessed Jacob before his escape from Esau (Genesis 28:3). It was also by this name that God identified Himself as He reiterated the covenant first made with Abraham (Genesis 17:1ff.) to Jacob at the time of his return to Bethel (Genesis 35:11).
71 The expression “be at ease” is literally “peace to you” (margin, NASV, verse 23). It was used elsewhere to calm the fears of Gideon (Judges 6:23).
44. Le Dernier Test : Dotân Revécu (Genèse 44:1-34)
Introduction
Il y a treize ans, j’ai passé l’été à enseigner des classes de collège dans une prison. Pendant que j’eus beaucoup d’expériences intéressantes, un de mes collègues eut une confrontation avec un prisonnier qui est pertinente à notre passage. Cet enseignant passait un film durant la classe, mais un étudiant essaya de profiter de l’obscurité pour faire une sieste. A plusieurs reprises, mon ami alla près de lui et le secoua gentillement. C’était inutile, car à ce moment là, il était tombé dans un profond sommeil et aucune petite secousse ne pouvait le réveiller. Finalement, il fut secoué un peu plus vigoureusement. Il se réveilla avec un sursaut, brandit son poing vers le visage du professeur et a laissé échapper, « Si vous refaites ça, vous allez l’avoir ! »
Il y avait constamment un garde qui patrouillait le couloir, et cela était certainement le moment pour ses services. Mon ami, progressivement, s’arrangea pour approcher la porte où il signala le garde, et l’étudiant hostile fut sorti de la classe et emmené au « trou » où il passa une semaine en détention solitaire. Il eut, bien sûr, beaucoup de temps pour considérer sa menace. Quand il retourna en classe après sa semaine, il vint vers mon ami pour s’excuser. « Monsieur, dit-il, je veux que vous sachiez que ce que j’ai dit la semaine dernière je ne l’ai vraiment pas dit sérieusement. Ce que j’ai voulu dire était « si vous refaites cela, vous pourriez le recevoir ! »
J’espère que nous réalisons tous que cela tombe un peu court de la repentance sincère. Lisant le récit des relations de Joseph avec ses frères, je suis gêné par le fait qu’il ait fallu une année ou peut-être plus avant qu’il ne leurs révèle son identité.72 Pourquoi fallut-il si longtemps ? Je crois que c’était parce qu’il n’y avait aucune évidence de repentance sincère avant les évènements du chapitre 44. Bien que les frères de Joseph soient arrivés au point où ils reconnurent la main de Dieu dans leurs épreuves durant leur premier voyage en Egypte (42:21-22,28), leur réponse était plus une de regret que de repentance. Ce fut la repentance sincère de Juda et de ses frères dans le chapitre 44 qui causa Joseph de révéler son identité et tourna leur chagrin en joie.
La raison pour laquelle ce chapitre est si vital pour nous des siècles plus tard est que la repentance est une partie indispensable de l’Evangile de Jésus Christ, et pourtant elle est rarement discutée et est fréquemment mal comprise. Les derniers mots de notre Seigneur à SES disciples parlent de la nécessité de repentance :
« ---Vous voyez, leur dit-il, les Ecritures enseignent que le *Messie doit souffrir, qu'il ressuscitera le troisième jour,
et qu'on annoncera de sa part aux hommes de toutes les nations, en commençant par Jérusalem, qu'ils doivent changer pour obtenir le pardon des péchés. » (Luc 24:46-47)
Alors, étudions ce dernier test des frères de Joseph pour apprendre plus sur ce sujet de repentance.
L’Arrestation (44:1-13)
Finalement, le repas de midi se termina, Joseph commanda ses serviteurs de donner à ses frères autant de provisions qu’ils pourraient emporter.
« Joseph ordonna à l'intendant de sa maison:
---Remplis les sacs de ces hommes d'autant de vivres qu'ils peuvent en contenir, et remets l'argent de chacun à l'entrée de son sac.
Tu mettras ma coupe, la coupe d'argent, à l'ouverture du sac du plus jeune, avec l'argent de son blé.
L'intendant exécuta les ordres de Joseph. » (Genèse 44:1-2)
Comme il l’avait fait lors du premier voyage en Egypte, Joseph ordonna ses serviteurs de placer dans leurs sacs l’argent qu’ils avaient payé pour leur grain. En plus de ça, la coupe d’argent qui appartenait à Joseph fut cachée dans le sac de Benjamin, mettant tout en scène pour le test final de ses frères.
« Le lendemain matin, dès qu'il fit jour, on laissa partir ces gens avec leurs ânes.
Ils venaient de quitter la ville, et n'en étaient pas encore bien loin, quand Joseph dit à son intendant:
---Va, poursuis ces gens! Quand tu les auras rejoints, tu leur demanderas: «Pourquoi avez-vous rendu le mal pour le bien?
Pourquoi avez-vous volé la coupe dont mon maître se sert pour boire et pour lire les présages? Vous avez très mal agi.» » (Genèse 44:3-5)
Les frères de Joseph ont du passer la nuit à sa maison, car ils partirent aux premières lueurs (verset 3). Ils venaient juste de disparaître de l’horizon quand Joseph ordonna à ses serviteurs de les poursuivre, les accusant de vol et leur dit de ramener Benjamin, dont le sac contenait la coupe d’argent. Les instructions de Joseph sont données en citation, mais elles furent certainement plus détaillées, car ce qui arriva est bien plus complexe que l’ordre simple que Joseph donna à son serviteur.
Une grosse difficulté apparaît avec la coupe d’argent qui est cachée dans le sac de Benjamin. Le servant l’a décrite comme étant la coupe que son maitre utilise pour lire les présages (verset 5). Et dans le verset 15, Joseph dit qu’il obtient des informations en lisant les présages.73 La difficulté est dans le fait qu’une révélation faite plus tard interdit de lire les présages :
« Vous ne mangerez aucune viande contenant encore son sang. Vous ne pratiquerez pas la divination; vous ne rechercherez pas les augures. » (Lévitique 19:26)
« Qu'on ne trouve chez vous personne qui immole son fils ou sa fille par le feu, personne qui pratique la divination, qui recherche les présages, consulte les augures ou s'adonne à la magie, » (Deutéronome 18:10)
Comment quelqu’un d’aussi spirituel que Joseph peut-il être coupable d’utiliser une méthode pour obtenir des informations qui est une abomination pour Dieu ?
Certains pensent que Joseph utilisait vraiment la méthode de divination.74 On nous rappelle aussi que, dans ces temps là, lire les présages n’était pas clairement condamnée par la révélation divine.75 D’autres explications ont aussi été suggérées.76 Je suis plutôt tenté de penser que c’était juste un élément de plus du déguisement très élaboré de Joseph, qui était supposé être un vrai Egyptien. Un homme si vertueux n’aurait probablement pas utilisé des méthodes que Dieu condamnerait plus tard. Quelques-uns des commandements de la Loi de Moïse, bien qu’enregistrés plus tard, étaient connus et observés bien auparavant, telle que la loi du mariage lévirat (Genèse 38:8 ; Deutéronome 25:5-6).
Parlant à son serviteur Joseph fit allusion à cette coupe différemment de ce que nous aurions pensé :
« Tu mettras ma coupe, la coupe d'argent, à l'ouverture du sac du plus jeune » (Genèse 44:2)
Qui d’autre, que son serviteur personnel, aurait reconnu cette coupe d’argent comme étant la coupe que son maitre utilisait pour lire les présages ? C’est, bien sûr, assumant que Joseph utilisait la coupe pour la divination. Mais supposez qu’il n’ait jamais utilisé la coupe pour lire les présages. Alors, comment Joseph y aurait-il fait allusion ? Juste comme il l’a fait. Il l’a appelée « ma coupe, la coupe d’argent » (verset 2). Je maintiens que Joseph a fait allusion à cette coupe de cette façon parce que cela reflétait son usage actuel et pour que le serviteur sache de quelle coupe il parlait. Il voulait qu’une coupe spéciale soit placée dans le sac de Benjamin, alors il l’a distingua par son usage unique ; c’était la coupe de Joseph – celle qu’il utilisait pour boire – qui était d’argent.
Cela explique aussi pourquoi Joseph donna des instructions très spécifiques à son serviteur à propos de comment il devrait appeler cette coupe quand il accuserait ses frères de vol :
« Pourquoi avez-vous volé la coupe dont mon maître se sert pour boire et pour lire les présages? » (Genèse 44:5)
Pourquoi a-t-il donné à son serviteur une telle latitude en tout excepté pour les mots à utiliser pour l’accusation ? Je suggèrerais que c’est précisément parce que le serviteur n’aurait jamais utilisé de tels mots pour sa réprimande. Pourquoi ? Parce que non seulement l’accusation était fausse, mais l’impression donnée l’était aussi. Si Joseph n’avait jamais utilisé cette coupe d’argent pour la divination, comment son serviteur aurait-il su la façon d’y faire allusion ? Il l’aurait appelée exactement comme Joseph lui aurait dit. Il l’aurait appelée « la coupe dont mon maître se sert pour boire et pour lire les présages », car sans aucun doute, elle fut utilisée durant le repas de midi que Joseph avait partagé avec ses frères.
Mais pourquoi toute cette magouille ? Pourquoi Joseph voulait-il que ses frères pensent que la coupe était utilisée pour lire les présages alors qu’elle ne l’était pas ? En ce qui me concerne, la réponse est évidente. Joseph voulait continuer à renforcer son déguisement d’Egyptien. Il voulait aussi faire croire à ses frères qu’il savait tout. Il fut capable de les faire asseoir à la table selon leurs âges, une chose qui les avait étonnés et stupéfaits (verset 43:33). Etant hébreux, ils s’attendaient à ce que Joseph lise les présages de cette manière, et ils ne considèreraient pas la possibilité qu’il les connaissait car ils étaient ses frères. De plus, ça les découragerait à dissimuler la vérité puisqu’ils croyaient qu’il savait tout.
Le serviteur fidèle de Joseph allait maintenant accomplir ce que son maitre ordonna. Les frères de Joseph avaient été leurrés dans un faux sens de sécurité, un qui les mènerait à prononcer une sentence sur eux-mêmes.
« L'intendant les rattrapa donc et leur parla comme son maître le lui avait dit.
Mais ils lui répondirent:
---Pourquoi mon seigneur dit-il pareille chose? Tes serviteurs n'ont jamais eu la pensée de commettre une telle action!
Nous t'avons rapporté du pays de Canaan l'argent que nous avons trouvé à l'ouverture de nos sacs. Pourquoi aurions-nous donc volé de l'argent ou de l'or dans la maison de ton maître?
Que celui de tes serviteurs chez qui on trouvera cette coupe soit mis à mort et que nous-mêmes nous devenions esclaves de mon seigneur!
L'intendant répondit:
---Bien! Je vous prends au mot! Celui sur qui on la trouvera sera mon esclave, mais tous les autres seront traités en innocents.
Ils se hâtèrent de déposer chacun son sac par terre et de l'ouvrir.
L'intendant fouilla leurs sacs en commençant par celui de l'aîné et en finissant par celui du plus jeune. Et la coupe fut trouvée dans le sac de Benjamin.
Ses frères déchirèrent leurs vêtements, chacun rechargea son âne, et ils retournèrent tous à la ville. » (Genèse 44:6-13)
Rattrapant ces Hébreux sur le chemin du retour vers leur pays, le serviteur les accusa d’avoir volé la coupe d’argent qui servait à la divination. Avec une confiance assurée et vertueuse, les frères assurèrent le serviteur qu’ils ne feraient jamais une chose pareille. Après tout, n’avaient-ils pas essayé de rendre l’argent qu’ils avaient trouvé dans leurs sacs lors de leur premier voyage ? S’ils ne voulaient pas garder l’argent qui avait été placé accidentellement dans leurs sacs, ils considèreraient encore moins voler comme des simples voleurs ce qui ne leurs appartient pas. Assurés de leur innocence, ils compensèrent un peu trop en prononçant leur propre sentence s’ils étaient déclarés coupables : Laisser le voleur, s’il y en a un, être exécuté, et faire de tous les autres des esclaves. L’esclavage était ce que ces hommes redoutaient le plus (43:18), et pourtant ils étaient prêts à le risquer car ils étaient certains de leur innocence.
Sachant qu’il découvrirait la coupe et connaissant probablement les intentions de son maître dans cette situation de les tester sur les sujets de l’union familiale et de la loyauté, le serviteur prudemment et gracieusement modifia la sentence qu’ils s’étaient imposés : Non, laisser celui à qui appartient le sac où la coupe est trouvée devenir l’esclave de Joseph et tous les autres pourront partir.
Chaque homme se dépêcha d’ouvrir son sac, car ils étaient certains que leur innocence serait prouvée. Pendant que rien ne fut dit à propos de l’or qui avait été placé dans les sacs de chaque homme (verset 1), la découverte de cet argent dans chacun de leurs sacs a dû les saisir de panique tout comme ça l’avait fait avant (42:28,35). Leur logique avait été, « comment peuvent-ils penser à voler sa coupe d’argent s’ils n’ont pas pris son argent ? » Et pourtant, pour une raison inconnue, ils avaient l’argent. Une horreur grandissante a dû envahir ces hommes quand chacun apprit que l’argent avait été trouvé dans son sac. La raison pour leur indignation vertueuse avait disparue. Mais le serviteur ne mentionna rien à propos de l’argent. Tout ce qu’il voulait était découvrir le voleur de la coupe. De l’aîné au cadet, le serviteur les passa en revue jusqu'à ce qu’il atteignit Benjamin, le dernier. Leur monde s’effondra quand la coupe fut découverte.
Ce fut la première phase du test final des frères de Joseph. Bien qu’ils aient initialement insisté que le voleur soit tué et les autres soient gardés comme esclaves, le serviteur changea la peine d’esclavage uniquement pour le coupable. Les autres pourraient partir. Et pourtant, tous les frères déchirèrent leurs vêtements en signe de chagrin et de deuil, et tous retournèrent à la maison de Joseph. S’ils avaient agi dans leurs propres intérêts, ils auraient abandonné Benjamin, l’auraient déserté, et auraient quitté l’Egypte aussi vite que possible. Mais quelque chose de bizarre arriva. Ces hommes là n’étaient pas les mêmes que ceux qui avaient décidé de se débarrasser de Joseph à Dotân (Genèse 37:18).
Plus de vingt ans s’étaient maintenant écoulé depuis qu’ils avaient vendu Joseph en esclavage, et pourtant c’était comme ils revivaient ces évènements en la personne de Benjamin. Avant, ils avaient éprouvé du ressentiment parce que Joseph avait observé leur mauvaise conduite et tout dit à Jacob (37:2). En plus, ils ressentaient le favoritisme que Jacob montrait à Joseph (37:4) juste comme Jacob favorisait maintenant Benjamin. (44:27-31). Alors qu’ils étaient loin des yeux de leur père, ils avaient trouvé une occasion de se débarrasser de Joseph. En premier, ils décidèrent de le tuer violemment (37:20), puis de le laisser mourir de faim dans une citerne (37:22), et finalement de le vendre comme esclave pour de l’argent (37:26-28).
Maintenant, une situation similaire leur faisait face. Benjamin, le favori de Jacob, était à leur merci, loin de la protection de Jacob. Il était accusé d’un crime terrible pour lequel il n’y avait aucun moyen d’établir son innocence. Ils, sans aucune culpabilité, qu’ils avaient mérité l’autre fois, pouvaient simplement choisir de s’en aller et de profiter de leur liberté aux dépens de Benjamin. Ils pourraient retourner chez leur père tout comme ils avaient fait l’autre fois et lui briser le cœur avec la nouvelle que son autre fils « n’était plus. » Plus de vingt ans plus tard, ils faisaient face à la même tentation. Allaient-ils démontrer un changement de cœur ou agiraient-ils dans leurs propres intérêts ? C’est ce que Joseph voulait savoir. Le moment de vérité arriva.
Le principe enregistré plus tard dans l’histoire d’Israël trouve certainement une application ici :
« votre avenir sera très incertain, vous connaîtrez nuit et jour la peur, vous n'aurez aucune assurance pour votre vie.
La terreur envahira votre cœur à cause de tout ce que vous aurez constamment sous les yeux, de sorte que le matin vous direz: «Si seulement c'était le soir!» Et le soir: «Quand donc viendra le matin?»
L'Eternel vous fera reprendre le chemin de l'Egypte sur des bateaux, alors qu'il vous avait dit que vous ne la reverriez plus jamais. Là, vous vous offrirez vous-mêmes comme esclaves à vos ennemis, mais personne ne voudra vous acheter. » (Deutéronome 28:66-68)
Dieu dit à SES gens que s’ils Lui obéissent, IL déverserait SES bénédictions sur eux (Deutéronome 28:1-14), mais que désobéissance amènerait la discipline (28:15). Tout comme les frères de Joseph, ceux qui choisissent de désobéir à la volonté de Dieu amènent sur eux-mêmes l’apparence du danger constant d’extinction et d’annihilation. Comme ça apparaît vrai à ce moment de la vie des frères de Joseph ! Leur vie ne semble tenir que par un fil, mais oh, quel fil fort et résistant !
La Culpabilité Admise (44:14-17)
La confidence des quelques versets préalables (versets 7-9) a été complètement érodée par la découverte de la coupe. Il n’y eut plus d’essais à faire des excuses ou à donner des explications. Au lieu, il y eut une admission de culpabilité, non seulement de la part de Benjamin mais de la part de tous.
« Juda se rendit avec ses frères à la maison de Joseph; celui-ci s'y trouvait encore; ils se prosternèrent à terre devant lui.
Joseph leur dit:
---Qu'est-ce que vous avez fait là? Ne saviez-vous pas qu'un homme tel que moi a un pouvoir de deviner les choses cachées?
Juda dit:
---Que répondrons-nous à mon seigneur? Que dirions-nous? Comment prouverions-nous notre innocence? Dieu a mis à découvert la faute de tes serviteurs. Nous voici donc les esclaves de mon seigneur, nous, ainsi que celui qui avait la coupe dans son sac.
Mais Joseph déclara:
---Il ne me viendrait pas à l'idée d'agir ainsi! L'homme dans le sac duquel on a trouvé la coupe sera mon esclave; mais vous, retournez tranquillement chez votre père. » (Genèse 44:14-17)
Lors de leur première visite, les frères avaient été seulement impressionnés par la sévérité de ce tyran égyptien (42:7 ; 43:3-5,18). Il était un homme qui faisait peur. Mais dans cette seconde mission, ils gagnèrent une appréciation pour la générosité et les intentions gentilles du gouverneur. Le somptueux repas de midi et les généreuses provisions et accommodations n’avaient pas pour intention de désarmer ces hommes, mais de les assurer de la gentillesse de Joseph. En effet, ils virent à la fois les « bontés et les sévérités » (Romains 11:22) de Joseph. Je crois qu’une partie de la raison pour laquelle ils sont retournés à la ville tous ensembles était qu’ils avaient gagné une appréciation de son intégrité. Il était un homme avec qui ils pouvaient discuter. Il était un homme intègre et juste. Cela, pour moi, est la meilleure explication des évènements du dernier chapitre, spécialement de la générosité et de l’hospitalité de Joseph au repas de midi.
Joseph est encore à la maison quand la « caravane des cœurs brisés » arriva. Les frères se prosternèrent devant lui, ne cherchant plus justice comme avant (versets 7-9) mais pitié. Joseph les réprimanda pour la mauvaise chose qu’ils avaient fait, leurs rappelant qu’il connaissait tous les vrais faits de la situation (en lisant les présages). Ils ne pourraient pas le décevoir ; il savait tout. C’était le poids de ses mots.
Juda essaya de lui faire percevoir leur détresse. Ils n’avaient aucune défense. Il ne reconnaît pas la culpabilité en ce qui concerne la coupe, et il n’essaye pas de donner une explication. Il confesse que maintenant ils reconnaissent l’origine de ce désastre. C’est Dieu contre LEQUEL ils ont péché (verset 16). Ce n’est pas pour le vol de la coupe de Joseph qu’ils ont des problèmes maintenant, mais pour leurs péchés passés. Bien que non épelés (comment, après tout, un Egyptien puisse connaître leurs péchés préalables ?), la reconnaissance de péché de Juda doit se rapporter essentiellement à la vente de Joseph en esclavage. Comme ils étaient tous coupables de ce péché (excepté Benjamin), ils sont tous coupables devant le gouverneur d’Egypte, et donc ils seront tous ses esclaves. Ils souffriront tous ensembles puisqu’ils ont tous partagés le péché.
Mais Joseph ne voulait rien entendre. Pourquoi devraient-ils tous souffrir pour le péché commit par seulement un d’entre eux ? Comme un simple Egyptien, il ne pouvait pas connaître leurs péchés passés. Il n’avait l’intention que de corriger le problème en ce qui concernait le vol de la coupe d’argent. Non, ils retourneraient tous chez leur père excepté Joseph, qui resterait comme l’esclave de Joseph (verset 17).
L’Appel de Juda (44:18-34)
De nouveau, Juda assume le rôle de chef spirituel parmi les frères. Ce fut lui, après tout, qui s’était offert en garantie pour le retour sauf de Benjamin. Maintenant cela ne semblait être qu’une possibilité plutôt éloignée. Néanmoins, il y avait quelque chose à propos de Joseph qui le poussa à faire un appel à la clémence. N’avait-il pas eu un grand intérêt à propos de Benjamin et Jacob ? Et ne fut-il pas très intéressé par l’état de santé et le bien-être de leur père (43:27) ? Contrairement à la préférence et au conseil de Jacob (43:6), Juda était décidé à dire la vérité à Joseph sans excuses et à faire un appel à sa grâce mise en évidence au repas qu’ils avaient tous partagé (43:31-34).
« Alors Juda s'avança et dit:
---De grâce, mon seigneur, permets à ton serviteur de dire une parole à mon seigneur, sans que ta colère s'enflamme contre ton serviteur, car tu es l'égal du pharaon.
La première fois, mon seigneur a questionné ses serviteurs en leur demandant: «Avez-vous un père ou un autre frère?»
Et nous avons répondu à notre seigneur: «Nous avons un père âgé et un jeune frère qui lui est né dans sa vieillesse et dont le frère est mort, celui-ci est le seul fils qui soit resté de sa mère, et son père l'aime.»
Tu as commandé à tes serviteurs: «Amenez-le moi pour que je le voie de mes propres yeux.»
Nous avons répondu à mon seigneur: «Le jeune garçon ne peut pas quitter son père; sinon celui-ci en mourra.»
Alors tu as déclaré à tes serviteurs: «Si votre jeune frère ne vient pas avec vous, vous ne serez plus admis en ma présence.»
Lorsque nous sommes revenus auprès de ton serviteur, mon père, nous lui avons rapporté les paroles de mon seigneur.
Et lorsque notre père a dit: «Retournez là-bas pour nous acheter quelques vivres»,
nous lui avons répondu: «Nous ne pouvons y retourner qu'à la condition d'emmener notre jeune frère, car s'il n'est pas avec nous, nous ne serons pas admis auprès de cet homme.»
Alors ton serviteur mon père nous a dit: «Vous savez vous-mêmes que ma femme Rachel m'a donné deux fils.
L'un d'eux m'a été enlevé. Il a certainement été dévoré par une bête sauvage, car je ne l'ai jamais revu.
Si vous prenez encore celui-ci pour l'emmener loin de moi et qu'il lui arrive malheur, vous me ferez mourir de douleur à mon grand âge.»
Maintenant donc, si je retourne auprès de ton serviteur mon père sans ramener avec nous le jeune homme auquel il est tellement attaché,
quand il constatera son absence, il mourra, et tes serviteurs seront responsables de l'avoir fait mourir de douleur dans son grand âge.
Car moi, ton serviteur, j'ai pris la responsabilité du jeune homme devant mon père; je lui ai dit: «Si je ne te le ramène pas, je serai pour toujours coupable envers mon père.»
Maintenant donc, je te prie, permets à ton serviteur de rester comme esclave de mon seigneur à la place du jeune homme, et qu'il reparte avec ses frères.
Comment pourrais-je retourner chez mon père sans le jeune garçon? Ah, que je ne sois pas témoin du malheur qui frapperait mon père! » (Genèse 44:18-34)
Avec une humble pétition pour tolérance, Juda sollicite son frère de lui donner l’opportunité de raconter toute l’histoire du début à la fin (verset 18). C’était Joseph qui avait posé des questions à propos de leur père et frère cadet (verset 19), et ils lui avaient dit la vérité. Ils avaient aussi mentionné que Benjamin avait un frère qui était décédé et que leur père était très attaché à Benjamin car il était le seul enfant qui lui restait de sa mère (verset 20). C’était Joseph qui avait insisté à voir ce frère, bien qu’ils aient essayé d’expliquer combien leur père ne voulait pas le quitter des yeux (versets 21-22). En dépit de leurs efforts de le dissuader de ça, Joseph avait demandé à voir ce frère comme preuve de leur honnêteté (verset 23). Quand ils étaient retournés à la maison, ils reportèrent tout cela à leur père Jacob (verset 24). Plus tard, il demanda à ses fils de retourner pour acheter plus de grain, mais il refusèrent de partir sans Benjamin car ils prenaient les paroles du gouverneur égyptien très au sérieux (versets 25-26).
Maintenant Juda essaye de peindre un tableau précis de la condition misérable de leur père en rapportant ces paroles comme il les avait prononcées à ses fils (versets 27-29). Sa femme préférée, il avait dit, lui avait donné deux fils. Quand l’aîné partit et n’est pas revenu, il fut forcé de conclure que son fils mourut, victime d’animaux sauvages. Emmener Benjamin, le seul autre fils de Rachel, et de ne pas revenir avec lui briserait son cœur. Non seulement la tristesse serait insurmontable, mais il impliqua aussi que le chagrin le tuerait très rapidement.
La problème difficile de Juda est maintenant décrit (versets 30-32). Si Joseph pouvait comprendre d’une manière ou d’une autre la situation dans lequel Juda se trouvait, peut-être serait-il compatissant pour sa pétition qui finit son appel (versets 33-34). La vie de ce vieil homme dont Joseph avait demandé des nouvelles est inséparablement liée avec son fils cadet, Benjamin (verset 30). Retourner au pays de Canaan sans ce fils réaliserait ce que Jacob avait lui-même suggéré, sa mort précoce (verset 31). Et Juda est le plus lié à la situation, car il est celui qui avait assuré son père du retour de Benjamin sain et sauf, s’offrant lui-même en garantie (verset 32).
Les faits furent tous étalés. La situation était maintenant étudiée à la lumière de ce que la captivité de Benjamin ferait à ce patriarche pour lequel Joseph semblait avoir montré de l’inquiétude. Si seulement Joseph consentait à une substitution, beaucoup de souffrances pourraient être évitées. Laissez moi rester comme le prisonnier de Joseph, Juda plaida (verset 33), car il ne supporterait pas de faire face à son père sans Benjamin. Il préfèrerait rester en Egypte comme esclave plutôt que d’être libre à Canaan et être témoin de la douleur et souffrance qu’il avait aidé à imposer à son père (verset 34).
Conclusion
Tout le monde connaît ce qui arrive après. Joseph s’identifiera comme étant leur frère, et la situation entière est soudainement renversée. Mais cela est le sujet du prochain chapitre. La question avec laquelle nous devons être concernés est celle-là : Pourquoi Joseph a-t-il soudainement révélé son identité ? Qu’est ce qui lui a causé de renoncer à son déguisement ?
Une considération familière de ce passage pourrait nous ammener à conclure que Juda réussit à toucher le cœur de Joseph. Joseph se révèle car il ne pouvait plus résister. Cette explication n’est pas suffisante, et ne correspond pas aux faits. En occasions préalables Joseph avait aussi été émotionnellement touché (42:24 ; 43:30), mais il a toujours été capable de contrôler ses émotions. Ce n’est pas que maintenant ses émotions avaient fini par le contrôler, mais que ses buts avaient été réalisés. L’appel de Juda n’a pas changé le cœur de Joseph autant qu’il a révélé que le cœur de Juda avait subit un changement important depuis le jour, des années auparavant, quand il avait été instrumental dans la vente de Joseph en esclavage. Joseph était maintenant capable de révéler son identité parce que une repentance sincère avait eu lieu.
Jusqu'à ce moment, il n’y avait pas eu assez d’évidences de repentance. Des chapitres passés indiquaient que les frères de Joseph reconnaissaient leurs souffrances comme étant le résultat de leur péché, mais au mieux ils n’avaient que du regret. Ils regrettaient, je crois, d’avoir vendu Joseph en esclavage. Peut-être étaient-ils désolés que leur père ait dû souffrir comme il avait. Et ils regrettaient qu’ils aient dû endurer les conséquences de leurs péchés. C’était un bon début, mais ce n’était pas assez. Le regret n’est rien de plus que ce nous attendons de tout ceux qui doivent faire face aux conséquences déplaisantes du péché. Chaque prisonnier regrette son crime ou du moins le fait qu’il ait été pris. Mais la repentance est plus qu’un regret.
Les regrets de Juda et de ses frères ne les avaient pas amenés au point de confesser leur péché à Jacob ni d’essayer d’apprendre ce qui était arrivé à Joseph. Mais maintenant, donnés l’opportunité de répéter leur péché, il y avait un important changement de cœur et d’actions de la part des frères de Joseph, exemplifié par Juda. Ils avaient décidé une fois de se débarrasser de Joseph, malgré l’impact que ça allait avoir sur Jacob, pour se venger et pour éviter de devenir ses subordonnés. Maintenant, tout l’opposé était vrai. Juda était d’accord pour devenir son esclave, bien qu’il fut déclaré innocent du vol de la coupe d’argent. Il ne pouvait endurer la pensée d’infliger plus de souffrances. Ça, mes amis, est sincère repentance.
Cela nous amène au point de définir repentance. La repentance est la reconnaissance de nos péchés résultantd’un genre de chagrin qui amène un changement dans notre intellect, dans nos émotions, et dans notre volonté. En d’autres mots, la repentance est reconnaître le péché et être sincèrement désolé, tellement désolé que ce péché sera éviter à l’avenir et qu’une nouvelle course d’actions sera recherchée.77
Le principe qui souligne les relations de Joseph dans les vies de ses frères est cela : il ne peut y avoir réconciliation sans repentance sincère. C’est ce qui a causé Joseph de retarder si longtemps la révélation de son identité à ses frères. S’il doit y avoir une vraie unité dans cette famille, il doit y avoir une sincère réconciliation. Et cette réconciliation n’arriverait pas tant que ses frères ne feraient pas l’expérience de la repentance biblique et ne la démontreraient pas.
Permettez-moi de mentionner quelques illustrations de repentance dans le Nouveau Testament. Le fils prodige pécha en demandant son héritage et en le dilapidant en menant une vie légère. Eventuellement il finit par souffrir les conséquences de son péché, donnant à manger aux porcs dans un pays éloigné et n’ayant aucune nourriture exceptée celle qu’il donnait aux cochons. Ses regrets finirent par tourner en repentance. Il réalisa la stupidité de ses péchés et languissait pour la présence de son père, même s’il devait devenir un serviteur. Il retrouva ses sens et retourna à la maison de son père, ne cherchant pas la justice, mais le pardon, et son père le reçut chaleureusement (Luc 15:10). Ça c’était la repentance biblique. Un chagrin sincère pour le péché amena un changement dans la façon de penser et les actions de ce fils. Il renonça à ses péchés (Luc 15:18) et retourna chez son père qui fut très heureux de le recevoir.
Le jeune homme riche, au contraire, vint à Jésus pour gagner le salût sans changer ses valeurs, ses priorités ou son mode de vie. Il s’en alla désolé, mais pas repentant ni sauvé, car il ne pouvait pas abandonner les vieilles habitudes de sa vie aisée (Matthieu 19:16-22). D’un autre coté, Zachée démontra une repentance sincère quand il chercha à corriger les péchés de son passé (Luc 19:1-10).
J’ose dire que vous et moi n’aurions pas fait tout ce qu’a fait Joseph pour restaurer nos frères. Et la raison, j’en ai bien peur, est que nous avons trop peu d’appréciation pour la doctrine biblique de repentance. Nous ne pensons pas qu’elle soit nécessaire, ni essayons-nous de la produire dans les vies des autres.
Quand Jean le Baptiste (Matthieu 3:2, etc.), notre Seigneur (Matthieu 4:17, etc.), et les apôtres (Marc 6:12 ; Actes 2:38 ; 17:30 ; 20:21 ; 26:20) prêchaient, la repentance était une partie inséparable du message de l’Evangile. Alors pourquoi n’est-elle pas aussi important pour nous aujourd’hui ? Pourquoi n’en faisons nous pas une partie de l’Evangile que nous proclamons ? Peut-être est-ce dû à la fausse idée de la grâce de Dieu.
Je me rappelle bien la classe accentuant le mot « confesser » plutôt que repentance. On nous enseigne correctement que « confesser » ne veut pas dire « être désolé », mais « être d’accord avec », « dire la même chose ».78 Bien que cela soit indéniable, il est faux de conclure que parce que « confesser » ne veut pas dire « être désolé », être désolé n’est pas nécessaire. La confession est l’évidence d’une repentance sincère.79 Ainsi, l’élément « désolé » est trouvé dans le mot « repentance », pas dans le mot « confesser. »
J’ai entendu dire une fois que dans l’ancien temps une personne catholique venait voir un prêtre pour une confession disant quelque chose comme, « Mon Père, j’ai… et… et je veux vous le confesser. » Aujourd’hui c’est une tout autre histoire, qui est plus similaire à ça : « Aide-moi Papa, j’suis à nouveau dans la mouise ». J’ai bien peur que nous, Protestants, soyons coupables de la même mentalité envers nos péchés. Admettre la culpabilité, nous supposons, est obtenir le pardon. Je ne pense pas que la Bible enseigne ceci quelque part. La réconciliation est basée sur une repentance sincère, pas seulement sur un récital de bafouillage de mauvaises choses que nous avons fait.
Je ne pense pas que c’est vrai seulement dans le domaine des relations spirituelles, mais dans toutes nos relations. Je crois que Dieu sauve les mariages. J’ai vu ce qui apparaissait être un mariage sans espoir, être transformé merveilleusement. Mais une réconciliation sincère ici exige aussi de la repentance. Ce dont un compagnon a le plus peur est le genre de situation où leur partenaire admet ce qu’il/elle a fait de mal, plaide d’être pardonné, et promet de changer, mais rien n’arrive. En d’autres mots, les vieilles habitudes et les problèmes continuent. La repentance ne garantit pas que les vieux problèmes ne réapparaîtront pas, mais elle nous assure que les péchés sont reconnus tels que et seront éviter dans le futur. La repentance ne désire pas faire une habitude du péché, et on compte sur Dieu pour nous fournir tout ce dont on aura besoin pour vivre de façon vertueuse. Dans Romains 7, nous voyons l’agonie d’un homme qui vit comme il ne devrait pas ou même comme il désire, mais il n’aime pas son péché ; il le deteste. Son agonie commence dans sa haine pour le péché et son désir de vivre droitement. Il y a un esprit repentant qui doit exister.
Comme nous devrions l’apprendre de Paul dans le Livre de Romains, la repentance est un bon commencement, mais ce n’est pas assez. Notre reconnaissance du péché et un désir correspondant de changer nos actions sont des conditions nécessaires à un mode de vie vertueux, mais plus de chose sont nécessaires. En plus de désirer un nouveau plan d’action, nous devons trouver une nouvelle source de compétences. La merveilleuse nouvelle de la grâce de Dieu est que non seulement IL a prit SES dispositions pour notre salût, mais aussi pour notre sanctification :
« Malheureux que je suis! Qui me délivrera de ce corps voué à la mort?
Dieu soit loué: c'est par Jésus-Christ notre Seigneur. En résumé: moi-même, je suis, par la raison, au service de la Loi de Dieu, mais je suis, dans ce que je vis concrètement[i], esclave de la loi du péché.
Maintenant donc, il n'y a plus de condamnation pour ceux qui sont unis à Jésus-Christ.
Car la loi de l'Esprit qui nous donne la vie dans l'union avec Jésus-Christ t'a libéré de la loi du péché et de la mort.
Car ce que la Loi était incapable de faire, parce que l'état de l'homme la rendait impuissante, Dieu l'a fait: il a envoyé son propre Fils avec une nature semblable à celle des hommes pécheurs et, pour régler le problème du péché, il a exécuté sur cet homme la sanction qu'encourt le péché.
Il l'a fait pour que la juste exigence de la Loi soit pleinement satisfaite en nous qui vivons, non plus à la manière de l'homme livré à lui-même, mais dans la dépendance de l'Esprit. » (Romains 7:24-8:4))
Les négociations de Joseph avec ses frères ont beaucoup d’application pour les hommes d’aujourd’hui. Pour ceux qui n’ont jamais cru en Jésus Christ, il y a une illustration du salût. Dieu, tout comme Joseph, désire déverser sur les hommes, qu’IL aime, toutes les richesses qui LUI appartiennent. Mais les hommes ne peuvent être bénis avant qu’ils se soient occuper de leurs péchés. Pour les frères de Joseph, ce tyran égyptien était plein de sagesse et était omnipotent, mais dur et à être craint. Pourtant, pour nous, il était un frère tendre dont les larmes ont révélé son cœur et ses désirs sincères. Dans le but d’amener ses frères à la repentance, Joseph doit les tester et leur faire croire que leurs vies sont en danger. Mais quand ils se reconnaissent comme des pécheurs méritant les peines auxquelles Joseph les condamnera, la repentance est réalisée, et Joseph fut libre de se révéler être un frère tendre, non pas un maitre vengeur.
Si vous n’avez jamais reconnu votre péché, si vous désirez y renoncer, et le confesser devant Dieu, alors vous, tout comme les frères de joseph, tournerez vos yeux et votre cœur vers Dieu avec seulement peur et respect. La pensée de se tenir devant Dieu vous sera plus effrayante que l’idée de retourner devant Joseph pour entendre leur sentence était pour ses frères. Mais une fois que vous réalisez que les péchés et la peine méritée qui doit être la vôtre – une fois que vous viendrez à Dieu, non pas pour troquer et marchander pour des bénédictions, mais pour vous jeter à SA merci – alors vous découvrirez l’autre face de Dieu. IL est un Père tendre, Qui désire déverser SES bienfaits sur vous. IL veut vous sauver et vous rendre capable de vivre une vie qui LUI fera plaisir et à vous aussi.
Regretter vos péchés et leurs conséquences dans votre vie n’est pas assez. Ce chagrin pour le péché doit tourner en une haine pour le péché, un désir de vous détourner du péché, et une dépendance de Dieu pour le pardon du péché et la liberté de son pouvoir. Jésus Christ est venu sur terre, IL était Dieu et Homme. IL a prit sur LUI la pénalité pour vos péchés. IL vous offre le genre de vertu que Dieu exige pour recevoir le salût et la vie éternelle. Si vous reconnaissez vos péchés, vous détourner d’eux, et faites confiance au Sauveur que Dieu a fournit, alors vous serez renaît.
Vous pouvez être restaurés en relation avec Dieu tout juste comme les frères de Joseph ont put être de nouveau intime avec leur parent. Mais laissez moi vous dire, Dieu ne rendra pas votre vie facile, ni ne déversera ses bienfaits sur vous, avant que vous ayez appris à avoir besoin de et d’avoir fait l’expérience de la repentance.
Pour les Chrétiens, nous devons nous souvenir que la repentance est un élément vital de l’Evangile de Jésus Christ. Ce n’est pas une doctrine populaire, comme vous le savez. C’est une dimension de l’Evangile qui est souvent oubliée, pensant qu’il sera plus facile de sauver des âmes si nous ne la mentionnons pas. Mais le salût n’arrivera et ne pourra pas arriver sans elle.
« Pierre leur répondit:
---Changez, et que chacun de vous se fasse baptiser au nom de Jésus-Christ, pour que vos péchés vous soient pardonnés. Alors, vous recevrez le don du Saint-Esprit. » (Actes 2:38)
« Or Dieu ne tient plus compte des temps où les hommes ne le connaissaient pas. Aujourd'hui, il leur annonce à tous, et partout, qu'ils doivent changer.
Car il a fixé un jour où il jugera le monde entier en toute justice, par un homme qu'il a désigné pour cela, ce dont il a donné à tous une preuve certaine en le ressuscitant d'entre les morts.» (Actes 17:30-31)
« Sans cesse, j'ai appelé Juifs et Grecs à se tourner vers Dieu et à croire en Jésus, notre Seigneur. » (Actes 20:21)
« Mais je me suis adressé d'abord aux habitants de Damas et à ceux de Jérusalem, puis à ceux de toute la Judée, et enfin aux païens, et je leur ai annoncé qu'ils devaient changer, se convertir à Dieu et traduire ce changement par des actes. » (Actes 26:20)
Poursuivant activement le « ministère de la réconciliation » (2 Corinthiens 5:18-21), n’oublions pas que la réconciliation ne peut pas arriver sans la repentance.
Une fois que nous sommes sauvés, le besoin de repentance n’est pas fini. La façon dont la repentance est conçue est aussi la façon dont elle continue :
« Aussi, puisque vous avez reçu le Christ, Jésus le Seigneur, comportez-vous comme des gens unis à lui: » (Colossiens 2:6)
Je crois que c’est ce que Paul voulait dire dans le Livre de Romains quand il dit,
« Ne vous laissez pas modeler par le monde actuel, mais laissez-vous transformer par le renouvellement de votre pensée, pour pouvoir discerner la volonté de Dieu: ce qui est bon, ce qui lui plaît, ce qui est parfait. » (Romains 12:2)
Le processus qui commença à la conversion en est un qui est toujours en cours. Nous présentant quotidiennement devant Dieu, nous devons continuer à découvrir SON esprit et devenir conscients de nouvelles vérités, autant qu’être coupables de désobéissances dont nous ne connaissions pas préalablement. Jean appelait cela « … vivons dans la lumière, tout comme Dieu lui-même est dans la lumière… » (1 Jean 1:7). Nous devrions continuellement faire l’expérience du renouveau de notre esprit, qui devrait résulter de notre renoncement des façons obscures et de marcher dans la lumière qui nous a été donnée. La repentance, en un sens, continuera pendant toute nos vies jusqu'à ce que nous ayons, en SA présence, été transformés en toute conformité avec LUI.
Malheureusement, il viendra des moments de désobéissance volontaire. Nos pieds glisseront, et nous pécherons en faisant des choses que nous savons nous ne devrions pas faire. Dans de tels moments, la repentance devra être aussi trouvée pour que la totale relation et intimité avec Dieu soit appréciée et pour que nous puissions en faire de nouveau l’expérience :
« J'ai cependant un reproche à te faire: tu as abandonné l'amour que tu avais au début.
Allons! Rappelle-toi d'où tu es tombé! Change et reviens à ta conduite première! Sinon, je viendrai à toi, et j'ôterai ton chandelier de sa place si tu ne changes pas. » (Apocalypse 2:4-5)
« ---A l'ange de l'Eglise de Laodicée, écris: «Voici ce que dit celui qui s'appelle Amen, le témoin digne de foi et véridique, celui qui a présidé à toute la création de Dieu.
Je connais ta conduite et je sais que tu n'es ni froid, ni bouillant. Ah! si seulement tu étais froid ou bouillant!
Mais puisque tu es tiède, puisque tu n'es ni froid, ni bouillant, je vais te vomir de ma bouche.
Tu dis: Je suis riche! J'ai amassé des trésors! Je n'ai besoin de rien! Et tu ne te rends pas compte que tu es misérable et pitoyable, que tu es pauvre, aveugle et nu!
C'est pourquoi je te donne un conseil: achète chez moi de l'or purifié au feu pour devenir réellement riche, des vêtements blancs pour te couvrir afin qu'on ne voie pas ta honteuse nudité, et un collyre pour soigner tes yeux afin que tu puisses voir clair.
Moi, ceux que j'aime, je les reprends et je les corrige. Fais donc preuve de zèle, et change!
Voici: je me tiens devant la porte et je frappe. Si quelqu'un entend ma voix et ouvre la porte, j'entrerai chez lui et je dînerai avec lui et lui avec moi. » (Apocalypse 3:14-20)
Pour tous les deux, Chrétien et non-Chrétien, la repentance est un pas plus loinque la reconnaissance du péché et le regret de ses conséquences ; c’est une decision de se détourner du péché, vers LUI Qui est pur et dont le chemin est celui de la vertu. C’est se détourner de nos péchés et de nos propres efforts et compter sur notre Seigneur Jésus Christ pour notre pardon et pour nous donner tout ce que nous avons besoin. Utilisons la comme notre guide :
« C'est pourquoi, si je vous ai causé de la peine par ma précédente lettre, je ne le regrette pas. Certes, je l'ai d'abord regretté en voyant combien elle vous a attristés sur le moment.
Mais maintenant je me réjouis, non pas de votre tristesse, mais de ce que cette tristesse vous ait amenés à changer d'attitude. Car la tristesse que vous avez éprouvée était bonne aux yeux de Dieu, si bien qu'en fait nous ne vous avons causé aucun tort.
En effet, la tristesse qui est bonne aux yeux de Dieu produit un changement d'attitude qui conduit au salut et qu'on ne regrette pas. La tristesse du monde, elle, produit la mort.
Cette tristesse qui est bonne aux yeux de Dieu, voyez quel empressement elle a produit en vous: quelles excuses vous avez présentées, quelle indignation vous avez manifestée, et quelle crainte, quel ardent désir de me revoir, quel zèle, quelle détermination à punir le mal! Par toute votre attitude, vous avez prouvé que vous étiez innocents en cette affaire.
Bref, si je vous ai écrit, ce n'était pas à cause de celui qui a commis l'offense ni à cause de celui qui l'a subie, mais c'était pour que votre empressement pour nous soit manifesté devant Dieu parmi vous. » (2 Corinthiens 7:8-12)
72 It would appear that the first journey to Egypt for grain occurred in the first year of the famine (cf. 42:1ff.). It would take some time for Joseph’s brothers to travel from Canaan to Egypt and return, plus the fact that Jacob resisted any thought of a second trip to Egypt until all the grain was gone and his sons pressured him to face reality and release Benjamin (cf. 43:2,10). When Joseph revealed his identity to his brothers at the end of their second journey to Egypt, he said that five years of famine remained (45:11), indicating that two of the seven years of famine had elapsed. An estimate of one year, therefore, cannot miss the mark by much.
73 “As far as such practice is concerned, it is said to have been used in several forms. Some poured clear water into a bowl or a cup and then strewed into the water small pieces or particles of gold and of silver or even of precious stones. Some poured oil into the water. Still others observed the manner in which light rays broke on the surface. Usually the resulting designs to be observed in the water, whether from the particles thrown into it or from the oil, were construed after certain rules in order to draw conclusions as to the future.” H. C. Leupold, Exposition of Genesis (Grand Rapids: Baker Book House, 1942), II, p. 1081.
74 “It would seem clear from the narrative that Joseph was in the habit of using the art of divination.” W. H. Griffith Thomas, Genesis: A Devotional Commentary (Grand Rapids: Eerdmans, 1946), p. 418.
75 “Unless this was part of his pose, Joseph here took his colouring from Egypt, in a matter on which no law was as yet in being.” Derek Kidner, Genesis: An Introduction and Commentary (Chicago: Inter-Varsity Press, 1967), p. 205.
76 “There still remains the possibility, as Vilmar points out, that it may actually have pleased God to use some such means in order to convey higher revelation to Joseph.” H. C. Leupold, Exposition of Genesis, II, p. 1081.
77 “Repentance, penitence, and conversion are closely linked. Whenever someone gives his thought and life a new direction, it always involves a judgment on his previous views and behaviour. This process is expressed in the NT by three word groups which deal with its various aspects: epistrepho, metamelomai, and metanoeo. The first and third both mean turn round, turn oneself round, and refer to a man’s conversion. This presupposes and includes a complete change under the influence of the Holy Spirit. Metamelomai expresses rather the feeling of repentance for error, debt, failure and sin, and so it looks back. Hence, it does not necessarily cause a man to turn to God. Epistrepho is probably the widest conception, because it always includes faith. We often find pisteuo, believe, expressly used with metanoeo, since faith complements repentance. . . .” Colin Brown, ed., “Conversion, Penitence, Repentance, Proselyte,” The New International Dictionary of New Testament Theology (Grand Rapids: Zondervan, 1975), I, pp. 353-354.
Berkhoff distinguished three elements of repentance:
“a. An intellectual element. There is a change of view, a recognition of sin as involving personal guilt, defilement, and helplessness. It is designated in Scripture as epignosis hamartias (knowledge of sin), Rom. 3:20, cf. 1:32 . . .
“b. An emotional element. There is a change of feeling, manifesting itself in sorrow for sin committed against a holy and just God, Ps. 51:2,10,14. . . .
“c. A volitional element. There is also a volitional element, consisting in a change of purpose, an inward turning away from sin and a disposition to seek pardon and cleansing, Ps. 51:5,7,10; Jer. 25:5.” L. Berkhoff, Systematic Theology (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1941), p. 486.
78 “Homologeo (Soph. onwards) and homologia (Hat. onwards) are compounds of homos, the same, similar, and lego, say, or logos, word, speech. Hence, homologeo means to say the same, i.e., agree in one’s statements, and homologia means agreement, consent.” D. Furst, “Confess,” The New International Dictionary of New Testament Theology, Vol. I, p. 344.
79 “Confession is a sign of repentance . . . and thus a mark of the new life of faith.” Ibid., p. 346.
45. Les Principes du Pardon (Genèse 45:1-28)
Introduction
Près d’une ville dans l’Etat de Washington, des millions de litres de déchets radioactifs sont enterrés dans de vastes citernes sous-terraines. Les citernes ont une durée de vie de 20 à 30 ans. Les déchets à l’intérieur resteront meurtriers pendant à peu près 600 ans.80
Nous vivons dans une société qui, comme ces citernes dans l’Etat de Washington, essaye d’emmagasiner la colère qui, tôt ou tard, va exploser, causant douleur et misère pour beaucoup. Dans notre monde, il y a beaucoup trop de gens hostiles qui essayent de trouver un moyen de décharger leur colère. La colère coutent très cher à beaucoup autour de nous :
Quatre-vingt pourcent de tous les meurtres sont commis par de gens qui ont quelque sorte de relation avec la victime. Quelqu’un s’énerve, il y a une arme ou un couteau à portée de main, et il en résulte une tragédie. Selon les dossiers hospitaliers, un nombre incroyable de parent ont infligé des blessures sérieuses à leurs enfants en bas âges dues à des coups de colère. Il est estimé que 60 000 enfants par an en Amérique sont battus à mort, et que plus d’enfants de moins de cinq ans sont tués par leurs parents que par des maladies.81
A part blesser les autres, la colère nous tue aussi. La répression de la colère et de l’amertume détruit notre santé et notre paix intérieure :
Une recherche indique que la colère non traitée peut produire toutes sortes de problèmes physiques. Dr Léo Madow dans son livre, Anger, suggère que ces problèmes physiques s’étendent de l'arthrite à l'asthme, de désordres urinaires au coryza. Et nous savons depuis très longtemps que la colère peut causer de sérieux problèmes émotionnels quand elle n’est pas traitée correctement.82
Tout cela devrait nous forcer à conclure que la colère est un des plus grands problèmes de notre temps.
Dr Léon Saul, Psychiatre et auteur, écrit,
« Je crois que l’hostilité de l’homme pour l’homme est le problème central des affaires humaines… que c’est une maladie à guérir et à prévenir tout comme le cancer, la tuberculose ou la variole, et que sa cure résultera d’un mode de vie meilleur, plus sain – pas seulement pour la société en général mais pour chaque individu en particulier. »83
Bien que cela ne soit pas la solution à chaque instance de colère,84 le pardon est la réponse à beaucoup, sinon pas presque toutes les colères dont nous faisons l’expérience dans la vie. La colère non résolue conduit à l’amertume, l’hostilité, et la revanche. Le pardon conduit à la liberté et à la réconciliation. Aucun caractère dans le drame du Livre de Genèse n’illustre mieux les rudiments du pardon que Joseph, et aucun chapitre ne définit et ne décrit plus clairement l’essentiel du pardon que le chapitre 45.
Ces années que Joseph a passé en esclavage et en prison auraient pu être l’occasion pour une étincelle de déclencher une explosion de colère à la vue de ses frères. Joseph aurait pu être tellement en colère avec Dieu pour l’avoir mis dans cette situation. Mais Joseph reconnut que Dieu était avec lui dans ses souffrances et que celles-ci venaient de la main tendre d’un Dieu souverain. Plus que tout, Joseph aurait pu être en colère avec ses frères, qui l’avait insensiblement vendu en esclavage.
L’apogée de la relation de Joseph avec ses frères vient dans le 45ème chapitre, car c’est ici qu’une réconciliation arrive entre eux. Ce fut rendu possible de la part des frères par leur repentance sincère, regrettant leur péché en ce qui concernait Joseph, et en faisant le contraire de ce qu’ils avaient fait quand une situation similaire se présenta regardant Benjamin. Mais de la part de Joseph, la réconciliation fut achevée par un pardon total et sincère de ses frères pour le mal qu’ils lui avaient fait.
« En effet, si vous pardonnez aux autres leurs fautes, votre Père céleste vous pardonnera aussi.
Mais si vous ne pardonnez pas aux hommes, votre Père ne vous pardonnera pas non plus vos fautes. » (Matthieu 6:14-15)
Pardonner est aussi une part essentielle de notre responsabilité envers les autres, amis et ennemis :
« Amertume, irritation, colère, éclats de voix, insultes: faites disparaître tout cela du milieu de vous, ainsi que toute forme de méchanceté.
Soyez bons et compréhensifs les uns envers les autres. Pardonnez-vous réciproquement comme Dieu vous a pardonné en Christ. » (Éphésiens 4:31-32)
« ---Vous avez appris qu'il a été dit: «Tu aimeras ton prochain et tu haïras ton ennemi[n].»
Eh bien, moi je vous dis: Aimez vos ennemis et priez pour ceux qui vous persécutent.
Ainsi vous vous comporterez vraiment comme des enfants de votre Père céleste, car lui, il fait luire son soleil sur les méchants aussi bien que sur les bons, et il accorde sa pluie à ceux qui sont justes comme aux injustes. » (Matthieu 5:43-45)
Cherchons donc à apprendre les leçons sur le pardon que ce chapitre nous offre.
Un Discours aux Muets (45:1-15)
« Alors Joseph, ne pouvant plus dominer son émotion devant tous ceux qui étaient présents, s'écria:
---Faites sortir tout le monde!
Ainsi personne de son entourage n'était en sa présence lorsqu'il fit connaître son identité à ses frères.
Mais il sanglotait si fort en parlant que les Egyptiens l'entendirent, et la nouvelle parvint jusqu'au palais du pharaon. » (Genèse 45:1-2)
Il peut apparaître à première vue que Joseph fut simplement submergé par ses émotions et fut obligé de dévoiler son identité. J’ai déjà suggéré que ce n’était pas le cas.85 Même si ses émotions ont fait surface involontairement, Joseph quitta simplement la présence de ses frères, pleura, et revint (43:30-31). Il révéla son identité à ses frères car ils avaient prouvé leur repentance sincère qui rendu possible la réconciliation.
Maintenant qu’il était temps de révéler son identité, Joseph voulait le faire dans l’intimité. Je vois plusieurs raisons pour lesquelles Joseph fit sortir les Egyptiens de la salle avant de révéler son secret à ses frères. Premièrement, c’était une question de famille. Cela devait être un moment entre eux, et des étrangers n’y auraient rien ajouté. Peut-être Joseph a-t-il pensé que relâcher toutes ses émotions, contrôlées pendant des années, lui coûterait le respect de ses serviteurs ? Cependant, principalement, je crois qu’il y avait une autre raison pour laquelle Joseph ait ordonné à tout le monde de quitter la salle, excepté ses frères : c’était pour traiter la question du péché de ses frères dans la plus grande intimité. Si Joseph avait eu l’intention que personne n’observe l’épanchement de ses émotions, excepté ses frères, ça n’a pas marché, car « les Egyptiens l’entendirent » (verset 2), et ce rapport arriva même jusqu'aux oreilles de Pharaon (versets 2,16).
Avant, j’avais tendance à lire les versets 3-15 du point de vue de Joseph sans faire beaucoup attention à comment ses frères avaient du répondre, mais Moïse décrit en détails le choc émotionnel qu’ils subirent :
« Il dit à ses frères:
---Je suis Joseph! Mon père est-il encore en vie?
Mais ses frères étaient incapables de lui répondre tant ils avaient peur de lui.
Alors Joseph leur dit:
---Venez près de moi!
Ils s'approchèrent.
---Je suis Joseph, leur dit-il, votre frère, que vous avez vendu pour être emmené en Egypte.
Et maintenant, ne vous tourmentez pas et ne vous accablez pas de remords de m'avoir vendu comme esclave. C'est pour vous sauver la vie que Dieu m'a envoyé devant vous.
Car voici deux ans que la famine sévit dans ce pays et pendant cinq ans encore, il n'y aura ni labour ni moisson.
Dieu m'a envoyé devant vous pour vous faire subsister sur la terre et vous garder la vie, par une très grande délivrance.
C'est pourquoi ce n'est pas vous qui m'avez envoyé ici, c'est Dieu. Et il m'a élevé au rang de «Père pour le pharaon[b]», faisant de moi le maître de toute sa cour et le dirigeant de toute l'Egypte.
Retournez donc au plus vite auprès de mon père et dites-lui: «Ton fils Joseph te fait dire ceci: Dieu m'a établi maître de toute l'Egypte; viens auprès de moi sans tarder.
Tu habiteras dans la région de Gochên[c], pour être proche de moi, toi, tes enfants et tes petits-enfants, tes moutons, tes chèvres et tes bœufs et tout ce qui t'appartient.
Et là, je pourvoirai à tes besoins pour que tu ne restes pas sans ressources, toi, ta famille et tout ce qui t'appartient. En effet, il y aura encore cinq ans de famine[d].»
Et voici: vous voyez de vos yeux, et mon frère Benjamin également, que c'est bien moi qui vous parle.
Informez mon père des honneurs dont je suis comblé en Egypte, racontez-lui tout ce que vous avez vu et dépêchez-vous de le faire venir ici.
Puis il se jeta au cou de Benjamin, son frère, et tous deux pleurèrent de joie sur les épaules l'un de l'autre.
Ensuite, il embrassa tous ses frères en pleurant. Après quoi, ses frères s'entretinrent avec lui. » (Genèse 45:3-15)
Mettez-vous dans les chaussures de ces frères pour un moment. Ils avaient été traités gracieusement par Joseph, offerts l’hospitalité de sa maison et de sa table et donnés de généreuses provisions pour leurs familles là-bas au pays de Canaan (43:32-44). Puis ils furent arrêtés et fouillés, chacun d’entre eux étant trouvé avec leur argent dans leur sac et Benjamin en possession de la coupe de Joseph (44:6-13). Leur culpabilité fut reconnue et ils furent tous d’accord pour rester esclaves de Joseph, mais Joseph refusa de les détenir excepté Benjamin, le « coupable » (44:14-17). Ensuite, Juda fit un appel passionné de clémence pour son vieux père, s’offrant lui-même à la place de Benjamin (44:18-34).
C’est maintenant que le chapitre 45 commence. Juda et ses frères attendent anxieusement le verdict de Joseph, un qui affectera le cours de leurs vies. Sans savoir qui Joseph est ou ce qu’il allait faire, les frères observèrent le potentat renvoyer tout le monde de la salle. Ils ont pu peut-être voir les larmes coulées sur ses joues et sa poitrine se soulever avec émotion. Mais, qu’était la source de cette grande émotion ? Etait-ce colère, qui amènerait plus de troubles ? Comment pourrait-il en être autrement ?
S’ils pensaient que le pire était passé, ils avaient tort, du moins dans leurs esprits, car maintenant l’Egyptien laissa échapper dans leur langue native, « Je suis Joseph ! » C’était la pire nouvelle qu’ils auraient pu espérer entendre. Cela ne les soulagea pas, mais ne leurs ouvrit que de nouvelles avenues d’anxiété. C’était déjà pas mal d’être devant un puissant gouverneur égyptien qui était en colère à propos du vol d’une coupe, mais de réaliser qu’il était leur frère qu’ils avaient vendu en esclavage – ça, c’était trop ! Avant, ils avaient eu au moins un espoir que ce juge serait impartial et que la pitié pourrait le motiver à accepter leur appel. Mais maintenant, leur juge était certainement devenu leur ennemi, qu’ils avaient injustement condamné. Comment pouvaient-ils espérer un meilleur traitement de sa part ? Pas étonnant qu’ils étaient pétrifiés (verset 3).
La peur et la culpabilité étaient écrites sur leurs visages livides, et leur silence le confirma à Joseph. Ils n’avaient plus rien à dire, plus d’appels, plus d’espoir pour de la clémence. Chaque mot enregistré dans les 15 premiers versets du chapitre 45 est prononcé par Joseph car ses frères étaient muets (verset 3). Ils n’ont pas parlé avant que Joseph leur ait démontré qu’il les avait pardonnés (verset 15).
Les premiers mots de Joseph déclarèrent son identité, suivie rapidement par une indication d’inquiétude pour son père (verset 3). Lui, comme Juda et les autres, s’inquiétait beaucoup pour leur père âgé. La pensée de la douleur de Jacob était insupportable à Joseph autant qu’aux autres. Mais il s’inquiétait aussi pour ses frères. Ils ont dû se rabougrir en horreur, mais Joseph leur demanda de s’approcher de lui (verset 4).
Nulle part dans ce chapitre n’est le péché de ses frères minimisé. Depuis le début, Joseph leur dit que le traitement qu’ils lui avaient infligé avait été honteux. Vous voyez, le pardon n’a pas besoin de minimiser le péché, mais de le neutraliser. Nous devons pourtant nous rappeler qu’ils étaient déjà arrivés au point de la reconnaissance de leurs actions comme étant honteuses (42:21) et au point de repentance (chapitre 44). Puisqu’ils avaient reconnu la magnitude de leur péché, Joseph n’avait pas besoin de mettre de l’huile sur le feu à ce propos. Au lieu de ça, l’accent est sur la totalité du pardon qu’il leur a accordé ou, comme l’auteur de la chanson l’a décrit, « la grâce est plus grande que tous mes péchés. »
Les paroles de Joseph sont remplies d’espoir et d’encouragement. Les versets 5-8 assurent ces hommes que leur péché n’a pas fait échouer les desseins de Dieu. « Vous m’avez vendu » Joseph a dit, « mais Dieu m’a envoyé » (verset 5). Leur but était de détruire, mais celui de Dieu était de sauver. Les hommes peuvent pécher en essayant de faire ce qui est inacceptable à Dieu, pendant qu’au même moment ils accomplissent ce que Dieu veut faire.
« cet homme a été livré entre vos mains conformément à la décision que Dieu avait prise et au projet qu'il avait établi d'avance. Et vous, vous l'avez tué en le faisant crucifier par des hommes qui ne connaissent pas Dieu. » (Actes 2 :23)
La doctrine de la souveraineté de Dieu nous assure que pendant que les hommes peuvent faire de mauvaises choses pour de mauvaises raisons, Dieu peut causer « le mal » pour accomplir SES bons et parfaits buts.
Nous savons que le Dieu juste déteste tous les péchés avec une haine parfaite irréconciliable ; mais c’est sa prérogative d’amener le bien à travers le mal, et aucun mal ne peut être commit sans SA connaissance ou en opposition à SES conseils sacrés. Les pécheurs sont autant des ministres de SA providence que les saints, et IL SE glorifie LUI-MEME autant par les faiblesses qu’IL déteste et punit, que par SA sainteté qu’IL aime et récompense.86
En ces mots des Ecritures sacrées,
« Car même la fureur des hommes tournera à ta gloire » (Psaumes 76:11)
Le salût, pas la destruction, était le dessein de Dieu en ce qui arriva. Alors, comment Joseph aurait-il pu considérer faire à ses frères ce dont ils avaient peur ? La famine, longue de deux ans, devait continuer cinq ans de plus avant d’avoir fini sa course. Jacob et ses fils devaient venir en Egypte où Joseph pourrait leur fournir tout ce dont ils auraient besoin, et par-là, épargner la nation. Pendant que Dieu n’ait pas sanctionné leurs moyens ou leurs motifs, Joseph fut destiné à aller en Egypte où il deviendrait l’instrument par lequel Israël serait épargné et qui serait plus tard garder en vie par une « grande délivrance » (verset 7).
Cette prophétie va bien plus loin que la révélation précédente donnée à Abram concernant le séjour d’Israël en Egypte :
« Le Seigneur lui dit:
---Sache bien que tes descendants vivront en étrangers dans un pays qui ne leur appartiendra pas, on en fera des esclaves et on les opprimera pendant quatre cents ans.
Mais je punirai la nation qui les aura réduits en esclavage et ils quitteront le pays chargés de grandes richesses. » (Genèse 15:13-14)
Abram ne fut pas dit que le « pays qui ne leur appartiendra pas » serait l’Egypte, ni comment Israël atterrirait là-bas. Il n’est pas non-plus mentionné que leur « exode » serait une sorte d’évasion. Le point de tout ça est que même si Joseph connaissait les paroles de Dieu à Abram, il n’aurait pas pu savoir tout ce qu’il dit à ses frères. Il y aurait très bien pu avoir un élément de prophétie. Dieu aurait pu révéler à Joseph à un certain moment (quand il était en prison ?) SES desseins en permettant ses souffrances de reject et persécution.
En fin de compte, ce ne fut pas ses frères qui furent responsables pour envoyer Joseph en Egypte, mais Dieu, dans le but d’amener leur salût. Et en route, Joseph fut élevé à une position d’autorité et de proéminence, le conseiller de Pharaon87 et dirigeant de toute l’Egypte. Nous avons un dicton, « tout est bien qui finit bien » qui est vrai dans un sens pour Joseph. L’explication de Joseph de tout ce qui était arrivé et la raison de Dieu pour ça est suivie par une exhortation à retourner rapidement au pays de Canaan, rassembler leur père, leurs familles, et leurs troupeaux et revenir en Egypte (versets 9-13).
Approximativement une année avait passé depuis que les frères de Joseph étaient arrivés en Egypte, mais ce délai n’était pas dû à l’indifférence ou à la réserve de Joseph – il a simplement dû attendre patiemment jusqu'à ce que ses frères démontrèrent un changement de cœur et d’esprit (repentance). Maintenant, Joseph poussa ses frères à ramener leur père rapidement en Egypte (verset 9) où ils vivraient près de lui dans le pays de Gochên. Il semble que là, sa famille aurait toute la pâture dont ils auraient besoin pour leurs troupeaux, serait relativement prés de lui, et pourtant resterait un peu à l’écart des citadins égyptiens, qui n’aimaient pas les Hébreux (46:34).88
Dans ces versets, il y a un accent notable sur la gloire et la splendeur que Joseph atteignit en Egypte. Pour certains, cela semble ne pas être dans le caractère de Joseph, qui auparavant était rempli de modestie et d’humilité. Pourquoi ferait-il maintenant étalage de sa position devant ses frères ? Il y a plusieurs explications, parmi lesquelles une ou plus pourraient nous intéresser.
Premièrement, la gloire que Joseph possédait maintenant servirait à encourager ses frères, qui étaient remplis de culpabilité pour la mauvaise action qu’ils avaient commise contre lui en le vendant comme esclave. Joseph leur rappellerait donc que son humiliation et ses souffrances furent les raisons de sa promotion et son exaltation. Regardez ce que leur péché avait accomplit dans la vie de Joseph ! Deuxièmement, ça réconforterait Jacob et l’assurerait du fait que Joseph pouvait fournir tout ce qu’aurait besoin toute sa famille pendant la famine. Finalement, c’était une gloire que Joseph désirait partager généreusement avec ses frères. Ses motifs seraient donc comme ceux de Christ :
« Après avoir ainsi parlé, Jésus leva les yeux au ciel et dit:
---Mon Père, l'heure est venue: fais éclater la gloire de ton Fils, pour qu'à son tour, le Fils fasse éclater ta gloire.
En effet, tu lui as donné autorité sur l'humanité entière afin qu'il donne la vie éternelle à tous ceux que tu lui as donnés.
Or, la vie éternelle consiste à te connaître, toi le Dieu unique et véritable, et celui que tu as envoyé: Jésus-Christ.
J'ai fait connaître ta gloire sur la terre en accomplissant l'œuvre que tu m'avais confiée.
Et maintenant, Père, revêts-moi de gloire en ta présence, donne-moi cette gloire que j'avais déjà auprès de toi avant les origines du monde...
Je leur ai donné la gloire que tu m'as donnée, afin qu'ils soient un, comme toi et moi nous sommes un… » (Jean 17:1-5,22)
Avec cela, Joseph sauta au coup de son frère le plus près, Benjamin, et pleura. Benjamin lui aussi pleura dans les bras de son frère. Finalement, Joseph pleura avec tous ses frères qui, à la fin, furent assez soulagés pour commencer à parler avec lui. Il faudra longtemps avant que ces hommes puissent comprendre complètement la grâce du pardon qui leur fut accordée par Joseph.
Pharaon Est Content (45:16-20)
C’est incroyable que le désir de Joseph fut de sauver sa famille plutôt que de chercher à se venger. Il insista virtuellement à ce que ses frères partent rapidement et ramènent leurs familles entières aussitôt que possible. Mais le mieux de tout fut la confirmation de l’hospitalité de Joseph par personne d’autre que Pharaon lui-même.
« La nouvelle de l'arrivée des frères de Joseph se répandit aussitôt au palais du pharaon. Elle fit plaisir au pharaon et à ses hauts fonctionnaires.
Le pharaon dit à Joseph:
---Tu diras à tes frères: «Voilà ce que vous allez faire: Chargez vos bêtes et retournez au pays de Canaan,
pour aller y chercher votre père ainsi que vos familles. Puis vous reviendrez chez moi et je vous donnerai les bonnes terres d'Egypte et vous mangerez les meilleurs produits du pays.»
Quant à toi, transmets-leur l'ordre suivant: «Emmenez avec vous d'Egypte des chariots pour vos enfants et vos femmes, faites-y monter aussi votre père et revenez.
N'ayez pas de regret pour ce que vous laisserez, car ce qu'il y a de meilleur dans toute l'Egypte sera à votre disposition.» » (Genèse 45:16-20)
Pharaon avait reçu le rapport (s’il n’avait pas entendu Joseph pleurer lui-même, verset 22) qu’il y avait une réunion entre Joseph et ses frères. Nous espérons presque que Pharaon était content, mais une telle réponse devait être très inhabituelle. Nous savons que les Hébreux n’étaient pas aimés des Egyptiens (43:32 ; 46:34). Si Pharaon savait comment Joseph était arrivé en Egypte, il n’aurait certainement pas beaucoup aimé ses frères.
Je ne peux penser qu’à deux raisons pour lesquelles Pharaon ait été content d’apprendre l’arrivée des frères de Joseph. La première est évidente : Pharaon avait le plus grand respect pour Joseph. Joseph avait virtuellement sauvé son royaume et améliorerait énormément sa position en Egypte (17:13-26). Tout ce qui ferait plaisir à Joseph faisait plaisir à Pharaon.
Il y a pourtant une autre explication pour la joie de Pharaon qui, je crois, est très instructive. Elle nous aide aussi à mieux comprendre pourquoi Joseph renvoya ses serviteurs de la salle quand il révéla son identité à ses frères. Il semblerait que Joseph n’ait jamais informé Pharaon de l’injustice qui lui avait été faite par ses frères. Joseph avait insisté à l’échanson et au panetier de Pharaon qu’il était innocent, pourtant, il n’a jamais révélé la culpabilité de ses frères :
« Mais, s'il te plaît, pense à moi quand tout ira de nouveau bien pour toi et aie la bonté de parler en ma faveur au pharaon pour me faire sortir de cette prison.
En effet, j'ai été amené de force du pays des Hébreux, et ici même je n'ai rien fait qui mérite le cachot. » (Genèse 40:14-15)
Pendant que Joseph maintenait sa propre innocence, il n’a jamais exposé la culpabilité de ses frères ou de la femme de Potiphar. Le résultat fut que Pharaon n’a pas dû supprimer des sentiments de colère envers les frères de Joseph et pouvait donc les recevoir chaleureusement comme étant de la famille lointaine qui avait finalement retrouvé leur frère. Le silence à propos des péchés des autres facilite beaucoup le processus de la restauration.
Joseph était un administrateur très compétent, comme nous avons déjà vu (chapitre 41). Bien que cela ne soit pas dit, Joseph avait surement parlé à Pharaon de ses frères avant de leur demander de venir en Egypte et de leur avoir promis le pays de Gochên (verset 10). Ce ne fut pas une coïncidence alors, que Pharaon confirma l’offre de Joseph, étendant l’offre à tout ce que l’Egypte avait de meilleur et leur ordonnant de prendre des chariots sur lesquels ils pourront faire voyager Jacob, les femmes et les enfants (versets 17-20). Sa générosité fut encore plus large que celle que Joseph avait indiqué. La bonne volonté d’à la fois Joseph et Pharaon furent confirmée. Le plus tôt ils retourneraient au pays de Canaan pour leurs familles et leurs troupeaux, le plus tôt ils reviendraient.
Les Instructions de Voyage de Joseph (45:21-24)
Avant leur départ pour le pays de Canaan, Joseph donna à ses frères des provisions pour leur voyage, ordonnées par Pharaon, ainsi que quelques instructions de dernières minutes.
« Les fils d'Israël firent ce qu'on leur avait dit. Joseph leur procura des chariots, selon ce qu'avait déclaré le pharaon, et il leur donna des provisions pour le voyage.
Il offrit un habit de rechange à chacun de ses frères; quant à Benjamin, il lui donna trois cents pièces d'argent et cinq habits de rechange.
Il envoya à son père dix ânes chargés des meilleurs produits de l'Egypte, et dix ânesses chargées de blé, de pain et de vivres pour son voyage.
Il prit congé de ses frères en leur recommandant de ne pas se disputer en chemin. Et ils s'en allèrent.» (Genèse 45:21-24)
Les provisions pour le voyage auraient été tout comme celles qu’ils avaient reçu la première fois (42:25), incluant du grain, du pain à manger, quelque chose à boire, et du fourrage pour leurs animaux. Chacun des frères reçurent aussi un habit de rechange. Ce ne devrait pas être une surprise puisque quand la coupe d’argent fut découverte dans le sac de Benjamin, tous les frères déchirèrent leurs vêtements en signe de chagrin (44:13).
Cinq habits de rechange furent donnés à Benjamin ainsi que 300 pièces d’agent. Nous avons vu préférence avant. Isaac préfèrait Esaü à Jacob. Jacob préfèrait Rachel à Léa. A chaque fois, la préférence a eu des effets désastreux. Pourquoi alors, Joseph a-t-il montré de la préférence à Benjamin ? Bien sur, Benjamin était le seul autre fils de sa mère. Et Benjamin n’avait rien eu à voir avec la vente de Joseph non plus. Mais est-ce que cette préférence envers lui était sage ?
Je crois que les actions de Joseph étaient délibérées et avec de bonnes intentions. La préférence était un des facteurs dans le rejet de Joseph par ses frères (37:3-4). Joseph avait montré de la préférence envers Benjamin tout comme son père l’avait continuellement fait, mais maintenant ses frères avaient choisi de ne pas le sacrifier pour leurs propres intérêts. Joseph, je crois, n’a pas évité de montrer de la préférence pour Benjamin parce que c’est comme ça que la vie est. Certaines personnes sont plus belles que d’autres. Certaines sont athlétiques, alors que d’autre ne le sont pas. Certaines sont plus intelligentes que d’autres. La vie est pleine de différences. Joseph n’a pas arrêté de faire de différences parce qu’elles existeraient toujours, et ses frères devront apprendre à vivre avec elles. Notre Seigneur sembla placer Pierre, Jacques et Jean dans une position privilégiée, et Jean était appelé « celui que Jésus aimait. » La repentance et la conversion ne font pas disparaître nos problèmes, mais elles nous donnent la force de nous en occuper.
Joseph a envoyé à son père dix ânes chargés avec le meilleur qu’Egypte pouvait offrir, les « premiers fruits » de ce qui l’attendait (verset 18). J’imagine que ce cadeau dépassait de loin le « meilleur du pays » que Jacob avait envoyé avec ses fils (43:11). Au moment du départ, Joseph donna à ses frères une dernière instruction, « ne vous querellez pas en chemin » (verset 24). Lisant cette Ecriture avant de s’épancher sur ce texte, pas mal de gens dans l’audience rient. Je ne leur en veux pas, car je souris chaque fois que je la lis. Joseph connaissait bien ses frères. J’imagine que se quereller était une partie du mauvais rapport qu’il avait donné à son père plusieurs années auparavant (37:2). Etant fils de quatre mères, une telle rivalité n’était pas inhabituelle. Probablement, la seule chose sur laquelle ils furent tous d’accord fut de se débarrasser de Joseph. Ils, comme beaucoup de groupes rivaux dans les temps de Jésus, pouvaient s’unir quand il en venait à rejeter celui qui les menaçait tous.
Joseph avait une bonne raison pour supposer que ses frères allaient se quereller pendant le voyage de retour. Pas longtemps avant ça, il avait entendu une conversation qu’ils ne pensaient pas qu’il puisse comprendre :
« Ils se dirent l'un à l'autre:
---Certainement, nous sommes punis à cause de ce que nous avons fait à notre frère; car nous avons vu sa détresse quand il nous suppliait, et nous ne l'avons pas écouté. Voilà pourquoi nous nous trouvons nous-mêmes à présent dans la détresse.
Ruben leur rappela:
---Ne vous avais-je pas dit: Ne vous rendez pas coupables d'un tel péché envers cet enfant! Mais vous ne m'avez pas écouté. Voilà pourquoi nous devons maintenant payer pour sa mort. » (Genèse 42:21-22)
Bien qu’ils étaient pardonnés, ils allaient faire face à la grande tentation d’essayer d’évaluer la mesure précise de responsabilité de chacun. Elle allait passer de l’un à l’autre, et une conversation chaude ne manquerait pas d’exploser. Tout cela ne servirait à rien puisqu’ils avaient été pardonnés. Leur voyage serait plus agréable s’ils se concentraient sur la grâce et non pas la culpabilité.
Jacob Rajeuni (45:25-28)
Je peux voir comment le retour des fils de Jacob a dû être. Jacob, comme le père du fils prodige, a dû attendre anxieusement pour tous signes du retour de ses fils. Puisque Benjamin était parmi eux, son intérêt était intense. Chaque passant était attentivement examiné pour voir s’il était l’un de ses fils. Les peurs de Jacob ont probablement intensifié avec les jours qui passaient. Chaque mésaventure concevable avait été considérée. Finalement, la silhouette de ses fils apparut à l’horizon. Méticuleusement, toutes les têtes furent comptées, et à son grand soulagement, tous étaient présents, spécialement Benjamin. Mais qui étaient toutes ces personnes en plus et ces chariots qui accompagnaient ses fils ? Qu’est-ce que cela voulait dire ?
« Ils retournèrent donc d'Egypte au pays de Canaan auprès de Jacob, leur père.
Ils lui annoncèrent la nouvelle: «Joseph vit encore, et c'est même lui qui gouverne toute l'Egypte.» Mais il ne réagit pas parce qu'il ne les croyait pas.
Ils lui répétèrent tout ce que Joseph avait dit. Puis Jacob vit les chariots que Joseph avait envoyés pour le transporter. Alors ce fut comme s'il reprit vie.
Et Israël déclara:
---Oui, je suis convaincu: Joseph mon fils est encore en vie, j'irai le voir avant de mourir. » (Genèse 45:25-28)
Les mots « Joseph est en vie » était impossible à croire. Comment était-ce possible ? Ses fils ne lui avaient-ils pas assurés qu’il était mort ? Les évidences n’avaient-elles pas été convaincantes ? Bon, Jacob pouvait être vieux, mais il était loin d’être sénile. Quelque chose ne tournait pas rond. Ses fils allaient devoir lui donner quelques bonnes explications. Aussi douloureux que cela allait être, je crois que toute l’histoire allait être mise sur la table. Je suis persuadé que la confession fut faite parce qu’elle était nécessaire pour convaincre Jacob que Joseph était vivant. Cela semble aussi être à la base de la prophétie que Jacob avait faite concernant Joseph :
« Joseph est un rameau fertile
d'un arbre plein de fruits planté près d'une source.
Ses branches grimpent et s'élancent par-dessus la muraille.
Des archers le provoquent, le prennent à partie,
et le harcèlent de leurs flèches.
Mais son arc reste ferme
car ses bras pleins de force conservent leur souplesse
grâce au secours du Puissant de Jacob,
qui est le berger et le Roc sur lequel Israël se fonde. » (Genèse 49:22-24)
N’est-il pas intéressant qu’on ne nous dise pas que Joseph ait ordonné à ses frères de confesser à leur père, ni n’est leur confession racontée par Moïse. Mais pourquoi devrait-elle être rendue publique ? C’était une histoire de famille qui était traitée en privé. Tout comme Joseph avait demandé à ses serviteurs égyptiens de quitter la salle quand il avait traité les choses entre lui-même et ses frères, nous ne sommes pas présents lors de la confession à Jacob. Moïse écrivit ces choses pour notre information (1 Corinthiens 10:11), pas pour satisfaire notre curiosité.
Toutes les évidences nous conduisent à la conclusion que Joseph était bien vivant. La vie brisée de Jacob fut immédiatement ravivée. Maintenant, il languissait de voir son fils avant sa mort. Et par peur que nous ne pensions que Jacob était au pied de la mort, rappelons-nous qu’il avait encore dix-sept ans à passer avec son fils en Egypte (47:28). Tout ce dont Jacob avait peur allait contre lui, apparaîtrait soudainement dans sa vraie lumière. C’était la main de Dieu dans sa vie, l’épargnant de la mort physique et spirituelle de Canaan en préparant une place pour lui en Egypte.
Conclusion
Si le mot clé du chapitre 44 est repentance, alors le mot clé du chapitre 45 est pardon. Ces deux éléments sont essentiels pour une longue et sincère réconciliation : repentance et pardon. Prêtons une grande attention à ce sujet de pardon comme il est illustré dans la vie de Joseph.
Une Définition de Pardon
Si nous devons être une communauté de grâce, nous devons en premier savoir ce que le pardon est. Pendant que plusieurs mots grecs et hébreux sont employés pour transmettre le pardon, essentiellement, le pardon veut dire relâcher ou libérer. C’est utilisé pour l’annulation d’une dette, la libération d'une obligation juridique, et la résiliation d'un mariage par le divorce (qui permet aux parties divorcées de se remarier, Deutéronome 24:1-4). En général, nous pouvons dire que le pardon est une décision consciente de la partie offensée de libérer l’offenseur de la pénalité et culpabilité de l’offense commise. Cette libération non seulement libère de la culpabilité et de la punition, mais elle libère aussi la personne qui pardonne de colère et d’amertume.
Pardon n’est pas clémence ou ignorance du péché. Une seule fois dans le Nouveau Testament trouvons-nous une référence de péchés étant « laisser impunis » :
« Tous ont péché, en effet, et sont privés de la glorieuse présence de Dieu,
et ils sont déclarés justes par sa grâce; c'est un don que Dieu leur fait par le moyen de la délivrance apportée par Jésus-Christ.
C'est lui que Dieu a offert comme une victime destinée à expier les péchés, pour ceux qui croient en son sacrifice. Ce sacrifice montre la justice de Dieu qui a pu laisser impunis les péchés commis autrefois, » (Romains 3:23-25)
Ici, Dieu a « laissé impunis » les péchés de l’homme non pas parce qu’IL les a prit à la légère, mais parce qu’IL les a prit si sérieusement qu’IL a versé le sang de SON seul FILS. IL a « laissé impunis » les péchés du passé, sachant que le prix serait payé quand Christ apparaitrait et serait rejeté par les hommes et mis à mort sur la croix du Calvaire. Quand nous laissons impunis des péchés, c’est parce que nous ne voulons pas nous en occuper – jamais, maintenant ou plus tard.
Le pardon n’est pas gratuit. Le péché doit toujours avoir un prix à payer. Mais le pardon est une décision de l’offensé de souffrir la pénalité due à l’offenseur. Si un banquier pardonne un emprunt, cela veut dire que l’emprunteur n’a pas besoin de repayer sa dette, mais cela aussi veut dire que le prêteur souffre la perte d’argent prêté et pas repayé. Si la société pardonne un criminel, cela veut dire que la société souffre les conséquences de l’action du criminel, pas le criminel. Si je vais dans votre maison et casse un vase et vous me pardonnez mon erreur, vous souffrez la perte du vase, pas moi.
La définition du pardon décrit parfaitement le pardon que Dieu offre aux hommes par la croix de Jésus Christ. Tous les hommes ont péché contre Dieu et méritent la pénalité de destruction éternelle (Romains 3:23 ; 6:23).
« Mais Dieu a tant aimé le monde qu'il a donné son Fils, son unique, pour que tous ceux qui placent leur confiance en lui échappent à la perdition et qu'ils aient la vie éternelle. » (Jean 3:16)
Dieu n’a pas ignoré nos péchés, mais IL supporta la peine pour eux. C’est le pardon sincère. Et tous ceux qui mettent leur foi en Jésus Christ, LE reconnaissant comme étant CELUI QUI mourut pour leurs péchés, feront l’expérience de ce pardon. C’est ce pardon que tous les hommes doivent soit accepter (résultant en le salût), soit refuser (résultant en la damnation) :
« Celui qui met sa confiance en lui n'est pas condamné, mais celui qui n'a pas foi en lui est déjà condamné, car il n'a pas mis sa confiance en la personne du Fils unique de Dieu. » (Jean 3:18)
Finalement, notre définition de la grâce doit inclure le fait que le pardon sincère n’est pas gagné. Si un homme commet un crime et il fait son temps en prison, il n’est pas gracié ; il a simplement payé sa dette à la société. Si un homme ne peut pas rembourser un emprunt dans les temps accordés mais est forcé de le payer sur plus longtemps, sa dette n’a pas été pardonnée. Si notre grâce est le genre demandant que la personne « paye » avant que nous la pardonnions, alors nous ne la graçions pas. Cela peut être de la justice, mais ce n’est pas de la pitié. Cela peut être la loi, mais ce n’est pas de la grâce. Tout comme nous ne pouvons pas contribuer à la grâce et au salût que Christ a accomplit sur la croix du Calvaire, personne que nous gracions ne peut être gracié et être obligé de payer pour leur offense contre nous.
Principes de Pardon
Ayant défini le pardon biblique, cherchons à exposer quelques principes de pardon que nous apprenons de l’exemple de Joseph dans le chapitre 45 de Genèse.
(1) Le pardon biblique doit être accordé rapidement. Joseph aurait pu difficilement pardonner ses frères ici dans le chapitre 45. Le pardon qui fut exprimé pour la première fois ici par Joseph fut tout d’abord connu par ses frères ; mais bien avant celui-là, Joseph avait pardonné ces hommes dans son cœur. Autrement, comment aurait-il pu marcher si près du Seigneur et Le servir si joyeusement et fidèlement, en dépit des circonstances ? Joseph a connu la liberté de la grâce bien avant ses frères.
Dans le Nouveau Testament, la colère doit toujours être traitée vite :
« Mettez-vous en colère, mais ne commettez pas de péché; que votre colère s'apaise avant le coucher du soleil.
Ne donnez aucune prise au diable.» (Ephésiens 4:26-27)
Le plus tôt le pardon est accordé et la réconciliation achevée, le mieux c’est pour tous impliqués :
« Si quelqu'un porte des accusations contre toi, dépêche-toi de t'entendre avec ton adversaire pendant que tu es encore en chemin avec lui. Sinon, ton adversaire remettra l'affaire entre les mains du juge, qui fera appel aux huissiers de justice, et tu seras mis en prison.» (Matthieu 5:25)
(2) La grâce biblique devrait être accordée en privé. Je vois beaucoup de sagesse en Joseph quand il a ordonné à ses serviteurs de quitter la salle pendant qu’il traitait avec le péché de ses frères. Ça a rendu les choses bien plus faciles pour Pharaon et les Egyptiens d’être ignorants de toutes les injustices que ces frères avaient commit contre Joseph. Cela aussi selon l’instruction biblique :
« La haine allume des querelles,
mais l'amour couvre toutes les fautes. » (Proverbes 10:12)
« L'insensé manifeste immédiatement son irritation,
mais l'homme avisé sait ravaler un affront.» (Proverbes 12:16)
« Qui veut se faire aimer, pardonne les torts qu'il a subis:
les rappeler éloigne son ami. » (Proverbes 17:9)
« ---Si ton frère s'est rendu coupable [à ton égard], va le trouver, et convaincs-le de sa faute: mais que cela se passe en tête-à-tête. S'il t'écoute, tu auras gagné ton frère. » (Matthieu 18:15)
Nous devrions toujours rechercher la restauration et la réconciliation au niveau le plus privé car quand le moins de monde possible connaît le péché, le plus facile il est pour l’offenseur d’être pardonné et oublié.
(3) La grâce biblique doit être accordée librement et inconditionnellement. Le pardon est gratuit, en ça que celui qui pardonne accepte volontairement la perte ou la douleur personnellement. En bref, le pardon est un sujet de grâce, pas de travaux, et la grâce ne demande rien de celui qui la reçoit. Joseph a du pardonner ses frères bien avant qu’ils ne soient arrivés au point de la repentance. Il n’a pas attendu de voir l’agonie de leurs âmes avant de les pardonner, mais il l’a fait librement et sans exigences. Cela suggère aussi que le pardon puisse être refusé. Mourant sur la croix, notre Seigneur dit, «---Père, pardonne-leur, car ils ne savent pas ce qu'ils font. » (Luc 23:34)
Ce pardon accomplit par SA mort sur la croix est rejeté par beaucoup. Ceux qui périssent ne périssent pas car il n’y a pas de pardon, mais parce qu’ils ont rejeté la grâce de Dieu.
(4) Le pardon qui est biblique doit être accordé sacrificiellement. Le prix du pardon de Joseph fut plus de vingt ans de séparation de son père, esclavage, et même un séjour en prison. Pas un petit prix à payer, mais le pardon ne vient pas sans sacrifice. A cause de cela, le pardon est mieux demontré que dit. Joseph n’a jamais vraiment utilisé le mot « pardonner », mais ses paroles et ses actions l’ont transmis. Tout comme il est facile de dire, « Je suis désolé », il est aussi facile de dire d’une façon désinvolte, « Je vous pardonne ». Le pardon sincère à un prix, et peu de gens sont prêt à le payer.
(5) Le pardon biblique n’est pas provisionnel, mais permanent. Tout comme des conditions ne peuvent être exigées avant que le pardon soit accordé, non plus peuvent-elles être exigées pour que le pardon reste en vigueur. Dix-sept ans après que Joseph assura ses frères qu’ils avaient été pardonnés, il eurent peur que cette grâce fut terminée à la mort de leur père (50:15-21). Bien que nous puissions difficilement « oublier » les offenses des autres contre nous, nous pouvons certainement refuser de les rappeler ou de les emmener avec nous dans l’avenir.
« … car je pardonnerai leurs fautes,
je ne tiendrai plus compte de leur péché. » (Jérémie 31:34)
(6) Le pardon biblique cherche à corriger et à restaurer l’offenseur. J’ai peur que tout ce qu’il vient d’être dit va conduire à la conclusion qu’une fois que le pardon est accordé, tous besoins pour la correction sont inutiles. Pas vrai ! Je crois que Joseph pardonna ses frères des années avant qu’il ne les voit, mais souvenez-vous qu’il se passa environ une année avant qu’il ne leur révéla son identité. C’était parce qu’il avait besoin d’être assuré qu’ils avaient changé leur attitude envers leur péché (qu’ils se repentaient).
Quand nos enfants pèchent, nous pouvons très bien avoir besoin de leur donner la fessée, autant que de les pardonner. Nous pouvons pardonner le voleur pour avoir voler notre argent, que nous ne pourrons bien ne jamais revoir, mais la loi demande quand même une punition pour le vol. Un esprit gracieux dissout notre colère et notre animosité envers l’offenseur, et il remet notre vengeance entre les mains de Dieu, puisque LUI seul connaît l’étendue du péché (Romain 12:11-21 ; 1 Pierre 2:21-25).
Pardonner, comme je le comprends, traite en premier avec notre animosité personnelle ainsi que nos droits violés de telle manière que nous pouvons traiter le péché impartialement et dans l’amour ou nous pourrions donner le problème complet à Dieu où nous ne pouvons pas prendre les choses entre nos propres mains. Le pardon, comme une facette de l’amour, recherche le meilleur intérêt de l’autre, même à nos dépends. Mais puisque nous recherchons le bien de l’autre, la correction peut être requise (Matthieu 18:15 ; Galate 6:1).
La meilleure analogie pourrait peut-être venir de la relation de Dieu dans la vie de saints désobéissants. Puisque tous les péchés des Chrétiens, passés, présents, et futurs, sont pardonnés au Calvaire, Dieu ne punira pas le saint qui est pardonné une fois pour toutes. Mais il y a quand même un besoin de discipline et de correction. Le pardon de nos péchés nous assure que Dieu nous est justement apparenté, mais la discipline nous cause de nous rapprocher de LUI.
« et vous avez oublié cette parole d'encouragement que Dieu vous adresse comme à des fils:
Mon fils, ne prends pas à la légère la correction du Seigneur
et ne te décourage pas lorsqu'il te reprend.
Car le Seigneur corrige celui qu'il aime:
il châtie tous ceux qu'il reconnaît pour ses fils.
Supportez vos souffrances: elles servent à vous corriger. C'est en fils que Dieu vous traite. Quel est le fils que son père ne corrige pas?
Si vous êtes dispensés de la correction qui est le lot de tous les fils, alors vous êtes des enfants illégitimes, et non des fils.
D'ailleurs, nous avions nos parents terrestres pour nous corriger, et nous les respections. N'allons-nous pas, à plus forte raison, nous soumettre à notre Père céleste pour avoir la vie?
Nos parents nous corrigeaient pour un temps limité, selon leurs idées, mais Dieu, c'est pour notre bien qu'il nous corrige, afin de nous faire participer à sa sainteté.
Certes, sur le moment, une correction ne semble pas être un sujet de joie mais plutôt une cause de tristesse. Mais par la suite, elle a pour fruit, chez ceux qui ont ainsi été formés, une vie juste, vécue dans la paix. » (Hébreux 12:5-11)
La Base du Pardon
Nous devrions tous réaliser que pardonner est la marque d’un caractère et d’une conduite pieuse. Notre problème est ne pas connaître que nous devrions le faire, mais le faire quand même. Comment peut-on pardonner ceux qui nous ont tant blessé ? Permettez-moi de faire quelques suggestions.
(1) Sérieusement considérez les Ecritures qui nous commandent de pardonner (Ephésiens 4:25-32 ; Colossiens 3:12-17, etc). Reconnaissez que pardonner n’est pas une option, mais un commandement.
(2) Considérez votre propre caractère coupable et le pardon que Dieu vous a librement accordé.
« Jésus lui répondit à haute voix:
---Simon, j'ai quelque chose à te dire.
---Oui, Maître, parle, répondit le pharisien.
---Il était une fois un prêteur à qui deux hommes devaient de l'argent. Le premier devait cinq cents pièces d'argent; le second cinquante.
Comme ni l'un ni l'autre n'avaient de quoi rembourser leur dette, il fit cadeau à tous deux de ce qu'ils lui devaient. A ton avis, lequel des deux l'aimera le plus?
Simon répondit:
---Celui, je suppose, auquel il aura remis la plus grosse dette.
---Voilà qui est bien jugé, lui dit Jésus.
Puis, se tournant vers la femme, il reprit:
---Tu vois cette femme? Eh bien, quand je suis entré dans ta maison, tu ne m'as pas apporté d'eau pour me laver les pieds; mais elle, elle me les a arrosés de ses larmes et les a essuyés avec ses cheveux.
Tu ne m'as pas accueilli en m'embrassant, mais elle, depuis que je suis entré, elle n'a cessé de couvrir mes pieds de baisers.
Tu n'as pas versé d'huile parfumée sur ma tête, mais elle, elle a versé du parfum sur mes pieds.
C'est pourquoi je te le dis: ses nombreux péchés lui ont été pardonnés, c'est pour cela qu'elle m'a témoigné tant d'amour. Mais celui qui a eu peu de choses à se faire pardonner ne manifeste que peu d'amour!
Puis il dit à la femme:
---Tes péchés te sont pardonnés. » (Luc 7:40-448)
Le plus nous reconnaissons notre propre caractère pécheur et le pardon que nous avons reçu, le plus facile il nous est de pardonner les autres.
(3) Méditez sur la souveraineté de Dieu dans l’offense commise contre vous. Pouvez-vous dire comme Joseph, « Vous aviez projeté de me faire du mal, mais par ce que vous avez fait, Dieu a projeté de faire du bien... » (Genèse 50:20) ? La doctrine de la souveraineté de Dieu veut dire que tout le mal qui est commit contre nous a été décidé par Dieu à venir dans nos vies dans un but qui est bon (Romains 8:28). Les souffrances de Job aux mains de Satan (avec la permission de Dieu – Job 1,2) ont eu pour résultat des louanges pour Dieu, des instructions pour Satan, et une leçon pour Job (Job 42:10-17). Quand un messager de Satan frappa Paul, ce fut pour produire de l’humilité et pour lui apprendre que la force de Dieu est démontrée dans nos faiblesses (2 Corinthiens 12:7-9). Derrière nos ennemis se tient un tendre Dieu, Qui apporte peines et souffrances dans nos vies pour notre bien et SA gloire.
(4) Considérez attentivement le sujet de soumission. Normalement, nous trouvons que quand les autres nous maltraitent, nous nous battons avec notre honneur offensé, et nous sommes blessés car nos droits ont été violés. Le pardon trouve son origine dans une attitude de serviteur.
« Ne faites donc rien par esprit de rivalité, ou par un vain désir de vous mettre en avant; au contraire, par humilité, considérez les autres comme plus importants que vous-mêmes;
et que chacun regarde, non ses propres qualités[c], mais celles des autres.
Tendez à vivre ainsi entre vous, car c'est ce qui convient quand on est uni à Jésus-Christ.
Lui qui, dès l'origine,
était de condition divine,
ne chercha pas à profiter
de l'égalité avec Dieu,
mais il s'est dépouillé lui-même,
et il a pris
la condition du serviteur.
Il se rendit semblable
aux hommes en tous points,
et tout en lui montrait
qu'il était bien un homme.
Il s'abaissa lui-même
en devenant obéissant,
jusqu'à subir la mort,
oui, la mort sur la croix. » (Philippiens 2:3-8)
L’exemple suprême d’humilité est notre Seigneur LUI-MEME. IL a mis de coté SES droits et prérogatives pour être rejeté par les hommes et pendu (bien qu’innocent) sur une croix cruelle. Soumission pour notre Seigneur était synonyme de souffrance et déshonneur pour le bien des autres. Pardonner n’est pas aussi difficile pour les humbles qu’il ne l’est pour les arrogants. Si notre Sauveur, pur et innocent, fut d’accord pour mourir sur la croix pour les pécheurs, est-il trop exigeant de SA part de nous demander de sacrifier nos propres intérêts pour ceux des autres ?
« Serviteurs, soumettez-vous à votre maître avec tout le respect qui lui est dû, non seulement s'il est bon et bienveillant, mais aussi s'il est dur.
En effet, c'est un privilège que de supporter des souffrances imméritées, par motif de conscience envers Dieu.
Quelle gloire y a-t-il, en effet, à endurer un châtiment pour avoir commis une faute? Mais si vous endurez la souffrance tout en ayant fait le bien, c'est là un privilège devant Dieu.
C'est à cela que Dieu vous a appelés, car le Christ aussi a souffert pour vous, vous laissant un exemple, pour que vous suiviez ses traces.
Il n'a commis aucun péché, ses lèvres n'ont jamais prononcé de mensonge.
Injurié, il ne ripostait pas par l'injure. Quand on le faisait souffrir, il ne formulait aucune menace, mais remettait sa cause entre les mains du juste Juge.
Il a pris nos péchés sur lui et les a portés dans son corps, sur la croix, afin qu'étant morts pour le péché, nous menions une vie juste. Oui, c'est par ses blessures que vous avez été guéris.
Car vous étiez comme des brebis errantes mais, à présent, vous êtes retournés vers le berger qui veille sur vous. » (1 Pierre 2:18-25)
(5) Méditez sur les caractéristiques de l’amour biblique. Ce n’est pas un sentiment émotionnel, mais une décision de volonté. Ses signes distinctifs sont décrits par Paul pour que nous puissions les contempler :
« L'amour est patient, il est plein de bonté, l'amour. Il n'est pas envieux, il ne cherche pas à se faire valoir, il ne s'enfle pas d'orgueil.
Il ne fait rien d'inconvenant. Il ne cherche pas son propre intérêt, il ne s'aigrit pas contre les autres, il ne trame pas le mal.
L'injustice l'attriste, la vérité le réjouit.
En toute occasion, il pardonne, il fait confiance, il espère, il persévère. » (1 Corinthiens 13:4-7)
Avez-vous trouvé le pardon de vos péchés dans le travail de Jésus Christ sur la croix au Calvaire ? Jésus Christ, le Fils pur de Dieu, est venu sur la terre et a prit sur LUI les péchés des hommes et le rejet de Dieu. IL est devenu un pécheur pour nous (2 Corinthiens 5:21) et en souffrit ses conséquences douloureuses. Vous pouvez trouver le pardon de vos péchés en croyant que Jésus Christ mourut à votre place et en portant vos péchés sur la croix.
Mes amis Chrétiens, ressentez-vous de la colère et de l’amertume à cause de péchés que les autres ont commit contre vous ? Je prie que vous trouviez la liberté de pardonner que Joseph a connu et qui lui permit de se réconcilier avec ses frères et de leur prêcher pour son propre bien, le bien de ses frères, et la gloire de Dieu.
80 Margaret Johnston Hess, “What To Do With Your Anger,” Eternity, April, 1972, p. 15.
81 Ibid., p. 14.
82 Robert C. Larson with Neil C. Warren, “You Can Be Angry and Still Be Good,” Moody Monthly, December, 1974, p. 51.
83 Leon J. Saul, The Hostile Mind (New York: Random, 1956), p. 14, as quoted by David W. Augsburger, The Freedom of Forgiveness: 70 X 7 (Chicago: Moody Press, 1970), p. 59.
84 Sometimes anger is called for, as is expressed by this passage from The Temptation to be Good by A. Powell Davies (p. 119):
85 See Lesson 44.
86 George Bush, Notes on Genesis (reprint ea.; Minneapolis: James Family Christian Publishers, 1979), II, p. 335. Bush goes on to add, “Yet for our humiliation let us remember that the nature of sin is not altered by the use that God makes of it. Poison does not cease to be poison, because it may enter into the composition of healing medicines.” Ibid.
87 “The phrase a father to Pharaoh, a recognized title of viziers and high officials, J. Vergote interprets as virtually ‘king’s adviser’ (p. 114f.).” Derek Kidner, Genesis: An Introduction and Commentary (Chicago: Inter-Varsity Press, 1967), p. 207.
88 “It is believed that in these days the Egyptian court was held in Zoan or Tanis, perhaps twenty or twenty-five miles directly north of Goshen.” H. C. Leupold, Exposition of Genesis (Grand Rapids: Baker Book House, 1942), II, p. 1095.
Related Topics: Basics for Christians, Forgiveness
46. La Vie Commence à 130 Ans (Genèse 46:1–47:12)
Introduction
Un couple de personnes âgées, qui avaient tous les deux atteints l’âge de 100 ans, sont allés au tribunal pour terminer leur mariage de beaucoup d’années en divorce. Le juge accepta leur demande, mais il n’a pas pu résister de leur poser la question pourquoi, après toutes ces années, ils voulaient divorcer. « Oh ! Nous voulions le faire depuis très longtemps » ils répondirent, « mais nous attendions que nos enfants meurent. »
Personne n’attendait la mort avec plus d’impatience que Jacob. Des années auparavant il en avait parlé :
« Tous ses fils et toutes ses filles vinrent pour le consoler; mais il refusa toute consolation et dit:
---Non! c'est dans le deuil que je rejoindrai mon fils au séjour des morts!
Et il continua à pleurer Joseph. » (Genèse 37:35)
« Mais Jacob répliqua:
---Non, mon fils ne partira pas avec vous, car son frère est mort et c'est le seul qui me reste. S'il lui arrivait malheur au cours de votre voyage, vous me feriez mourir de douleur à mon grand âge. » (Genèse 42:38)
« Et Israël déclara:
---Oui, je suis convaincu: Joseph mon fils est encore en vie, j'irai le voir avant de mourir. » (Genèse 45:28)
Il parlera encore de la mort dans notre passage d’Ecritures :
« Puis Israël dit à Joseph:
---Maintenant je peux mourir, puisque je t'ai revu et que tu vis encore! » (Genèse 46:30)
Pourquoi un patriarche serait-il si impatient de mourir ? La confession de Jacob à Pharaon nous fournit un indice sur sa préoccupation avec la mort :
« Jacob répondit:
---Le nombre de mes années de migrations est de cent trente. Les jours de ma vie ont été peu nombreux et mauvais et je n'atteindrai pas le nombre des années qu'ont duré les migrations de mes ancêtres. » (Genèse 47:9)
Pendant que les frères de Joseph se repentaient dans le chapitre 44 et réalisaient le pardon de Joseph dans le chapitre 45, ce n’est pas avant cette période, tard dans la vie de Jacob, qu’il arrive à un tournant important dans sa vie. Bien qu’il ait pu être sauvé des années auparavant (28:10), il n’a pas compris les principes de la foi avant maintenant. Pour cette raison, j’ai choisi de titrer ce message « La Vie Commence à 130 ans », car c’est à cet âge que Jacob saisit l’essence de connaître Dieu et de LE servir. Dans notre leçon, nous essaierons de souligner les facteurs impliqués dans ce revirement dans la vie de Jacob.
Conseils Divins (46:1-7)
Il y a quatorze ans ma femme, notre premier bébé, et moi quittions la végétation luxuriante de l’Etat de Washington pour Dallas, Texas, où j’allais entrer au séminaire.
Nous avions déjà déménagé plusieurs fois, mais jamais si loin de la maison. Ce fut une expérience traumatique. Alors pouvez-vous concevoir ce que ce déménagement pour l’Egypte fut pour Jacob ?
Quand ma famille et moi sommes arrivés à Dallas, je n’avais pas encore 30 ans. Quand Jacob arriva en Egypte, il avait 130 ans (47:9). Il aurait pu être à la retraite depuis plus de 65 ans. Les personnes âgées spécialement sont attachées à leurs maisons et à leurs meubles car cela leur donne un sens de sécurité. Jacob a du quitter tout ce qui lui était familier pour aller dans un pays étranger, vivre parmi ceux d’une culture et de langage différent, et endurer une attitude qui était hostile aux Hébreux (43:32 ; 46:34).
« Israël se mit en route avec tout ce qu'il possédait. Lorsqu'il arriva à Beer-Chéba, il offrit des sacrifices au Dieu de son père Isaac.
Et Dieu s'adressa à lui dans une vision nocturne. Il l'appela:
---Jacob! Jacob!
---Oui, répondit-il, j'écoute.
---Je suis Dieu, le Dieu de ton père. N'aie pas peur de te rendre en Egypte, j'y ferai de toi un grand peuple.
Moi-même je t'accompagnerai en Egypte, et moi-même aussi, je te l'assure, je t'en ferai revenir; et c'est Joseph qui te fermera les yeux.
Jacob repartit donc de Beer-Chéba, et les fils d'Israël le firent monter avec leurs enfants et leurs femmes sur les chariots que le pharaon avait envoyés pour les transporter.
Ils emmenèrent aussi leurs troupeaux et tous les biens qu'ils avaient acquis au pays de Canaan. Ainsi Jacob et toute sa famille arrivèrent en Egypte.
Il avait avec lui ses fils, ses petits-fils, ses filles, ses petites-filles, tous ses descendants, lorsqu'il se rendit en Egypte. » (Genèse 46:1-7)
Jacob s’est dépêché d’emballer ses possessions, rassembler sa famille, et commenca le long voyage pour l’Egypte, comme Joseph avait demandé (45:9). Quand il arriva à Beer-Chéba, Jacob sembla ressentir le choc total de ce qu’il devait faire. Beer-Chéba était un endroit riche de l’histoire de ses ancêtres. Abraham avait invoqué le nom du Seigneur ici (21:33) et s’était installé à cet endroit après avoir offert Isaac sur la montagne Morija (22:19). Ici à Beer-Chéba, Dieu avait rendu visite à Isaac, et l’alliance faite avec Abraham fut réitérée (26:23-25). Il semblerait que Jacob vivait à Beer-Chéba quand il trompa son père et obtint ses bénédictions (chapitre 27), car ce fut de cet endroit qu’il fuit Esaü et partit pour Harân (28:10).
Beer-Chéba était aussi l’extrémité sud du pays de Canaan. Plus tard, la terre promise serait décrite étant « depuis Dan jusqu'à Beer-Chéba » (Juges 20:1), Dan étant à la frontière nordique et Beer-Chéba, celle du sud. Une fois que Jacob quitta Beer-Chéba, voyageant vers le sud, il quitterait la terre promise, qui était la terre que Dieu avait promit à Abraham (12:1-3 ; 15:7,18-21), Isaac (26:2-4), et Jacob (28:13 ; 35:12). Comment Jacob pouvait être sûr que la bénédiction de Dieu s’il quittait la terre promise ?
Plus que ça, Jacob quittait Canaan pour aller en Egypte. Beaucoup d’années auparavant, il y avait eu une famine dans le pays de Canaan, et Abram était allé en Egypte pour survivre. Cela avait été une expérience très douloureuse, une qui semblait être contraire à la parole de Dieu (Genèse 12:10). Plus tard, il y eut une autre famine, et Isaac avait considéré aller en Egypte, mais Dieu le lui avait interdit avec ces paroles :
« ---Ne descends pas en Egypte! Fixe-toi dans le pays que je te désignerai.
Séjourne dans ce pays-ci. Je serai avec toi et je te bénirai. Car c'est à toi et à ta descendance que je donnerai tous ces territoires. J'accomplirai ainsi le serment que j'ai fait à ton père Abraham. » (Genèse 26:2-3)
Alors, comment Jacob pouvait-il quitter Canaan pour entrer en Egypte sans sortir de la volonté de Dieu ? C’est cette question qui a dû tourner dans la tête de Jacob. Je crois qu’il décida de ne pas faire un pas de plus jusqu'à ce que ses doutes ne soient résolus. En conséquences, ce fut à Beer-Chéba que Jacob offrit des sacrifices au Dieu de son père (verset 1). L’expression précise « offrit des sacrifices » n’est employée qu’une seule fois avant dans Genèse :
« Puis il offrit un sacrifice sur la montagne et invita sa parenté à un repas. Ils mangèrent donc ensemble et passèrent la nuit sur la montagne. » (Genèse 31:54)
Là, Jacob offrit un sacrifice, une partie d’un pacte de non-agression entre lui-même et Laban. C’était un accord fait avec Dieu comme témoin. Si l’un ou l’autre manquait à leur parole, Dieu serait son juge.
L’expression fut utilisée très fréquemment plus tard dans le Pentateuque pour des sacrifices de toutes sortes.89 Seul le contexte indique clairement la nature précise du sacrifice. Dans notre passage (46:1), il semblerait des plus naturels pour Jacob de rechercher des conseils divins en ce qui concernent son voyage en Egypte. La réponse de Dieu dans les versets 2-4 supporte cette conclusion.
Par le moyen d’une vision qui a dû lui venir durant son sommeil (15:12), Dieu assura Jacob que c’était SA volonté qu’il quitte Canaan pour aller s’installer en Egypte. Trois assurances sont révélées pour confirmer l’approbation de Dieu en ce qui concerne le déménagement pour l’Egypte. Premièrement, le Dieu d’Isaac (et, bien sur, d’Abraham, 26:24) avait promis à Jacob qu’IL irait avec lui en Egypte et que dans ce pays païen, IL ferait de lui une grande nation. Beaucoup d’années avant, Dieu avait assuré Jacob à Béthel qu’IL serait avec lui quand il séjournerait au nord de Harân (28:15). Maintenant IL serait avec lui quand il voyagerait vers le sud en Egypte. Etrangement, cela serait en Egypte, pas à Canaan, que ses descendants multiplieraient et deviendraient une grande nation (verset 3).
Deuxièmement, Dieu ramènerait Jacob à Canaan, la terre promise. Je ne pense pas que Jacob sentait qu’il retournerait physiquement et personnellement à Canaan si rapidement, car il savait que sa mort devait être imminente. De plus, Dieu avait dit à Jacob que Joseph fermerait ses yeux, et qu’il était improbable que Joseph quitterait l’Egypte tout de suite, si jamais. Il était nécessaire pour la nation d’Israël de retourner à la terre promise, car là-bas toutes les promesses de Dieu seraient réalisées en ce qui concernait le pays :
« Le pays que j'ai donné à Abraham et à Isaac, je te le donnerai
ainsi qu'à ta descendance après toi. » (Genèse 35:12)
Troisièmement, Dieu réconforterait Jacob au moment de sa mort. Après le rapport des frères de Joseph, Jacob arriva à la conclusion que son fils favori avait été tué par un animal sauvage, tout comme ils avaient espéré (37:20,31-33). Il croyait que la perte de Joseph lui causerait de mourir prématurément et douloureusement :
« Tous ses fils et toutes ses filles vinrent pour le consoler; mais il refusa toute consolation et dit:
---Non! c'est dans le deuil que je rejoindrai mon fils au séjour des morts!
Et il continua à pleurer Joseph.» (Genèse 37:35)
En fait, Jacob vivrait encore une quarantaine d’années, et au lieu de mourir sans son fils pour le réconforter, Joseph serait là pour lui fermer les yeux au moment de sa mort. Dieu irait avec Jacob en Egypte et le multiplierait grandement là-bas. IL le réconforterait au moment de sa mort par l’intermédiaire de Joseph. Et IL ramènerait Israël à Canaan une nation puissante. Avec cela, Jacob pouvait aller en Egypte plein d’enthousiasme. La famille entière était maintenant en route pour l’Egypte avec Jacob, le patriarche.
La Généalogie de Jacob (46:8-27)
Plusieurs observations semblent nécessaires to comprendre le but d’inclure la généalogie de Jacob à ce point dans le Livre de Genèse. Premièrement, dans les listes généalogiques faites plus tard, de petites différences apparaissent, mais c’est anticipé et elles n’affectent en aucune façon l’authenticité des récits.90 Deuxièmement, généralement, les femmes ne sont pas inclues dans ces listes. Ce n’est pas parce qu’elles ne sont pas importantes, mais parce que cela n’apporte rien au but de la liste. Troisièmement, l’expression « fils d'Israël » (verset 8) doit être pris dans le plus large sens des « descendants d'Israël », plus que les fils qui sont nommés,91 et donc il se peut que ceux qui sont nommés n’étaient pas encore nés à l’époque où Jacob et ses descendants sont partis en Egypte.92 Quatrièmement, tous ceux nommés dans Nombres 26 comme têtes de tribus ou familles sont trouvées dans cette liste des descendants dans Genèse 46.93
L’explication pour toutes ces observations est plutôt simple : Moïse, ici, n’avait pas l’intention de nommer chaque personne qui est allé en Egypte, mais chaque chef de famille ou clan qui sortirait d’Egypte.94 C’était extrèmement important pour ceux qui allaient sortir d’Egypte de connaître leurs « racines » puisque le pays serait divisé selon les tribus. En plus de ça, des tâches furent assignées et la nation fut administrée par des divisions tribales et familiales. Le but de Moïse pour cette généalogie, est dont sélective. Elle n’a pas pour intention de nommer chaque personne qui sortait de Canaan,95 mais de nommer ceux qui deviendraient des tribus et chefs de famille. Il y a donc une continuité généalogique à travers tout le séjour en Egypte.96
Joseph Accueille Jacob (46:28-30)
Plus d’années ont été vécues loin de Joseph qu’avec lui. Maintenant, après une séparation de près de 22 ans, père et fils se rencontrent une fois de plus dans une réunion joyeuse :
« Jacob envoya Juda au-devant de lui vers Joseph, afin qu'il le précède dans la région de Gochên. Quand ils y furent arrivés,
Joseph attela son char et partit rendre visite à Israël, son père, en Gochên. Quand il le vit, il se jeta à son cou et pleura longuement sur son épaule.
Puis Israël dit à Joseph:
---Maintenant je peux mourir, puisque je t'ai revu et que tu vis encore! » (Genèse 46:28-30)
Juda a été envoyé au-devant de Jacob pour chercher des directions du chemin de Gochên. Israël commença son voyage, guidé par Juda, jusqu’à ce qu’il arrivèrent à Gochên. Joseph arriva là sur son chariot et rencontra son père. Des années de peurs, regrets, et d’amertume ont dû etre déverser de l’âme du patriarche, les larmes débordants de ses yeux. Beaucoup de choses qui auraient pu être dites de cette réunion ne furent pas enregistrées, car c’était une intimité qui ne devait pas être envahie par des yeux curieux. Jacob, satisfait à la vue de son fils, était maintenant prêt à mourir en paix (verset 30), mais Dieu avait encore 17 ans de bénédictions en réserve pour lui (47:28).
Recevoir Gochên (46:31-47:6)
Joseph est connu pour être un administrateur capable et efficace. Il n’était pas prêt à devenir négligent quand il était question d’installer sa famille en Egypte. Sa plus grande attention fut donnée à être sûr que sa famille soit installée dans la région de Gochên. Les détails minutieux des instructions de joseph sont suivis à la lettre par ses frères.
« Joseph dit à ses frères et à la famille de son père:
---Je vais aller prévenir le pharaon, et lui dire: «Mes frères et la famille de mon père qui habitaient le pays de Canaan sont arrivés auprès de moi.
Ce sont des bergers; ils élèvent des troupeaux, et ils ont amené avec eux leurs moutons, leurs chèvres et leurs bœufs ainsi que tout ce qui leur appartient.»
Quand le pharaon vous convoquera et qu'il vous demandera: «Quelles sont vos occupations?»
vous lui répondrez: «Tes serviteurs ont toujours élevé du bétail, depuis leur jeunesse jusqu'à ce jour --- tout comme nos ancêtres.» De cette manière, il vous fera habiter dans la région de Gochên, car les bergers sont une abomination pour les Egyptiens.
Joseph alla donc informer le pharaon et lui dit:
---Mon père et mes frères sont arrivés du pays de Canaan avec leurs moutons, leurs chèvres, leurs bœufs et tout ce qui leur appartient; et ils sont dans la région de Gochên.
Il avait emmené avec lui cinq de ses frères qu'il présenta au pharaon.
Le pharaon leur demanda:
---Quelles sont vos occupations?
Ils répondirent:
---Tes serviteurs sont bergers comme l'étaient nos ancêtres.
Et ils ajoutèrent: Nous sommes venus séjourner dans le pays, car la famine sévit durement au pays de Canaan et il n'y a plus de pâturage pour les troupeaux de tes serviteurs là-bas. Permets donc à tes serviteurs de s'installer dans la région de Gochên.
Le pharaon dit à Joseph:
---Ton père et tes frères sont venus te rejoindre;
le pays est à ta disposition. Installe-les dans la meilleure province du pays: qu'ils habitent dans la région de Gochên. Et si tu sais qu'il y a parmi eux des hommes capables, tu les établiras comme responsables de mes troupeaux. » (Genèse 46:31-47:6)
Pharaon avait déjà promis à la famille de Joseph tout ce que l’Egypte avait de meilleur (45:18), mais Joseph fit attention que cela allait devenir réalité. Sa famille fut envoyée à Gochên avant même qu’il ne les accueillit ou qu’ils furent introduis à Pharaon. La possession devait être 9/10ème de la loi en ces temps là aussi. Quand Joseph rapporta l’arrivée de sa famille, il savait que Pharaon demanderait une entrevue avec eux. Il leurs fut conseillé d’accentuer le fait qu’ils étaient des bergers, que c’était leur seule profession, et cela depuis des générations. Cela les assurerait d’habiter la région de Gochên, non seulement parce qu’elle fournirait tout le pâturage nécesaire pour leurs troupeaux, mais parce que cela les tiendrait un peu à l’écart des Egyptiens, qui détestaient les bergers (46:34).
La conversation alla comme l’espèrait Joseph, et le résultat fut que Pharaon donna à la famille de Joseph la région de Gochên sur lequel s’installer. En plus, puisque Pharaon avait aussi des troupeaux, quelques membres de la famille de Joseph pourraient être employés à s’occuper des ses troupeaux (verset 6). Je doute que ce soit le genre de travail que beaucoup d’Egyptiens recherchaient, détestant autant les bergers.
Mais pourquoi était obtenir Gochên si important que tant de versets aient été dévoués aux détails de son acquisition, alors qu’un moment aussi émotionnel que la réunion de Jacob et Joseph fut si vaguement décrite ? Permettez-moi de suggérer quelques raisons, commençant avec celles les moins importantes. Premièrement, Gochên devait être un des meilleurs terrains d’Egypte. C’était ce que Pharaon avait promis (45:18) et ce qu’il déclara donner (47:6). deuxièmement, c’était situé assez près de Joseph pour qu’il puisse voir sa famille fréquemment :
« Tu habiteras dans la région de Gochên, pour être proche de moi, toi, tes enfants et tes petits-enfants, tes moutons, tes chèvres et tes bœufs et tout ce qui t'appartient. » (Genèse 45:10)
De loin, la raison la plus importante pour installer la famille dans la région de Gochên était pour la garder isolée de la culture et de la religion d’Egypte. Joseph était assez fort pour survire la vie dans la ville et le palace, mais il avait déjà été donné une épouse égyptienne, la fille d’un prêtre, et un nom égyptien (41:45). Qu’arriverait-il à la nation d’Israël s’ils étaient amenés à la ville et intégrés dans la vie égyptienne ? C’est pourquoi Joseph ordonna ses frères de dire que leur seule profession était d’être des bergers. Joseph vit la haine pour les bergers comme une bénédiction, en cela que cela empêcherait les deux cultures de se mélanger. Vivre et travailler dans la ville avec les Egyptiens auraient été désastreux. Joseph, je crois, vit cela très clairement, et donc fut diligent à s’assurer que sa famille s’installa à Gochên.97
Un Patriarche Bénit un Pharaon (47:7-12)
« Joseph alla donc informer le pharaon et lui dit:
---Mon père et mes frères sont arrivés du pays de Canaan avec leurs moutons, leurs chèvres, leurs bœufs et tout ce qui leur appartient; et ils sont dans la région de Gochên.
Il avait emmené avec lui cinq de ses frères qu'il présenta au pharaon.
Le pharaon leur demanda:
---Quelles sont vos occupations?
Ils répondirent:
---Tes serviteurs sont bergers comme l'étaient nos ancêtres.
Et ils ajoutèrent: Nous sommes venus séjourner dans le pays, car la famine sévit durement au pays de Canaan et il n'y a plus de pâturage pour les troupeaux de tes serviteurs là-bas. Permets donc à tes serviteurs de s'installer dans la région de Gochên.
Le pharaon dit à Joseph:
---Ton père et tes frères sont venus te rejoindre;
le pays est à ta disposition. Installe-les dans la meilleure province du pays: qu'ils habitent dans la région de Gochên. Et si tu sais qu'il y a parmi eux des hommes capables, tu les établiras comme responsables de mes troupeaux.
Joseph fit aussi venir son père Jacob pour le présenter au pharaon. Jacob salua respectueusement le pharaon. » (Genèse 47:7-12)
Le moment est arrivé pour Joseph de présenter son père à Pharaon. La grâce de Pharaon pour Jacob révèle sans aucun doute son respect pour cet homme âge ainsi que son estime pour Joseph. C’est étrange de lire que Jacob bénit Pharaon (47:7,10). Bien qu’il soit possible que ce soit un peu plus qu’une salutation,98 je la prends comme étant une bénédiction plus forte (et bien plus commun), telle que celle dans le chapitre suivant (48:15,20). Après tout, l’Alliance avec Abraham contenait la promesse qu’Abraham et ses descendants seraient des bienfaiteurs pour tous ceux qui les béniraient :
« Je bénirai ceux qui te béniront et je maudirai ceux qui t'outrageront. Tous les peuples de la terre seront bénis à travers toi. » (Genèse 12:3)
N’est-ce pas ce que nous voyons arrivé dans le chapitre 47 ? Pharaon a beaucoup élevé et bénit Joseph. Maintenant il étend cette bénédiction à toute la famille de Joseph. Jacob répond en prononçant une bénédiction sur Pharaon. Et effectivement, Pharaon est béni par Israël. Joseph a pratiquement sauvé le royaume, et dans la prochaine section, il obtiendra possession de presque toutes les richesses d’Egypte, ce qui inclut les gens (47:13-26). La présence d’Israël en Egypte fut une bénédiction pour cette nation émergeante, mais elle bénit aussi grandement les Egyptiens. L’Alliance avec Abraham trouve une réalisation partielle dans ce séjour.
La chose la plus surprenante de l’entrevue de Jacob avec Pharaon est l’évaluation par Jacob de sa vie à ce moment dans le temps :
« Jacob répondit:
---Le nombre de mes années de migrations est de cent trente. Les jours de ma vie ont été peu nombreux et mauvais et je n'atteindrai pas le nombre des années qu'ont duré les migrations de mes ancêtres. » (Genèse 47:9)
Cela ne correspond pas très bien au concept contemporain d’un bon témoignage. Essentiellement, Jacob a dit à Pharaon que sa vie a été courte et acariâtre. Pas un très bon argument pour la chrétienté, n’est-ce pas ? La croyance de l’évangélisme aujourd’hui est que faire confiance à Christ et suivre Dieu rend votre vie heureuse, contente, et libre d’épreuves et de souffrances. Si ce n’avait été pour le témoignage de Joseph, Pharaon aurait pu penser très mal du Dieu d’Israël.
Et pourtant ce que Jacob dit était vrai. Ses commencements terrestres furent prophétiques de sa vie. Il lutta avec son frère dans le ventre de sa mère (25:21-26). Il vécut dans un foyer où les parents étaient divisés dans leur affection pour leurs enfants (25:28). Il obtint la bénédiction de son père par la déception et il fut éloigné de sa famille à cause de la haine d’Esaü (chapitre 27). Il passa des années en exile, servant un oncle fourbe, Laban. Il rechercha une épouse et il s’est retrouvé avec quatre femmes (29:18), et le résultat de ça furent des compétitions et des conflits continuels. Il quitta finalement son oncle et éventuellement dut faire un pacte de non-agression avec lui par peur de représailles de parents canaanéens quand ses fils tuèrent les hommes de la ville et emmenèrent les femmes, enfants et bétails comme butin (chapitre 34). Rachel, sa femme favorite, mourut prématurément sur le chemin de Bethléhem (35:16-19). Son fils aîné coucha avec une de ses concubines (35:22), et son fils préféré fut perdu tragiquement et présumé mort. Finalement, il y eut la famine qui menaca l’existence de sa famille, et le sous-chef de pharaon sembla enlever son plus jeune fils. Jacob, vous voyez, était correct dans son évaluation de sa vie.
Il y a une différence importante entre la souffrance dont Jacob faisait allusion et celle que Joseph endura. La souffrance de Joseph n’était pas méritée ; celle de Jacob l’était. Jacob souffrit pratiquement chaque fois à cause des choix stupides qu’il avait fait volontairement. Il avait trompé son frère. Il choisit de vivre près de Sichem plutôt que d’aller à Béthel. Il choisit imprudemment de montrer sa préférence pour Joseph. La souffrance dont Jacob fit l’expérience fut presque entièrement le résultat de ses mauvaises décisions et réponses.
Jacob n’a pas vu la main de Dieu dans son adversité, mais Joseph l’a vue. Jacob est devenu plus peureux et protectif, pendant que Joseph pardonnait et voulait servir les autres, même à ses dépends. Dans son adversité Joseph se rapprocha de Dieu, pendant que Jacob semblait s’éloigner de de LUI de plus en plus. Dans cette entrevue avec Pharaon toutes ces expériences amères ont commencé à être remarquées. Il s’était trompé quand il avait conclu que « C'est sur moi que tout cela retombe ! » (42:36). Ses peurs n’étaient pas justifiées.
Alors Joseph règla ses comptes avec son père et ses frères, et leur donna du terrain en Egypte, dans la meilleure partie du pays, la région de Ramsès, comme Pharaon avait ordonné. Et Joseph fournit à son père, ses frères et à toute la maison de son père de la nourriture, selon ce dont ils avaient besoin (Genèse 47:11-12).
Conclusion
Je vois cela comme étant le tournant dans la vie de Jacob. Tout comme ses fils sont arrivés au point où ils reconnurent leurs péchés et tournèrent de leurs méchantes voies, Jacob y arriva aussi. Je crois qu’il vit tout son chagrin comme étant le résultat de ses péchés, mais maintenant il commença à voir Dieu d’un angle tout à fait différent. Les choses que Jacob essayait de retenir et protéger (Rachel, Joseph, et Benjamin), étaient les choses même qui lui ont été prises. Ce ne fut qu’en laissant partir Benjamin, qu’il a tout gagné. Et en laissant partir Benjamin, il préserva non seulement la vie de Benjamin, mais celle d’une nation entière.
Je vois le chemin de souffrance et de chagrin de Jacob étant le résultat d’un concept complètement faux du christianisme (si vous préférez, nous l’appellerons une relation avec Dieu). Dans le chapitre 28, Dieu souligna en premier ses promesses à Jacob, comme étant l’héritier de l’Alliance avec Abraham :
« L'Eternel lui-même se tenait tout en haut et lui dit:
---Je suis l'Eternel, le Dieu d'Abraham ton ancêtre et le Dieu d'Isaac. Cette terre sur laquelle tu reposes, je te la donnerai, à toi et à ta descendance.
Elle sera aussi nombreuse que la poussière de la terre; elle étendra son territoire dans toutes les directions: vers l'ouest et l'est, vers le nord et le sud. Par toi et par elle, toutes les familles de la terre seront bénies.
Et voici: je suis moi-même avec toi, je te garderai partout où tu iras; et je te ferai revenir dans cette région; je ne t'abandonnerai pas mais j'accomplirai ce que je t'ai promis. » (Genèse 28:13-15)
C’est une alliance inconditionnelle, et les bénéfices étaient assurés, malgré les actions de Jacob. (Effectivement, nous devons agréer que toutes les bénédictions que Jacob a reçues jusqu'à présent, il les a reçus en dépit de ses actions plutôt qu’à cause d’elles). La promesse de Dieu était une de pure grâce, mais le concept de Jacob était d’une de travail. Il pensait que Dieu le bénirait quand il produisait et donnait à Dieu un morceau du gâteau :
« Puis il fit le vœu suivant:
---Si Dieu est avec moi, s'il me protège au cours du voyage que je suis en train de faire, s'il me fournit de quoi manger et me vêtir,
et si je reviens sain et sauf chez mon père, alors l'Eternel sera mon Dieu.
Cette pierre que j'ai dressée comme stèle deviendra un sanctuaire de Dieu et je t'offrirai le dixième de tous les biens que tu m'accorderas. » (Genèse 28:20-22)
Le vœu de Jacob était un marchandage avec Dieu. Son obéissance et fidélité à Dieu étaient conditionnelles. Il servirait Dieu seulement SI Dieu le protégeait, l’enrichirait, et le ramènerait au pays de Canaan en sécurité. Sous ces conditions, Jacob servirait Dieu et LUI donnerait un dixième. Dieu n’a jamais accepté la proposition de Jacob. Jamais la dîme ne fut donnée, ni n’avait-elle été demandée. Jacob était, dans notre vocabulaire, un « magouilleur », et il ne pouvait pas être autorisé à marchander avec Dieu.
Vous voyez, Dieu ne travaille pas avec les hommes sur la base de ce qu’ils font. SA grâce n’est pas déterminée par notre fidélité, mais garantie par LA SIENNE. IL ne veut pas, ni n’a besoin de nos contributions ; IL désire seulement notre confiance et notre vénération. Bien sûr, il y a des commandements à obéir et des standards à respecter, mais ceux-ci ne sont pas ce qui gagnent les récompenses de Dieu. A la place, ceux- ci sont la réponse juste à la grâce. Effectivement, ceux-ci sont l’évidence de la grâce travaillant en et par le croyant.
Quand Jacob était devant Pharaon, il reconnut que tous ses efforts avaient été futiles. Le pays qu’il avait arraché des mains d’Esau était resté derrière. Pour autant que je puisse dire, il n’a jamais profité des fruits de son travail malhonnête. Les bénédictions qu’il a connues n’étaient pas le résultat de ses activités (telles que peler ces arbres, 30:31), mais de la grâce divine, de l’ouvrage souverain (32:11-13). Maintenant Jacob était vieux, et en face d’une famine, il était impuissant et sans espoir. Quand il entra en Egypte, il ne pouvait pas compter sur ses anciens trucs pour fournir et protéger lui-même et sa famille. En un mot, Jacob a dû faire confiance à Dieu et non à lui-même.
C’était le début d’une toute nouvelle vie. Elle ne dura que 17 ans, mais ce fut une vie vécue dans les bénédictions que seule la grâce pouvait fournir. Ces 17 ans furent les années les plus joyeuses, les plus remplies de la vie de Jacob. Il ne vivait pas au pays de Canaan, mais il était entré dans le « repos de Canaan », le repos qui n’est obtenu que par la foi, et qui est forfait par l’incrédulité (Hébreux 3-4).
Beaucoup de Chrétiens, comme Jacob, passe la plupart de leurs vies, comme la chanson le décrit, à « Travailler Comme le Diable, Servant le Seigneur. » Bêtement, ils pensent que les bénédictions de Dieu sont obtenues en se démenant comme des diables pour avancer dans la vie, même s’ils doivent marcher sur la tête des autres et aux dépends des standards bibliques de conduite. Peut-être, comme celle de Jacob, votre vie a été pour la plupart un désastre. Il n’est pas trop tard. La vie de Jacob commença à 130 ans. La vie pour vous peut commencer aujourd’hui si vous apprenez à vous reposer sur LUI et à compter sur SES promesses. Il y aura des luttes, mais ce seront des luttes pour faire ce qui est bien, pas pour protéger vos droits.
La vie de repos n’est pas une vie facile ou une vie sans douleurs et sans chagrins. Joseph, comme Jacob, souffrit de beaucoup d’épreuves, mais Joseph souffrit innocemment et dans un sens pieux. Dieu ne vous offre pas une vie en rose, mais une vie à apprendre à compter sur LUI, à LE rechercher pour que vous soyez exalté au bon moment, plutôt que vous avanciez dans la vie aux dépends des autres.
Je trouve remarquable d’observer que pendant que le Livre de Genèse couvre une période de milliers d’années, presque la moitié du Livre est dévoué à la vie et aux temps de Jacob. Abraham, le grand homme de foi, couvre les chapitres de 11 à 24 ; Isaac, chapitres 21-35 ; Joseph, chapitres 30-50 ; mais il y a plus de chapitres couvrant Jacob que n’importe quels autres patriarches, du chapitre 25 jusqu’au chapitre 50. Pourquoi est-ce que Joseph fut un si grand homme, et pourtant il n’eut aucune tribu nommée après lui ? Pourquoi n’a-t-il pas eu un fils dont l’héritier aurait créé une lignée de prêtres ? Pourquoi le Messie n’est-IL pas venu par Joseph plutôt que par Juda ? Je ne sais pas, autre que le fait que Dieu choisit d’accomplir SES desseins par des hommes comme Jacob et Juda, et vous et moi. Si Joseph est un genre de Christ, alors Jacob est surement un genre de beaucoup de Chrétiens. Une raison pour laquelle tant de temps et d’espace est alloué à Jacob (à mon avis) est qu’il a fallut tout ce temps pour qu’il comprenne les sujets du salût et de la sanctification.
La leçon la plus importante que j’aie apprit de la vie de Jacob est l’immensité de la grâce de Dieu. C’était surement rien d’autre, rien de moins que la grâce qui a sauvé et sanctifié Jacob. Et il en est de même pour vous et moi. Nous ne pouvons pas marchander avec Dieu, car nous n’avons rien à offrir. Nous n’arriverons à rien en luttant de nos propres forces dans la vie, mais uniquement en nous reposant sur LUI. Nous devons travailler à entrer dans ce repos (Hébreux 4:1), mais par SA force, pas la nôtre. C’est la leçon que Jacob a apprit. Et c’est la vérité qui a fait du dernier chapitre de la vie de Jacob le meilleur. Je ne sais pas à quel chapitre votre vie est. Peut-être, êtes-vous dans un des premiers chapitres, peut-être dans le dernier. Mais je sais une chose : Chaque chapitre de notre vie peut être une bénédiction s’il est marqué par une dépendance humble et une obéissance reconnaissante.
Peut-être ne connaissez-vous pas encore Dieu comme Jacob. Pour vous, le message de l’Evangile est clair, « Croyez en Jésus Christ et vous serez sauvé » (Actes 16:31). Reconnaissez que vos efforts ne vous ont conduit qu’à de la lutte et de la souffrance. Croyez que l’offre de Dieu en est une de grâce gratuite, que LUI seul peut vous donner la paix, le repos et l’assurance de bienfaits et de salût. Cette leçon est une condition nécessaire pour marcher avec Dieu. Qu’IL vous aide à l’apprendre aujourd’hui !
89 BDB says the Hebrew noun zebach “. . . seems not only to be used for all these special forms but also to include other festal sacrifices not defined in the codes of law. The ritual was the same for the entire class. They were all sacrifices for feasts in which the flesh of the victim was eaten by the offerers, except so far as the officiating priests had certain choice pieces and the blood and fat pieces went to the altar for God.” Francis Brown, S. R. Driver, and Charles A. Briggs, A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament (Oxford: The Clarendon Press, 1966), p. 257.
90 “Now at least two parallel lists are available--disregarding the partial list of Exod. 6:14ff.--namely Num. 26 and I Chron. 4-6. A comparison with these indicates that certain of the names found above were in circulation also in another form, usually pretty much like the ones above, sometimes radically different as to form but similar in meaning.” H. C. Leupold, Exposition of Genesis (Grand Rapids: Baker Book House, 1942), II, p. 1111.
91 “Beney Jisra’el (v. 8) cannot be translated ‘sons of Israel,’ for all that follows indicates that the broader term ‘descendants’ or ‘children of Israel’ is meant.” Ibid.
92 “However, from Numbers 26:38-40 and I Chronicles 7:6ff.; 8:1ff. it appears that some of these names are of grandsons, presumably included by anticipation (cf. Heb. 7:10).” Derek Kidner, Genesis: An Introduction and Commentary (Chicago: Inter-Varsity Press, 1967), p. 209.
93 “In the account of the families of Israel at the time of Moses, which is given there, we find, with slight deviations, all the grandsons and great-grandsons of Jacob whose names occur in this chapter, mentioned as the founders of the families, into which the twelve tribes of Israel were subdivided in Moses’ days.” C. F. Keil and F. Delitzsch, Biblical Commentary on the Old Testament (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1968), I, p. 371.
94 “From all this it necessarily follows, that in the list before us grandsons and great-grandsons of Jacob are named who were born afterwards in Egypt, and who, therefore, according to a view which we frequently meet with in the Old Testament, though strange to our modes of thought, came into Egypt in lumbis patrum. That the list is really intended to be so understood, is undoubtedly evident from a comparison of the ‘sons of Israel’ (ver. 8), whose names it gives, with the description given in Num. xxvi. of the whole community of the sons of Israel according to their fathers’ houses, or their tribes and families.” Ibid.
95 “But the text speaks of those who came out of Jacob (v. 26), while many more than these went down to Egypt, forming the nucleus of the ‘Israel people.’ The total of wives is a maximum of fourteen, Joseph’s wife being already in Egypt. A computable minimum of persons who went down to Egypt thus is 1 (Jacob) + 70 + 14 wives = 85. Yet remember that the women and children of Shechem were absorbed into the clan (34:29), some of whom no doubt became wives. Remember also that of the servants or slaves of Isaac’s house some, if not all, came to Jacob, swelling the number of those he already possessed (30:48), so that there may have been 300 or more persons attached to Jacob’s tent.” Harold G. Stigers, A Commentary on Genesis (Grand Rapids: Zondervan, 1976), p. 319.
96 “The rule by which the nation descending from the sons of Jacob was divided into tribes and families (mishpachoth) according to the order of birth was this, that as the twelve sons founded the twelve tribes, so their sons, i.e. Jacob’s grandsons, were the founders of the families into which the tribes were subdivided, unless these grandsons died without leaving children, or did not leave a sufficient number of male descendants to form independent families, or the natural rule for the formation of tribes and families was set aside by other events or causes.” Keil and Delitzsch, I, p. 372.
97 “Joseph saw the importance of emphasizing this, to ensure that Pharaoh’s goodwill would be to the family’s real benefit, not to their detriment by drawing them into an alien way of life at the capital.” Kidner, Genesis, p. 210.
98 “In vv. 7 and 10 the word ‘blessed’ does not fit this context; it is doubtful that Jacob would bless Pharaoh. However, there is another sense of barak which makes it more understandable. Since this is an audience, greetings, not blessings, are in order. This word is used, as in 28:1, for the appearance of anyone before another. It may well include the thought of peace as is the custom in Middle East territories, but not blessing in the sense of benediction. In v. 10 the sense would be ‘take one’s leave,’ that is, speak peace again at parting.” Stigers, Genesis, p. 319.
47. Une Bonne Perspective de la Pauvreté et de la Prospérité (Genèse 47:13-31)
Introduction
Pendant que je flânais dans une librairie il y a quelque temps, j’ai remarqué un livre qui avait un titre qui sautait à la figure : Les Bœufs Sacrés Font du Bon Hamburger. Je n’ai ni acheté le livre, ni ne l’ai-je jamais lu, mais le sujet était fascinant. Malheureusement, pendant que cela pourrait être vrai, je n’en vois pas beaucoup dans la file d’attente pour hacher la viande. Quelques-unes de nos convictions les plus tenaces peuvent être du bon matériel pour faire du hamburger, mais celui qui va défier comment nous pensons ne va pas être très populaire. Franchement, j’ai agonisé sur la tâche qui est la mienne d’expliquer et d’appliquer ce texte dans Genèse 47, non pas à cause du fait qu’il n’est pas clair, mais parce qu’il va contre le grain de ce que beaucoup de cercles chrétiens ont été enseignés.
Beaucoup des Juifs des jours de Jésus pensaient que la prospérité et spiritualité étaient inséparable. Aujourd’hui c’est tout le contraire. On nous dit fréquemment que nous ne pouvons pas prospérer ou avoir un compte épargne pendant que des gens ont moins que nous. Particulièrement nous, Américains, nous sentons coupables parce que nous prospérons pendant qu’une grande partie du monde vit dans la pauvreté. Une partie de cette culpabilité pourrait être justifiée, mais pas nécessairement toute.
Les actions de Joseph dans ce chapitre ne correspondent pas très bien à nos idées préconçues, car il vendit du grain à des hommes affamés. Non seulement a-t-il accumulé tout l’argent dans le pays, mais il a aussi acquéri tout le bétail et les terres, et même les gens furent asservis. Comment un homme qui, jusqu'à présent, avait un record parfait pouvait être soudainement si avide et insensible ? Et si Joseph nous perturbe, nous devons aussi être perturbés par la nation d’Israël, car elle a grandement profité pendant que les Egyptiens sombraient de plus en plus dans la pauvreté. Il semblerait que beaucoup de l’affluence d’Israël fut aux dépends des Egyptiens. Comment pouvons nous justifier la bénédiction de Dieu à Israël ?
Comme je suggérais, quelques-unes de nos idées pourraient faire du bon hamburger. Considérons ces versets avec beaucoup d’attention, car ils nous aident à gagner une bonne perspective sur la pauvreté et la prospérité.
La Prospérité de Pharaon et la Pauvreté de l’Egypte (47:13-26)
« La famine était si grande en Egypte et en Canaan qu'on ne trouvait plus nulle part de quoi manger, et les habitants dépérissaient de faim.
En échange du blé qu'il vendait, Joseph recueillit tout l'argent qui se trouvait en Egypte et en Canaan, et en remplit les caisses du pharaon.
Quand il n'y eut plus d'argent en Egypte et en Canaan, tous les Egyptiens vinrent trouver Joseph et lui dirent:
---Donne-nous de quoi manger! Pourquoi devrions-nous mourir là sous tes yeux parce que nous n'avons plus d'argent?
Joseph répondit:
---Si vous n'avez plus d'argent, donnez-moi votre bétail, et je vous fournirai de la nourriture en échange de vos troupeaux.
Ils amenèrent donc leur bétail à Joseph qui leur donna de quoi manger en échange de leurs chevaux, de leurs ânes, et de leurs troupeaux de moutons, de chèvres et de bœufs. Cette année-là, il leur assura la nourriture en échange de tous leurs troupeaux.
L'année suivante, ils revinrent le trouver et lui dirent:
---Mon seigneur n'est pas sans savoir que nous n'avons plus d'argent, nos troupeaux appartiennent à mon seigneur, nous n'avons plus rien à présenter à mon seigneur que nos corps et nos terres.
Pourquoi péririons-nous là sous tes yeux, nous et nos terres? Achète-nous, avec nos terres, en échange de vivres, et nous deviendrons, avec nos terres, esclaves du pharaon. Donne-nous aussi du grain à semer pour que nous puissions survivre, au lieu de mourir, et que notre terre ne devienne pas un désert. » (Genèse 47:13-19)
Pendant les deux dernières années, la famine fut très sévère en Egypte et au pays de Canaan (45:5). Toutes les réserves privées de blé étaient épuisées, et tout l’argent d’Egypte et du pays de Canaan avait été dépensé pour acheter le grain du gouvernement de Joseph. Et la famine trainait et trainait. Etant désespérés, les Egyptiens approchèrent Joseph, lui rappelant leur situation critique. Joseph savait que bien que leur argent était épuisé, leurs richesses ne l’étaient pas, car ils possédaient encore beaucoup de bétails. Si ce bétail restait la propriété des Egyptiens, il aurait péri, car il n’y avait plus d’herbe dans les pâtures et ni de grain pour nourrir le bétail. Et qui d’autres que Pharaon serait intéressé, car personne ne pourrait le nourrir pendant ces années de sécheresse ? Dans ce sens, Joseph fit une faveur aux Egyptiens en prenant leur bétail, l’échangeant pour du grain dont ils avaient besoin pour survivre. Quelques têtes de bétails auraient pu être achetés par les Israélites, qui étaient les gardiens des troupeaux (46:34) et qui étaient relativement peu affectés par la famine (47:27). Beaucoup, sinon tous, des troupeaux que Joseph acheta pour Pharaon devaient être gardés par les frères de Joseph (47:6).
La vente de leur cheptel permit aux Egyptiens de vivre une autre année. La suivante approchant, ils se sont trouvés une fois de plus dans la misère, faisant appel à Joseph pour du grain qui leur permettrait de survivre. Ils n’avaient ni argent, ni bétails, mais ils possédaient toujours deux commodités de valeurs : leurs terres et le travail qu’ils pourraient faire. A leur propre suggestion, les Egyptiens échangèrent leurs terres et leurs travaux contre du grain pour survivre la famine. Leurs terres appartiendraient à Pharaon, ils dirent, et ils seraient ses esclaves. Joseph fut d’accord pour fournir le grain pour la semence quand la famine serait terminée et le temps de semer arriva (47:18-19).
« Alors Joseph acquit toutes les terres d'Egypte pour le compte du pharaon, car les Egyptiens vendirent chacun son champ, contraints par la famine, tant elle était rigoureuse. Ainsi, le pays devint la propriété du pharaon.
Quant aux habitants, il les réduisit à l'esclavage, d'un bout à l'autre de l'Egypte.
Les seules terres que Joseph n'acheta pas étaient celles des prêtres, car il existait un décret du pharaon en leur faveur et ils se nourrissaient de ce que le pharaon leur fournissait; c'est pourquoi ils n'eurent pas à vendre leurs terres.
Joseph dit au peuple:
---Je vous ai achetés aujourd'hui, vous et vos terres, pour le compte du pharaon. Voici des grains: ensemencez vos champs!
Mais vous donnerez le cinquième de vos récoltes au pharaon, les quatre autres parts seront à vous pour ensemencer les champs et pour vous nourrir, vous, vos enfants et tous ceux qui seront sous votre toit.
Ils dirent:
---Tu nous as sauvé la vie! Puisque nous avons obtenu ta faveur, nous serons les esclaves du pharaon.
Joseph fit de cette disposition une loi pour toute l'Egypte --- loi qui est encore aujourd'hui en vigueur --- imposant le versement du cinquième de la récolte au pharaon. Seules les terres des prêtres ne passèrent pas en propriété au pharaon. » (Genèse 47:20-26)
Et comme ça, les terres changèrent de propriétaires – en ça que toutes les terres exceptées celles acquises par les Israélites (verset 27) ou appartenant aux prêtres, qui étaient supportés (comme les Israelites) par Pharaon (verset 22). Les gens furent amenés des campagnes aux villes (verset 21). Cela arriva probablement pour une paire de raisons administratives. Premièrement, le grain était entreposé dans les villes (41:35) et pouvait donc être plus efficacement distribué là. Peut-être qu’aussi, en eloignant les gens de leurs terres, cela rendait le transfert de propriété plus incontestable et permanent. Une fois qu’ils étaient séparés de leurs terres, leur attachement émotionnel aurait tendance à faiblir.
Les termes de l’esclavage des Egyptiens furent décidés par Joseph (versets 23-24). Joseph acquit à la fois les gens et leurs terres pour Pharaon. Quand la famine serait finie, il leur fournirait de la semence à planter. Quand la moisson serait à nouveau récoltée, un cinquième serait donné à Pharaon. Le reste appartiendrait aux gens pour leur nourriture, celle de leurs animaux et la semence pour la prochaine moisson. Moïse écrit que ce fut sous ces conditions qu’il trouva l’Egypte. Ce qui arriva durant l’administration de Joseph continua jusqu'à temps que Moïse fut au palais de Pharaon (verset 26). Qui, mieux que Moïse, aurait su ça?
Certains trouvent difficile de croire que Joseph a pu avoir quelque chose a faire avec l’acquisition de toute la richesse d’Egypte, ainsi qu’avec l’esclavage des gens. Avant de condamner Joseph trop rapidement, plusieurs observations devraient être considérées.
(1) Ni le grain, ni le gain appartenaient à Joseph, mais à Pharaon. C’est exactement pourquoi j’ai titré cette section « La Prospérité de Pharaon et la Pauvreté de l’Egypte. » Joseph ne peut être condamné pour vendre le grain plutôt que de le donner gratuitement, car le grain ne lui appartenait pas. Et tout le bénéfice appartenait à Pharaon. Les actions de Joseph ne lui ont apporté aucun gain personnel aux dépends de l’Egypte. Son devoir était d’assurer les intérêts de Pharaon, et cela, il s’en occupa très bien.
(2) La faveur que Pharaon avait conférée à la famille de Joseph était un sujet de grâce, qu’il décida d’accorder les Israelites tout comme il l’avait accordée aux prêtres. Il y avait une grande différence entre la bonne fortune des Israélites et l’échec économique des Egyptiens, mais ce n’était pas autant dû au choix de Joseph qu’à celui de Pharaon.
(3) L’ « esclavage » dont les Egyptiens avaient proposé n’était pas celui, dur et injuste, que nous connaissons de l’histoire de notre propre pays. L’esclavage n’est pas nécessairement cruel et dur, bien qu’il puisse l’être, tout comme une dictature n’est pas toujours dure et répressive (comme quand Christ régnera sur le monde). L’esclavage dont Joseph arrangea fut plus l’agrément qu’un « métayer » aurait avec un propriétaire de terrains et pourrait toujours marcher dans notre pays aujourd’hui. L’esclavage pour ces Egyptiens voulait dire que la terre ne leur appartenait plus et qu’une taxe de 20% sur leur production fut imposée. Ayant juste passé le 15 avril, le remboursement et les paiements des impôts, la plupart d’entre nous aurions tendance à penser que les Egyptiens s’en tiraient bien. Qui parmi nous ne signerait-il pas pour une simple taxe de 20% ?
(4) Un tel « esclavage », même parmi les Israélites, n’était pas condamné :
« ---Si ton prochain qui vit près de toi devient pauvre et se vend à toi, tu ne le feras pas travailler comme un esclave.
Tu le traiteras comme un ouvrier salarié ou comme un immigré; il sera ton serviteur jusqu'à l'année du jubilé.
Alors il quittera ton service, lui et ses enfants, pour retourner dans sa famille et rentrer en possession du *patrimoine de ses ancêtres.
Car ceux que j'ai fait sortir d'Egypte sont mes serviteurs; ils ne doivent pas être vendus comme esclaves.
Parce que tu révères ton Dieu, tu ne les traiteras pas avec brutalité. » (Lévitique 25:39-43)
Même si un camarade israélite devenait pauvre, il pouvait se vendre à un autre comme esclave. Un tel esclavage n’était pas interdit, mais le propriétaire de l’esclave était averti de traiter cet esclave d’une manière douce et civile. C’est exactement ce que nous voyons Joseph faire.
(5) Nous ne devrions pas être perturbés par les actions de Joseph quand les Egyptiens le louaient et le regardaient comme leur Sauveur :
« Ils dirent:
---Tu nous as sauvé la vie! Puisque nous avons obtenu ta faveur, nous serons les esclaves du pharaon. » (Genèse 47:25)
Si les Egyptiens avaient suggéré cet arrangement en premier (verset 19) et puis s’y été soumit avec reconnaissance (verset 25), pourquoi devrions-nous être perturbés, à moins que bien sûr, nous n’aimons pas penser qu’une telle chose pourrait nous arriver ? Une telle condition économique peut être indésirable, mais ce n’est pas certainement pas contre la Bible.
(6) Beaucoup de problèmes que les Egyptiens avaient étaient crées par eux-mêmes. Joseph n’avait crée ni les sept ans d’abondance, ni les sept ans de famine ; il les prédit tous les deux et proposa un programme pour les traiter. Son plan a coûté aux Egyptiens leurs fortunes et un peu de leur liberté, mais ça les a aussi sauvés d’une mort certaine. Le terrible besoin du pays de Canaan est facilement explicable, mais pourquoi y avait-il aussi un besoin en Egypte ? Je dois vous prévenir que je lis entre les lignes, mais c’est mon avis que la pauvreté effroyable des Egyptiens était un dilemme qu’ils avaient crée eux-mêmes.
Si Joseph était l’administrateur compétent qu’il était supposé être, sûrement il informa toute la population de la famine qui allait arriver après les sept ans d’abondance. Ça aurait assuré leur coopération pour accomplir le plan que Joseph avait proposé pour alléger la dévastation des années de sécheresse à venir. De plus, si Joseph croyait « que le gouvernement gouverne le mieux quand il gouverne peu », il se serait efforcé de pousser la nation à suivre son exemple à économiser pour les années d’adversité. Joseph accumula un-cinquième des récoltes du pays pendant les années d’abondance. Ça laissa quatre-cinquième de la récolte exceptionnelle pour les Egyptiens. N’auraient-ils pas dû emmagasiner du grain pour la famine comme Joseph l’avait fait ? Mais il semblerait qu’ils pensaient que les années d’abondance continueraient eternellement. Pourquoi ne pas dépenser un peu de cet excès ? Ils semblent qu’ils furent autant surpris par l’arrivée de la famine que les gens du temps de Noé furent surpris par le déluge. Les Egyptiens, je crois, furent informés qu’une période difficile allait arriver, pourtant ils ne se sont pas préparés. Pas étonnant qu’ils ne se soient pas plaint de la façon dont Joseph s’est occupé du problème et l’appelait un sauveur.
Toutes les évidences nous amènent à la même conclusion : Joseph était juste aussi pieux ici qu’il était partout. Il avait préparé sagement pour l’avenir, et l’emmagasinage de blé lui rendit possible de sauver la nation du désastre.
La Prospérité d’Israël et la Pauvreté d’Egypte (47:27)
Pendant que les Egyptiens s’évanouissaient sous la famine, les Israelites s’épanouissaient. La perte de l’Egypte, jusqu’à un certain point, était leur gain :
« Israël s'installa en Egypte, dans la région de Gochên. Ils y acquirent des propriétés. Ils eurent des enfants et devinrent très nombreux. » (Genèse 47:27)
Israël prospéra en dépit de la famine et de la pauvreté dont l’Egypte faisait l’expérience. Ce petit groupe prospéra pendant que la plupart du peuple égyptien s’appauvrissaient. Ce n’est peut-être pas trop de dire que les Israélites prospérèrent aux dépends des Egyptiens. Par exemple, le pays qu’ils acquirent fut probablement acheté à un bon prix à un fermier égyptien qui savait que de toute façon il perdrait sa terre. Le bétail qu’ils obtinrent fut probablement acheté à un fermier qui, autrement, l’aurait regardé mourir de faim. Ce qui a été acheté a dû l’être au taux de dix cents sur le dollar.
Cela soulève quelques questions à propos de la prospérité des Israélites durant la famine. Etait-ce mal pour eux de prospérer pendant que les autres souffraient ? Etait-ce bien de leur part d’acheter des terres pendant que les autres devaient abandonner les leurs ? Avant que nous ne répondions à cette question, laissez-moi vous en poser une autre : N’êtes- vous jamais allés faire des achats dans un magasin qui ferme ses portes ? Bien sûr. Et avez-vous insisté à ce que le magasin vous vende sa marchandise à prix fort parce que les temps étaient durs ? Bien sûr que non. Vous étiez enchantés d’avoir l’occasion d’acheter quelques choses à des prix drastiquement rabaissés. La perte du magasin fut votre gain, et vous êtes repartis fiers des choses que vous avez eues à bon marché.
De peur que nous perdions notre sens de perspective, laissez-moi vous rappeler que la prospérité d’Israël à cette période à paver le chemin de sa future persécution. Stigers, dans son excellent commentaire sur Genèse, titre les versets 13-26 « Les Fondations de l’Oppression. »99 Une petite leçon d’Histoire aidera à mettre cette section en perspective.
Avant que Joseph ou Jacob entrèrent en Egypte, il y avait un grand nombre d’esclaves sémitiques asiatiques en Egypte. Ils étaient rassemblés pour la plupart dans la région du Delta d’Egypte, la même région où Gochên était situé. Après une longue période, ces Hyksos, propriétaires de terres, formaient une coalition politique qui leurs donnait beaucoup de pouvoir dans le Delta. A un moment faible du pouvoir politique égyptien, cette coalition renversa le trône et un Pharaon hyksos fut installé au pouvoir. Il est très possible que le Pharaon sous lequel Joseph servait était un hyksos.100 Cela explique, du moins en partie, pourquoi un Pharaon aurait été désireux d’installer un esclave hébreu à un tel poste. Un camarade palestinien serait plus fiable qu’un Egyptien. Cela explique aussi pourquoi le Pharaon encouragerait l’immigration d’Hébreux du pays de Canaan. Ils pourraient améliorer sa position politique et être des alliés possibles si et quand les Egyptiens essaieraient de regagner le pouvoir.
Plus tard, bien après que Joseph mourut et que la dynastie des Hyksos ait été renversée, les Egyptiens n’ont pas eu beaucoup de sentiments favorables envers les Israélites, qui avaient collaboré avec les Hyksos et avaient prospéré pendant que les Egyptiens s’étaient appauvris. Et s’il y avait une autre tentative de renverser le trône d’Egypte, les Hébreux auraient très bien pu avoir l’intention de devenir alliés dans un tel effort. Pas étonnant que les Israélites étaient haïs, soupçonnés, et traités comme étant une menace sérieuse pour la sécurité de l’Egypte :
« Joseph mourut, ainsi que tous ses frères et toute leur génération.
Les Israélites eurent beaucoup d'enfants, leurs descendants se multiplièrent considérablement et devinrent de plus en plus puissants, si bien qu'ils remplirent tout le pays.
Un nouveau pharaon vint au pouvoir en Egypte; il ne connaissait pas Joseph.
Il dit à ses sujets:
---Voyez, le peuple des Israélites est plus nombreux et plus puissant que nous.
Il est temps d'aviser à son sujet, pour qu'il cesse de se multiplier. Sinon, en cas de guerre, il risque de se ranger aux côtés de nos ennemis et de combattre contre nous pour quitter ensuite ce pays.
Alors on imposa aux Israélites des chefs de corvée pour les accabler par des travaux forcés. C'est ainsi qu'ils durent bâtir pour le pharaon les villes de Pitom et de Ramsès pour servir de centres d'approvisionnement. » (Exode 1:6-11)
Il n’est peut-être pas trop de suggérer que le succès initial des descendants de Jacob et leur persécution plus tard nous fournisse un prototype de la persécution qui survint bien plus tard. Je ne suis pas un historien, mais je crois que c’était évident, par exemple, en Allemagne avant la deuxième guerre mondiale. L’économie de l’Allemagne avait beaucoup souffert, et pourtant il était évident que ceux qui étaient les banquiers qui avaient réussi et les géants financiers étaient des Juifs. Les Juifs devinrent alors les boucs émissaires pour tous les malheurs politiques du pays et furent sévèrement persécutés et opprimés par le régime nazi.
Principes Regardant la Prospérité et la Pauvreté
De ces versets décrivant la prospérité de Pharaon et le peuple de Dieu plusieurs principes qui nous aident à définir plus précisément la relation entre la prospérité, la pauvreté, et la liberté politique sont mis sur la table.
(1) La Liberté est un privilège, pas un droit. Les Américains, dues à leur héritage d’hommes libres, sont enclins à regarder la liberté comme étant un droit plutôt qu’un privilège. Mais l’Histoire nous rappelle que la plupart des gens qui ont vécu, n’ont pas eu le privilège de liberté comme nous le connaissons. Paul, en écrivant à ceux qui étaient esclaves, dit,
« Etais-tu esclave lorsque Dieu t'a appelé? Ne te fais pas de souci à ce sujet. --- Mais si tu peux devenir libre, alors profites-en. --- » (1 Corinthiens 7:21)
Ce n’est pas mal d’être esclave, ni cela empêche-t-il quelqu’un d’avoir un témoignage pieux (1 Pierre 2:18-25).
Joseph fut capable, étant esclave, de servir efficacement Dieu et hommes. Mais la liberté est surement préférable, et si elle peut être obtenue nous devrions profiter de cette opportunité.
Ce qui m’inquiète à propos de cette génération d’Américains, c’est qu’en assumant que la liberté est un droit plutôt qu’un privilège à entretenir, nous perdrons la chose pour laquelle des hommes ont donné leur vie pour l’obtenir et la garder. Les droits sont considérés comme allant de soi parce que nous assumons qu’ils ne peuvent pas être retirer. Les privilèges doivent être gagnés, et ils peuvent être facilement perdus s’ils sont négligés. Beaucoup de Chrétiens américains ne prennent pas la peine de voter ou de s’impliquer dans le processus politique, et en faisant ça, ils mettent en danger les libertés qu’ils ont. Ce n’était pas mal pour Joseph de mettre les Egyptiens en esclavage parce que la liberté n’est pas un droit, mais un privilège.
L’esclavage, bien sûr, a la possibilité d’être utilisé pour le mal et l’abus. L’histoire de l’esclavage en Amérique rend ça absolument clair. Cependant, laissez-moi dire que tous les propriétaires d’esclaves n’étaient pas durs et païens. En tant qu’institution, l’esclavage ne peut pas être généralement condamné, car la Bible ne l’interdit jamais strictement. Sûrement, ce n’est pas la condition de vie la plus désirable. C’est pourquoi Paul encouragea ceux qui étaient capables d’obtenir leur liberté. L’esclavage donne aux hommes diaboliques l’opportunité de maltraiter les gens. Un tel traitement doit toujours être condamné et résisté, mais ce genre d’abus est flagrant dans chaque situation, que ce soit le gouvernement, l’économie, le mariage ou la famille. Pouvoir et autorité seront toujours maltraités par les hommes cruels et mauvais, mais cela ne veut pas dire qu’alors tout le pouvoir doit être abolit. La Révolution française souligne ça dans le sang.
(2) La prospérité n’est pas un droit, mais un privilège et une responsabilité. Dans le Vieux Testament Dieu a promit à Israël prospérité s’ils obéissaient fidèlement et gardaient SES commandements :
« En fait, il ne doit pas y avoir de pauvres parmi vous, car l'Eternel votre Dieu veut vous combler de bénédictions dans le pays qu'il vous donne comme patrimoine foncier pour que vous en preniez possession ---
à condition toutefois que vous l'écoutiez pour obéir à tous les commandements que je vous transmets aujourd'hui et pour les appliquer,
car l'Eternel votre Dieu vous bénira comme il vous l'a promis. Alors vous prêterez de l'argent à beaucoup de nations étrangères, sans jamais avoir besoin d'emprunter. En effet, vous dominerez beaucoup de nations, et aucune ne vous dominera. » (Deutéronome 15:4-6)
Mais Dieu avait dit très clairement que bien que cela soit SA promesse, cet idéal ne serait jamais totalement réalisé :
« En fait, il y aura toujours des nécessiteux[c] dans le pays: c'est pourquoi, je t'ordonne d'ouvrir toute grande ta main à ton compatriote, au malheureux et au pauvre dans ton pays. » (Deutéronome 15:11)
Dans le Livre des Proverbes, il est souvent répété que la prospérité est le résultat de la diligence, pendant que la pauvreté est le résultat de la fainéantise :
« La main nonchalante appauvrit,
mais la main active enrichit. » (Proverbes 10:4 ; 12:27 ; 13:4 ; 14:23 ; etc.)
Cependant, c’est une maxime et non une promesse inviolable.
Dans le Nouveau Testament, la prospérité n’est pas la preuve ni de la pitié (Luc 6:24), ni des besoins charnels (Matthieu 27:57), mais une question d’appel, vers laquelle le pauvre et le riche doivent avoir la bonne perspective :
« Que le frère pauvre soit fier de ce que Dieu l'élève,
et le riche de ce que Dieu l'abaisse. En effet, il passera comme la fleur des champs.
Le soleil se lève, sa chaleur devient brûlante[d], et la plante se dessèche, sa fleur tombe, et toute sa beauté[e]s'évanouit. Ainsi en est-il du riche: il disparaîtra au milieu de ses activités. » (James 1:9-11)
Que ce soit la pauvreté ou la prospérité, nous devons apprendre le secret de contentement :
« Je sais vivre dans le dénuement, je sais aussi vivre dans l'abondance. C'est le secret que j'ai appris: m'accommoder à toutes les situations et toutes les circonstances, que je sois rassasié ou que j'aie faim, que je connaisse l'abondance ou que je sois dans le besoin.
Je peux tout, grâce à celui qui me fortifie.» (Philippiens 4:12-13)
« La véritable foi en Dieu est, en effet, une source de richesse quand on sait être content avec ce qu'on a.» (1 Timothée 6:6)
La richesse doit être utilisée au service des autres (1 Timothée 6:17-19). La pauvreté n’empêche pas le vrai désir d’aider (1 Rois 17:8-16 ; Marc 12:41-44 ; 2 Corinthiens 8:1-5), pendant que la prospérité fournit de plus grandes opportunités et une plus grande responsabilité (1 Timothée 6:17-19 ; Matthieu 13:12 ; Luc 12:47-48).
(3) Dans la Bible, la pauvreté n’est pas vue comme étant un mal intérieur qui doit être détruit. Tout comme l’institution de l’esclavage était tolérée, il en était de même pour la pauvreté. Ce n’est pas une condition agréable, mais elle n’est pas intolérable non plus (Philippiens 4:12-13). Notre Seigneur est devenu pauvre pour qu’IL puisse être rendu riche (2 Corinthiens 8:9), et l’apôtre Paul aussi fit l’expérience de la pauvreté (2 Corinthiens 6:4-5, etc.). Jésus dit,
« Des pauvres, vous en aurez toujours autour de vous! Tandis que moi, vous ne m'aurez pas toujours avec vous. » (Jean 12:8)
La richesse, actuelle ou désirée, est mauvaise quand elle occupe un morceau excessif de nos pensées et inquiétude (Matthieu 6:24-34), quand elle est donnée une trop grande importance (Luc 16:10-11,14), quand elle est gagnée injustement (Luc 3:13-14), égoïstement emmagasinée (Matthieu 6:19-2 ; 1 Timothee 6:17). Mais la pauvreté est de même mauvaise si elle est le résultat d’un manque de considération ou de responsabilité (1 Timothée 5:8) ou d’un manque de diligence (2 Thessaloniens 3:15). La pauvreté, comme la prospérité, n’est ni bonne ni mauvaise exceptée comment nous la voyons et l’utilisons.
(5) Le problème de la pauvreté ne peut pas être résolu simplement. La simple solution au problème de la famine en Egypte, nous supposons, aurait été pour Joseph d’ouvrir les greniers d’Egypte et de donner le grain aux Egyptiens. La question alors devient, « Qu’aurait dû être le critère pour distribuer le grain ? » Que ressentiriez-vous si un homme arrivait dans sa Rolls Royce et vous demandait de « faire le plein » de grain ? L’aide sociale n’est jamais aussi simple qu’il ne paraît. Dans quelques Ecritures, on nous dit de donner à ceux dans le besoin :
« L'homme qui regarde autrui avec bonté sera béni
parce qu'il a partagé son pain avec le pauvre. » (Proverbes 22:9)
« Celui qui donne aux pauvres ne sera pas dans le besoin,
mais celui qui se bouche les yeux à la misère d'autrui se charge de beaucoup de malédictions. » (Proverbes 28:27)
Dans d’autres Ecritures, on nous dit de prêter aux pauvres, mais sans intérêts :
« ---Si ton prochain qui vit près de toi s'appauvrit et tombe dans la misère, tu lui viendras en aide, même s'il est étranger ou immigré, afin qu'il survive à côté de toi.
Parce que tu révères ton Dieu, tu ne recevra de sa part ni intérêt, ni profit, pour que ton prochain puisse vivre à côté de toi.
Si tu lui prêtes de l'argent, tu n'en exigeras pas d'intérêt et si tu lui donnes de tes vivres, tu n'en tireras pas de profit. » (Levitique 25:35-37)
Ailleurs dans les Proverbes 11:26, on nous dit,
« Le peuple maudit l'accapareur qui retient son blé[e],
mais il bénit celui qui le vend sans tarder. »
Un autre proverbe dit,
« La faim du travailleur est une bonne collaboratrice:
sa bouche le pousse à travailler. » (Proverbes 16:26)
Et encore ailleurs, Paul nous ordonne,
« En effet, lorsque nous étions chez vous, nous vous avons donné cette recommandation: «Que celui qui refuse de travailler renonce aussi à manger»! » (2 Thessaloniens 3:10)
Nous avons une vaste gamme de responsabilités envers les pauvres car il y a une grande variété de raisons pour la pauvreté. Ceux qui sont pauvres volontairement, qui ne veulent pas travailler, envers eux nous n’avons pas d’obligations, excepté de les réprimander. Nous devons permettre à leur faim de les pousser à bouger. Pour ceux qui sont temporairement sans argent, nous devrions les aider financièrement en espérant être remboursé, mais sans intérêts. Aux autres qui sont complètement sans rien, nous devrions leur donner ce dont ils ont besoin sans espérer de remboursement. Et pour certains dans le Vieux Testament, les Israelites fidèles ne devaient non seulement leur acheter leurs marchandises, mais aussi les acheter eux comme serviteurs (Lévitique 25:39).
« Quand vous ferez les moissons dans votre pays, tu ne couperas pas les épis jusqu'au bord de ton champ, et tu ne ramasseras pas ce qui reste à glaner. » (Lévitique 19:9 ; 23:22)
Donc nous trouvons Ruth ramassant des épis dans le champs de Booz (Ruth 2:2). Aujourd’hui, nous sommes quelques fois encouragés à ramasser du grain pour les pauvres, le battre et le moudre, faire du pain et le livrer encore tout chaud. La dignité des nécessiteux demande qu’il leur soit permit de travailler pour ce qu’ils reçoivent si c’est possible. L’amour doit être exercé dans « la vraie connaissance et le discernement (Philippiens 1:9). La sentimentalité peut faire qu’on se sente bien aux dépends des pauvres. La sagesse cherche à aider les pauvres dans un sens à ce qu’ils gardent leur dignité et elle encourage à ce qu’ils continuent à faire ce qu’il faut pour sortir de leur dépendance économique des autres. Les veuves du Nouveau Testament dont l’église prenaient soin étaient un très petit groupe et choisi, pendant que les familles s’occupaient du reste qui était indigent à court termes (1 Timothée 5:3-16). Les fainéants ne méritent que la discipline (2 Thessaloniens 3).
(5) L’accumulation de richesses est fréquemment le moyen d’aider les pauvres. De peur que nous tombions sur le dos de Joseph pour ses actions, laissez-moi vous rappeler que si Joseph n’avait pas accumulé cette grosse réserve de grain, l’Egypte serait morte. Certains Chrétiens croient que c’est mal d’accumuler de l’argent pour n’importe quelle raison. Personnellement, je ne suis pas d’accord. Je comprends que notre Seigneur a interdit d’accumuler les richesses dans le but d’y trouver une fausse sécurité ou pour gaspiller sur nous-mêmes des somptuosités que la richesse nous fournira (Matthieu 6:19 ; Jacques 4:3 ; 5: 1-6).
Economiser n’est pas toujours condamné :
« Dans la demeure de l'homme sage, on trouve de précieux trésors et des réserves d'huile,
mais l'insensé dilapide ce qu'il a.» (Proverbes 21:20)
Malheureusement, Actes 4:34-35 a fréquemment été mal utilisé à ce propos :
« Aucun d'eux n'était dans le besoin, car ceux qui possédaient des champs ou des maisons les vendaient, apportaient le produit de la vente
et le remettaient aux apôtres: ceux-ci le répartissaient alors entre tous et chacun recevait ce dont il avait besoin. »
Certains croient que toutes les maisons et toutes les terres appartenant aux croyants de Jérusalem furent vendues en une seule fois et que l’argent fut mis en commun dans un pot pour être distribué par les apôtres. Ce ne fut pas le cas. D’une part, cela aurait causé les valeurs immobilières de dégringoler, réduisant l’efficacité de ces dons. Mais le verbe « vendraient » n’est pas correct, impliquant que c’était fait de temps en temps ou quand des besoins sérieux surgissaient. Les maisons étaient des propriétés privées jusqu'à ce que des besoins surviennent qui étaient si grands que quelqu’un était poussé à vendre leur propriété et à donner l’argent aux apôtres pour venir en aide à ceux qui étaient dans le besoin.
Ne voyez-vous pas que c’était la propriété de ces maisons et de ces terres qui a rendu possible la charité de l’église du Nouveau Testament ? Si ces Chrétiens avaient conclu, comme certains aujourd’hui, que c’était mal d’accumuler des richesses sous n’importe quelle forme, y compris maisons et terres, il n’y aurait pas eu de moyens d’aider les autres. Cette même question d’économiser pour être capable d’aider est adressée par l’apôtre Paul :
« Venons-en à la question de la collecte en faveur de ceux qui, en Judée, appartiennent à Dieu: j'ai déjà donné mes directives aux Eglises de la Galatie. Suivez-les, vous aussi.
Que tous les dimanches chacun de vous mette de côté, chez lui, une somme d'argent selon ce qu'il aura lui-même gagné, pour qu'on n'ait pas besoin d'organiser des collectes au moment de mon arrivée. » (1 Corinthiens 16:1-2)
Spécialement pour ceux qui n’ont pas beaucoup de revenus, économiser fournit de plus grandes opportunités de prêcher à ceux dans le besoin.
(6) La provision de Dieu pour SES gens ne requit pas une période nationale de prospérité économique. Israël a prospéré pendant les périodes les plus noires de l’Egypte. Israël a été approvisionné en abondance pendant que beaucoup de gens manquaient de tout. Il y a, et il y aura toujours, des prophètes de mauvaise augure qui nous avertissent de futurs désastres financiers. (Et, franchement, j’ai tendance à être d’accord avec eux. Je crois que des temps durs dans les finances peuvent être juste au tournant.) Mais ne paniquons pas à la simple pensée de cela. Si Dieu pouvait prendre soin de SES enfants pendant les temps de famine, IL peut aussi prendre soin de nous dans les temps de grands désastres. La capacité de Dieu de fournir pour les SIENS ne dépend pas de la santé de la Bourse. Nous devrions nous préparer à prêcher aux autres en mettant de l’argent de coté. Faisant attention d’éviter l’extrémité de tout garder en secret et l’autre de tout gaspiller.
« Celui qui fournit la semence au semeur et lui donne le pain dont il se nourrit vous donnera aussi, avec largesse, toute la semence nécessaire et fera croître les fruits de votre générosité.
Ainsi vous deviendrez riches de tous les biens et vous pourrez donner largement, ce qui suscitera, chez ceux auxquels nous distribuerons vos dons, de nombreuses prières de reconnaissance envers Dieu. » (2 Corinthiens 9:10-11)
Jacob se Prépare à Mourir (47:28-31)
Jacob qui semblait se mourir depuis des années, vécut plus longtemps qu’il n’avait espéré. Mais comme il approchait son heure, nous pouvons voir que sa prospérité en Egypte n’avait pas changé ses priorités :
« Jacob vécut dix-sept ans en Egypte. La durée totale de sa vie fut de 147 ans.
Quand le jour de sa mort fut proche, il appela son fils Joseph et lui dit:
---Si tu es d'accord de me faire une faveur, place, je te prie, ta main sous ma cuisse et promets-moi d'agir envers moi avec amour et fidélité en ne m'enterrant pas en Egypte.
Quand j'aurai rejoint mes ancêtres décédés, tu me transporteras hors d'Egypte pour m'ensevelir dans leur tombeau.
Joseph dit:
---J'agirai comme tu me l'as demandé.
Mais son père insista:
---Jure-le moi.
Et il le lui jura. Alors Israël se prosterna au chevet de sa couche. » (Genèse 47:28-31)
Il aurait été très facile pour la prospérité de réarranger les priorités de Jacob. Après avoir vécut dans un pays qui était irrigué et relativement épargné par la famine, qui voudrait retourner au pays de Canaan où Dieu devait fournir la pluie, conditionnelle de l’obéissance de SON peuple ?
« ---Le pays où tu vas pénétrer pour en prendre possession ne ressemble pas à l'Egypte d'où vous êtes sortis; là-bas, après avoir fait vos semailles, vous deviez irriguer vos champs en actionnant des norias avec vos pieds comme dans un jardin potager.
Par contre, le pays où vous vous rendez pour en prendre possession est un pays de montagnes et de vallées arrosé par la pluie du ciel.
C'est un pays dont l'Eternel ton Dieu prend lui-même soin et sur lequel il veille continuellement du début à la fin de l'année. » (Deutéronome 11:10-12)
Sachant que le jour de son départ était proche, Jacob décida de faire de sa mort un témoignage de sa foi et un stimulus de la foi et obéissance de ses descendants. Jacob poussa Joseph, son fils préféré, à prêter serment promettant qu’il n’enterrerait pas son père en Egypte, mais au pays de Canaan dans la grotte de Machpelah avec ses ancêtres. Cela servirait à rappeler à ses descendants que l’Egypte n’était pas leur maison, mais seulement un endroit où rester jusqu’à ce que Dieu les ramènerait « à la maison » au pays de Canaan, la terre promise.
Ayant été assuré de sa requête, Jacob se prosterna en révérence en s’appuyant sur son bâton.101 C’est cet incident, avec la bénédiction des fils de Joseph dans le chapitre 49, dont l’auteur du Livre d’Hébreux cite comme évidence de la foi de Jacob :
« Par la foi, Jacob a béni, peu avant sa mort, chacun des fils de Joseph et s'est prosterné pour adorer Dieu, en prenant appui sur l'extrémité de son bâton. » (Hebreux 11:21)
Peu étonnant, car c’est sûrement le point culminant de la vie spirituelle de Jacob. Pour la première fois, Jacob a arrêté de s’efforcer de faire des choses pour Dieu et L’a simplement vénéré et adoré. Je crois que la vénération est la chose la plus importante pour un saint, et une des raisons primordiales de Dieu pour sauver les hommes :
« Mais l'heure vient, et elle est déjà là, où les vrais adorateurs adoreront le Père par l'Esprit et en vérité; car le Père recherche des hommes qui l'adorent ainsi.
Dieu est Esprit et il faut que ceux qui l'adorent l'adorent par l'Esprit et en vérité. » (Jean 4:23-24)
Conclusion
Il reste deux observations. Premièrement, nous sommes obligés de protéger les droits des pauvres :
« Le juste reconnaît le droit des pauvres,
mais le méchant ne s'en préoccupe pas. » (Proverbes 29:7)
Bien que ni la liberté, ni la prospérité ne soient les droits des pauvres, la vie est le droit de tous. Récemment le mouvement « Pro-Vie » a attiré notre attention sur les droits du Non-né. Pendant que nous avons sérieusement besoin de considérer les droits des non-nés et le sujet de l’avortement, nous ne pouvons pas négliger le droit de vie de ceux qui sont nés et qui meurent de faim et de négligence. Les pieux ne peuvent pas négliger les besoins extrêmes de ceux qui meurent dans notre monde puisque nous avons plus qu’assez de moyens de préserver la vie.
Et s’il y a un droit de vie physique, ne devrions nous pas être plus concernés par le droit d’entendre la bonne nouvelle de l’offre de la vie spirituelle ? C’est ma conviction qu’un peu de la richesse matérielle qui est la nôtre est donnée dans le but de répandre l’Evangile de Jésus Christ à ceux qui ne l’ont pas encore entendu.
Deuxièmement, je dois vous rappeler, tout comme un membre de notre congrégation me l’a rappelé, que Joseph n’a pas demandé plus des Egyptiens que Dieu a exigés de ceux qui seront éternellement sauvés. Le salût physique avait beaucoup d’importance pour les Egyptiens, tellement qu’ils ont donné leur argent, leurs biens matériels, et même qu’ils se sont donnés eux-mêmes à Joseph. Ce sont les termes que Dieu avait mis sur la table pour que les hommes puissent avoir la vie éternelle : capitulation sans condition. Nous devons réaliser que notre condition est finale, que nous devrons faire face à la mort. Et nous devons placer notre future dans les mains de Jésus Christ, tout comme les Egyptiens faisaient confiance en Joseph. Nous devons capituler chaque élément d'autosuffisance, tout ce qui a de la valeur, et compter seulement sur Jésus Christ, qui est mort sur la croix du Calvaire pour notre salût. IL ne nous offre toutes les richesses des cieux que si nous LUI faisons totalement confiance. Que Dieu vous permette de LUI faire confiance pour votre salût!
« Puis, s'adressant à ses disciples, Jésus dit:
---Si quelqu'un veut marcher à ma suite, qu'il renonce à lui-même, qu'il se charge de sa croix et qu'il me suive.
Car celui qui est préoccupé de sauver sa vie la perdra; mais celui qui perdra sa vie à cause de moi, la retrouvera.
Si un homme parvient à posséder le monde entier, à quoi cela lui sert-il s'il perd sa vie? Et que peut-on donner pour racheter sa vie? » (Matthieu 16:24-26)
99 Harold G. Stigers, A Commentary on Genesis (Grand Rapids: Zondervan, 1976), p. 320.
100 Cf. Stigers, pp. 39, 291-292, 309-310, also Howard F. Vos, Genesis and Archaeology (Chicago: Moody Press, 1963), pp. 101-105 for further details on the Hyksos.
101 “The MT has bed (mitta), but the LXX (used in Heb. 11:21) interpreted the same Hebrew consonants to represent matteh, ‘staff.’ While both versions have ‘bed’ at 48:2, the present occasion tells of Jacob before his last illness (cf. 48:1), and ‘staff’ may well be the right meaning. It would be an appropriate object to mention, as the symbol of his pilgrimage (cf. his grateful words in 32:10), worthy of the prominence it receives in the New Testament passage.” Derek Kidner, Genesis: An Introduction and Commentary (Chicago: Inter-Varsity Press, 1967), p. 212.
48. La Vue Depuis le Cimetière (Genèse 48:1-22)
Introduction
Il y a quelques années, j’ai vu un film qui m’a fait une grosse impression. Si je me souviens bien, Malcolm Muggeridge était au cimetière où sa famille était enterrée, montrant du doigt les pierres tombales de ses ancêtres. Le film commença avec la declaration de Muggeridge disant qu’il allait bientôt rejoindre ses prédécesseurs de l’autre coté et que sa pierre tombale serait alors trouvée là au cimetière. Tout le film était axé sur la vie de Muggeridge et comment il l’a voyait, vu de ce cimetière, sachant que le temps de sa mort était proche.
La chose qui est restait dans ma mémoire à propos de Muggeridge était son évaluation des choses qui ont été vraiment importantes dans sa vie. Il dit que ces choses qu’il avait désirées le plus dans sa jeunesse, il les percevait maintenant d’être de valeur très minime quand il les regardait du cimetière. Les choses qu’il avait craint dans sa jeunesse, il les appréciait maintenant parce qu’elles avaient énormément enrichi sa vie. Une telle chose était la souffrance. Il y a longtemps, il avait cherché à l’éviter à tous prix mais était arrivé à l’accepter comme étant une bonne chose de la main de Dieu.
Après avoir étudier Genèse 48, je suis arrivé à apprécier la sagesse des paroles de Muggeridge encore plus à la lumière du témoignage de Jacob dans ces versets. Seulement 17 ans plus tôt, Jacob avait décrit sa vie en termes des plus négatifs :
« Le nombre de mes années de migrations est de cent trente. Les jours de ma vie ont été peu nombreux et mauvais… » (Genèse 47: 9)
C’était la perspective de Jacob vue du palais de Pharaon. Mais maintenant, se trouvant dans le cimetière proverbial de ses ancêtres et faisant face à sa mort imminente, le témoignage de Jacob en est un de foi profonde et de gratitude joyeuse pour la fidélité de Dieu et de SES soins à travers tous les jours de sa vie (48:15-16).
Comment expliquons-nous ce changement d’attitude de Jacob ? Sa perspective a radicalement changé, car maintenant, il regardait derrière sur sa vie, comme Muggeridge, de la concession funéraire familiale, regardant la vie du bout de chemin. Nous n’avons pas besoin d’être aux portes de la mort pour voir la vie comme Jacob la voyait ici. Ce que nous devons faire est réaliser les raisons pour ce changement de perspective et les appliquer à nos vies maintenant, plutôt que quand nous pensons être aux portes de la mort. Alors regardons très attentivement aux derniers évènements de la vie de Jacob enregistrés par Moïse dans Genèse 48.
L’Adoption de Manassé et d’Ephraïm (48:1-7)
Les derniers jours de séjour terrestre de Jacob se terminait. Sentant cela, Joseph fut appelé au chevet de son père quand Jacob prononça une bénédiction unique sur lui. La mort dont Jacob avait parlait si fréquemment et, à un certain moment, désirée allait bientôt arriver. Joseph amena avec lui ses deux fils, Manassé et Ephraïm, pour voir leur grand-père une dernière fois et lui dire au revoir. Rassemblant toutes ses forces, Jacob s’assit sur son lit pour dire des paroles d’importance vitale à Joseph. Pendant que les paroles de Jacob étaient évocatrices du passé, ce n’étaient pas du tout un bafouillage confus qu’on aurait pu attendre d’un homme âgé approchant sa fin. Au lieu de ça, Jacob dirigea l’attention de Joseph sur les deux évènements les plus importants de sa vie qui expliqueraient ce qu’il était sur le point de faire.
« Peu après cela, on vint prévenir Joseph que son père était malade. Il prit avec lui ses deux fils Manassé et Ephraïm.
On annonça à Jacob que son fils Joseph venait le voir. Israël rassembla ses forces et s'assit sur sa couche.
Jacob dit à Joseph:
---Le Dieu tout-puissant m'est apparu à Louz au pays de Canaan et il m'a béni[a].
Il m'a dit: «Je te donnerai beaucoup d'enfants et je rendrai nombreuse ta famille, je te ferai devenir une multitude de peuples et, après toi, je donnerai ce pays pour toujours en propriété à ta descendance.»
Et maintenant, j'adopte pour miens les deux fils qui te sont nés en Egypte, avant mon arrivée ici. Ephraïm et Manassé seront mes fils au même titre que Ruben et Siméon.
Quant aux enfants qui te naîtront après eux, ils seront à toi. C'est au nom de leurs frères aînés qu'ils recevront leur part d'héritage. » (Genèse 48:1-6)
Dieu est apparu deux fois à Jacob à Louz (Béthel, 28:10-17 ; 35:9-12), et les deux fois Dieu l’a bénit, lui promettant qu’il deviendrait une grande nation et qu’il prendrait possession du pays de Canaan. Bien qu’il ne fut enregistré nulle part que Dieu ait promis spécifiquement à Jacob que ce pays serait une « possession à perpétuité » (verset 4), cela le fut dit à Abram dans 17:7. Ce fut probablement passé de bouche à oreille par Isaac.
Les fils de Joseph, Manassé et Ephraïm,102 étaient nés en Egypte. Etant les fils de Joseph, leur avenir en Egypte aurait été très brillant. Ils auraient peut-être suivit le chemin de leur père, occupant des places d’autorité et d’influence dans l’administration de Pharaon. Mais leur plus grand espoir restait dans un pays qu’ils n’avaient pas encore vu, car ils étaient destinés à faire partis d’ « une multitude de peuples » (verset 4) que Dieu avait promis Jacob.
Ruben, à cause de son péché d’avoir couché avec Bilha, la concubine de Jacob (35:22), avait perdu son droit d’aînesse (49:4). Ce privilège fut transmit à Joseph, mais d’une manière inhabituelle. Sans aucun doute la façon normale aurait été de donner le droit d’aînesse au fils suivant, Siméon ou à celui après lui, Lévi, mais ces deux là étaient coupables des meurtres de tous les hommes de Sichem (34:25). Ce fut donc Joseph qui devait recevoir les droits du premier-né :
« Ruben était le premier-né d'Israël, mais parce qu'il avait eu des relations sexuelles avec l'une des femmes de son père, son droit d'aînesse fut donné aux fils de Joseph, fils d'Israël; ainsi Ruben ne fut pas recensé comme l'aîné.
Juda fut puissant parmi ses frères, et de lui est issu le prince d'Israël, mais le droit d'aînesse appartenait à Joseph. » (1 Chroniques 5:1-2)
Jacob accomplit son dessein en adoptant les deux fils de Joseph comme les siens, à égalité avec Ruben et Siméon (verset 5). Maintenant chacun recevrait une portion, mais en faisant cela, joseph recevrait une double portion:
« Quant à moi, je te donne une part de plus qu'à tes frères: Sichem, que j'ai conquise sur les Amorites avec mon épée et mon arc. » (Genèse 48:22)
L’effet, noté par l’auteur, était de donner le droit d’aînesse à Joseph. N’importe quel fils qui auraient pu être nés de Joseph (mais n’ont pas été) recevraient leur héritage comme s’ils étaient les fils de soit d’Ephraïm ou de Manassé (verset 6).
Les deux apparitions de Dieu à Jacob à Béthel (une fois avant qu’il ne parte de Canaan pour chercher une épouse à Harân (28:10-17) et encore une fois après qu’il soit revenu à Canaan de Paddân-Aram (35:9-15)) étaient encore plus importantes à la vue de l’accomplissement partiel des promesses de Dieu dans ces apparitions. Dieu avait promit à Jacob qu’IL serait avec lui pour le guider, le protéger et lui fournir ce dont il aurait besoin et qu’Il le ramènerait sain et sauf à Canaan. Cela, Dieu l’avait fait, en dépit des dangers que Jacob avait rencontré et des obstacles qui furent sur son chemin. Puisque les paroles de Dieu furent réalisées pour les promesses à court-termes, SES promesses à long-termes seraient aussi assurées.
Les choses les plus importantes pour Jacob dans son rapport à Joseph étaient la promesse du pays de Canaan et l’assurance que Jacob deviendrait une multitude de peuples (verset 4). Si Dieu avait assuré à Jacob qu’il deviendrait un grand peuple et nombreux, alors sûrement il était justifié d’adopter deux fils de plus qui contribueraient à cette prolifération des peuples.
Si la justification de Jacob pour l’adoption des fils de Joseph est trouvée dans la promesse que Dieu a faite à Béthel, la raison semble être dans le verset 7.
« Car lorsque je revenais de Paddân-Aram, Rachel est morte au pays de Canaan à peu de distance d'Ephrata. C'est là, sur le chemin d'Ephrata --- qui s'appelle Bethléhem --- que je l'ai enterrée. » (Genèse 48:7)
Joseph était le fils de Rachel, la femme préférée de Jacob. Sa préférence pour Joseph a contribué énormément à son rejet par ses frères et à son voyage en Egypte (37:4). Un facteur majeur dans sa préférence pour Joseph était le fait qu’il était le premier-né de Rachel, son épouse par choix. (Léa était sa femme « par chance », Bilha et Zilpa « par compétition. »)
Bien que Rachel ait été la plus jeune de ses femmes, elle mourut prématurément en route pour Ephrata (Bethléhem). En conclusion, si elle n’était pas morte si tôt dans sa vie, elle aurait eu beaucoup d’autres fils par Jacob. L’adoption d’Ephraïm et Manassé fournit Jacob avec deux fils de plus, techniquement « par Rachel. » La promesse de Dieu à Béthel associée à la préférence de Jacob pour Rachel fournit la toile de fond pour l’adoption d’Ephraïm et Manassé. En plus de ça doit être mentionné la fidélité de Joseph au Dieu de ses pères, bien qu’il ait été dans un pays étranger et dans des circonstances adverses. Il, comme le sauveur de son peuple, était certainement digne de la faveur que son père lui avait accordée.
La Bénédiction d’Ephraïm et de Manassé (48:8-22)
Les fils de Joseph n’avaient pas encore été remarqués par Jacob. L’adoption d’Ephraïm et de Manassé était surtout un privilège accordé à Joseph plutôt qu’un acte de partialité envers ses fils. Maintenant, qu’ils n’aient pas été remarqués ou qu’ils aient été amenés qu’après l’entrevue privée de Joseph avec son père, Jacob saute sur l’opportunité de bénir Joseph à travers ses deux fils :
« Israël regarda les fils de Joseph et demanda:
---Qui est-ce?
Joseph lui répondit:
---Ce sont les fils que Dieu m'a donnés dans ce pays.
---Fais-les approcher, je te prie, dit Jacob, pour que je les bénisse.
La vue d'Israël était affaiblie par l'âge de sorte qu'il n'y voyait plus. Il les fit donc approcher de lui et les embrassa.
Israël dit à Joseph:
---Je ne m'imaginais pas te revoir et voici que Dieu me fait voir même tes descendants.
Joseph reprit ses deux enfants d'entre les genoux de son père et se prosterna face contre terre.
Puis il les prit tous les deux, Ephraïm à sa droite --- donc à gauche d'Israël --- et Manassé à sa gauche --- donc à la droite de son père --- et les fit approcher de lui.
Mais Israël tendit la main droite et la posa sur la tête d'Ephraïm, qui était le plus jeune, et sa main gauche sur la tête de Manassé. Il croisa donc ses mains, bien que Manassé fût l'aîné. » (Genèse 48:8-14)
Tout comme son père Isaac souffrit d’une mauvaise vue dans ses dernières années (27:1), la vision de Jacob était faible. Bien sûr, il avait vu ces fils auparavant, mais ils avaient grandi et beaucoup changé, comme tous les enfants. Jacob pouvait les voir mais il était incapable de les identifier spécifiquement. Joseph les présenta à Jacob, qui a dû les attirer entre ses genoux pour les embrasser. Jacob, qui avait cru qu’il ne reverrait jamais plus le visage de son fils préféré, avait maintenant ses petits-fils devant lui. La bonté de Dieu pour lui n’est pas négligée dans cet évènement (verset 11).
Joseph, sachant que son père était prêt à les bénir (verset 9), éloigna les garçons, maintenant proche de vingt ans,103 de son père pour les placer correctement pour la bénédiction. Manassé, l’aîné, était à sa gauche (la droite de Jacob), et Ephraïm était à la droite de Joseph (la gauche de Jacob). C’était fait exprès pour que la main droite de Jacob repose sur Manassé, le plus âgé. Israël surprit Joseph en croisant ses mains et prononçant cette bénédiction :
« Il bénit Joseph et dit:
Que ces garçons soient bénis par le Dieu
devant qui ont vécu mes pères Abraham et Isaac,
le Dieu qui a pris soin de moi depuis que j'existe et jusqu'à ce jour,
l'ange qui m'a délivré de tout mal.
Qu'ils perpétuent mon nom et celui de mes pères Abraham et Isaac!
Qu'ils aient beaucoup d'enfants partout dans le pays. » (Genèse 48:15-16)
Nous ne devons pas oublier que la bénédiction de Jacob sur les deux fils de Joseph était principalement une bénédiction sur Joseph, comme Moïse nous le rappelle dans le verset 15. La bénédiction contient le témoignage de Jacob, un qui est totalement différent des mots parlés devant Pharaon :
« Le nombre de mes années de migrations est de cent trente. Les jours de ma vie ont été peu nombreux et mauvais et je n'atteindrai pas le nombre des années qu'ont duré les migrations de mes ancêtres. » (Genèse 47:9)
Premièrement, le Dieu de Jacob est le Dieu de ses pères, Abraham et Isaac, le Dieu Qui avait fait SON alliance avec eux et les protégea pendant toute leur vie. Deuxièmement, Jacob, le berger (30:27), reconnut que Dieu avait prit soin de lui comme son Berger. En effet, Jacob attesta, « L’Eternel est mon berger… » Troisièmement, le Dieu de Jacob était l’ « Ange » (32:23-33) Qui l’avait racheté de tout le mal.
Comment pouvait-il y avoir une telle différence entre ce témoignage à Joseph et celui fait à Pharaon ? Comment Jacob pouvait-il dire cela avec sincérité ? La vie de Jacob avait été une longue série de chagrins. Il avait contrarié son frère et trompé son père. Il dut quitter sa maison, pour ne jamais revenir revoir sa mère vivante. Il fut forcé de vivre avec un oncle qui était presque aussi trompeur que lui et de prendre quatre femmes plutôt que juste Rachel, celle qu’il aurait choisie. Ses femmes se battaient constamment pour lui, et ses enfants se détestaient. Sa fille fut violée ; son fils aîné coucha avec sa concubine, et Juda avait couché avec une prostituée. Il fut privé de sa femme et de son premier fils ; Et Benjamin, le seul descendant restant de Rachel, était en très grand danger. Finalement, une famine le força à quitter la terre promise. Sa vie avait été pleine de tristesse.
Quand Jacob attesta que l’Eternel était son berger tout au long de sa vie, il n’a pas renié ses souffrances. Mais il commença à les voir d’une façon différente. Tout comme Joseph reconnut que Dieu était avec lui dans ses souffrances, Jacob était assuré de la présence de Dieu dans tous ses chagrins. Pendant que notre Berger nous fait « reposer dans des prairies verdoyantes » (Psaume 23:2), IL est aussi avec nous quand nous « traversons la vallée où règnent les ténèbres de la mort » (Psaume 23:4). Jacob a finalement réalisé que chaque chose dans sa vie était une part de la volonté de Dieu pour lui et que Dieu le dirigeait et le formait à travers l’adversité.
Et Dieu, l’Ange (Qui je pense était le Christ pré-incarné), l’avait racheté de tout le mal. Jacob n’a jamais déclaré que l’Ange l’avait protégé de tous les problèmes, car ce n’était pas le cas. Problèmes et maux sont des termes synonymes, comme Jacob l’a finalement compris. Aucun saint n’a été promis l’absence de problèmes. Cependant, le mal est de ne pas faire face à des circonstances douloureuses, mais de ne pas accomplir les buts de Dieu. Dieu utilisa les épreuves et les afflictions pour amener Jacob en Egypte et pour amener le salût dont Joseph fut envoyé en avance pour fournir. Tous les problèmes de Jacob étaient « envoyés par Dieu » pour accomplir les desseins de Dieu, même quand Jacob ne les reconnaissait pas et avait tendance à résister.
Le Chrétien immature prie que Dieu empêchera la douleur et la souffrance, voyant ces choses comme mauvaises. La marque d’un Chrétien mature est qu’il peut regarder derrière sur sa vie et voir que Dieu peut prendre les douleurs et les pressions de la vie et les faire marcher ensemble pour le bien dans sa vie et ultimement amène quelqu’un près de LUI par ça. L’immature évite la douleur. Bien que le mature ne la recherche pas, il arrive à la savourer à la lumière du fait que Dieu l’utilise magnifiquement pour nous amener dans l’intimité avec LUI. Quand connaître Dieu est le cadeau suprême, la souffrance n’est pas un prix trop cher à payer pour l’obtenir :
« C'est ainsi que je pourrai connaître le Christ, c'est-à-dire expérimenter la puissance de sa résurrection et avoir part à ses souffrances, en devenant semblable à lui jusque dans sa mort » (Philippiens 3:10)
Ce Dieu, ce Berger, cet Ange, bénira les fils de Joseph d’une manière spéciale. Par eux, le nom de Jacob (Israël) vivra éternellement. Le travail que Dieu avait commencé en Abraham et Isaac et a fidèlement continué en Jacob, IL le continuera en ces hommes. Ils grandiront en une grande multitude, réalisant la promesse de Dieu.
Quand Joseph vit son père croisant ses mains et donnant la prééminence à Ephraïm, il assuma que c’était une erreur et essaya de la corriger, mais il apprit de son père que cette action était intentionnelle.
« Joseph remarqua que son père avait posé sa main droite sur la tête d'Ephraïm. Cela lui déplut et il prit la main de son père pour la faire passer de la tête d'Ephraïm sur celle de Manassé.
Il dit à son père:
---Il ne faut pas faire ainsi, mon père, car c'est celui-là l'aîné; mets donc ta main droite sur sa tête.
Mais son père refusa et dit:
---Je sais, mon fils, je sais. Celui-là aussi deviendra un peuple! Lui aussi sera grand. Mais son frère cadet sera plus grand que lui et sa descendance formera des nations entières.
Ce jour-là, il les bénit tous deux et dit:
---Le peuple d'Israël vous nommera dans ses bénédictions en disant: «Que Dieu te rende semblable à Ephraïm et à Manassé!»
Ainsi il plaça Ephraïm avant Manassé. » (Genèse 48:17-20)
Jacob, après tout, était un vieil homme. Il avait tendance à s’étendre sur le passé dans sa conversation. Ses yeux ne pouvaient plus reconnaître l’identité des ses petits-fils. Certainement, Joseph raisonnait, c’était un accident que Jacob croisa ses mains comme pour donner prééminence au fils cadet. Peut-être pensait-il que Manassé était à sa gauche et c’est pour ça qu’il avait croisé ses mains, pour que sa main droite soit placée sur lui. Avec un peu d’impatience, Joseph a pu essayer de corriger son père. Ce n’était pas par ignorance ou par erreur que Jacob avait agi. Il avait l’intention d’établir le cadet au-dessus de l’aîné.
Le Livre de Genèse est rempli de cas dans lesquels le cadet fut choisi aux dépends de l’aîné. Seth fut préféré à Caïn ; Sem à Japhet ; Isaac à Ismaël ; Jacob à Esaü ; et maintenant, Ephraïm à Manassé. Bien sûr, ce ne devait pas toujours être comme ça. Jacob avait préféré choisir Rachel à Léa, mais Laban n’était pas prêt à laisser ça arriver. Dans la providence de Dieu, IL ne l’était pas non plus, car Léa devint la première épouse de Jacob, la mère de Juda, la tête de la lignée messianique, et Lévi, la tête de la lignée sacerdotale. Léa, pas Rachel, reçut l’honneur d’être enterrée avec Jacob dans la grotte de Machpelah (49:31).
Jacob a eu tort en choisissant Rachel à Léa parce qu’il prit sa décision uniquement sur la base de son apparence physique, pas son caractère. Ses actions aussi dans ce choix n’étaient pas illustratives du principe de l’élection divine parce qu’il y avait un motif égoïste dans le choix de Rachel au lieu de Léa. L’élection de Dieu était sans tenir compte du résultat pour que SON choix puisse être libre :
« Et ce n'est pas tout: Rébecca eut des jumeaux nés d'un seul et même père, de notre ancêtre Isaac.
Or, Dieu a un plan qui s'accomplit selon son libre choix et qui dépend, non des actions des hommes, mais uniquement de la volonté de celui qui appelle. Et pour que ce plan demeure, c'est avant même la naissance de ces enfants, et par conséquent avant qu'ils n'aient fait ni bien ni mal, que Dieu dit à Rébecca: L'aîné sera assujetti au cadet. » (Romains 9:10-12)
Dans le choix d’Ephraïm sur Manassé, le principe d’élection est clairement illustré, car le choix de Jacob ne fut pas basé sur des motifs égoïstes. Alors, pourquoi Jacob préféra-t-il Ephraïm à Manassé ? Personnellement, je crois que ce fut le moyen de Jacob de démontrer sa compréhension et sa soumission tardive à la doctrine de la sélection divine. Jacob semblait croire que « Dieu aide les gens qui s’aident eux-mêmes », et il s’était aidé depuis un très jeune âge. Il croyait que la bénédiction de Dieu était basée sur son aptitude à être plus malin et à manipuler les autres, tels que son frère et Laban. Il a dû croire que Dieu l’avait préféré à Esaü parce qu’il pouvait faire plus pour Dieu que son frère. Maintenant, Jacob a enfin réalisé que (comme Paul écrit dans Romains 9) Dieu l’avait choisi au lieu d’Esaü simplement parce qu’IL avait décidé de travailler par lui, pas par Esaü. Il n’y avait aucune raison terrestre pour laquelle Éphraïm devrait être placé au-dessus de Manassé, mais c’était pourquoi les actions de Jacob étaient très importantes. Bien que la société puisse arranger, pour des raisons pratiques, à transférer des privilèges selon l’ordre de naissance, Dieu n’est pas obligé de suivre cette règle. Dieu n’est pas obligé d’agir « traditionnellement » ou selon nos espérances. C’est la prérogative d’un Dieu Qui est souverain. Jacob, a finalement réussi à voir cela et a symboliquement donné un témoignage de sa compréhension du principe de la sélection divine.
Ayant donné priorité à Ephraïm, le cadet, Jacob maintenant se tourne vers Joseph pour lui donner encore une autre bénédiction avant que les autres fils soient appelés à ses cotés :
« Puis Israël dit à Joseph:
---Je vais bientôt mourir. Dieu sera avec vous et vous fera retourner au pays de vos ancêtres.
Quant à moi, je te donne une part de plus qu'à tes frères: Sichem, que j'ai conquise sur les Amorites avec mon épée et mon arc. » (Genèse 48:21-22)
La mort de Jacob est imminente, et il ne vivra pas pour voir le retour à Canaan. Peut-être, il suggère, Joseph le pourra-t-il (verset 20). Nous savons que ni Joseph ni Jacob ne retourneront au pays de la terre promise avant que la mort ne les rattrape. Seulement dans l’état ressuscité feront-ils l’expérience des promesses de Dieu. Comme bénédiction spéciale, Joseph reçoit une portion particulière du pays, que « j'ai conquise sur les Amorites avec mon épée et mon arc » (verset 22). Mais quelle est cette région du pays ?
Le terme « portion » est littéralement « Sichem ». Est-ce que Jacob donne Sichem à Joseph ? Les os de Joseph furent amenés d’Egypte et enterrés à Sichem :
« On ensevelit aussi à Sichem les ossements de Joseph que les Israélites avaient ramenés d'Egypte. On les inhuma dans le terrain que Jacob avait acheté pour cent pièces d'argent aux descendants de Hamor, le père de Sichem, et qui faisait partie du patrimoine des descendants de Joseph. » (Josué 24:32)
Mais ici, bien que Joseph soit enterré à Sichem, on fait allusion à ce terrain « que Jacob avait acheté », pas le terrain pour lequel il aurait combattu. Certains commentateurs concluent que Jacob n’aurait jamais pu déclarer avoir pris cette terre par la force quand il avait condamné ses fils pour leurs actions d’avoir tué tous les hommes de la ville :
« Jacob dit à Siméon et à Lévi:
---Vous me causez des ennuis car vous m'avez rendu odieux aux Cananéens et aux Phéréziens qui habitent le pays. Je ne dispose que d'un petit nombre d'hommes; s'ils se liguent contre moi, ils me battront et extermineront toute ma famille avec moi. » (Genèse 34:30)
« Siméon et Lévi sont frères,
ils se sont mis d'accord pour semer la violence.
Non, je ne veux pas m'associer à leur complot!
Je mets un point d'honneur à ne pas approuver leurs délibérations!
Car mûs par leur colère, ils ont tué des hommes;
poussés par leur caprice, ils ont mutilé des taureaux[b].
Que leur colère soit maudite, car elle est violente.
Maudit soit leur emportement, car il est implacable!
Moi je les éparpillerai au milieu de Jacob,
je les disperserai en Israël. » (Genèse 49:5-9)
Il doit être dit que Siméon et Lévi avaient eu tort dans ce qu’ils avaient fait. Ils ont cherché la vengeance, pas la justice ; ils étaient plus motivés par la fierté que par la pureté. Ils ont agi trompeusement, donnant l’impression qu’ils accepteraient l’offre de Sichem et de son père ; mais ils ont utilisé la circoncision comme une ruse pour profiter des hommes de la ville. Jacob a aussi eu tort. Il a eu tort de déménager à Sichem en premier et d’avoir des relations avec les Cananéens et de se compromettre avec eux. Il semble avoir eu tort de ne pas avoir décider fermement de traiter avec le péché qui avait été commis.
Maintenant Jacob peut regarder en arrière sur cet incident comme étant prophétique de la possession future de Canaan par Israël. Ce pays ne sera pas acheté, mais il sera pris par force. Les Cananéens devront être chassés et annihilés à cause de leur grande perversité et immoralité :
« Quant aux villes de ces peuples que l'Eternel votre Dieu vous donne en possession, vous n'y laisserez pas subsister âme qui vive.
Vous exterminerez totalement pour les *vouer à l'Eternel les Hittites, les Amoréens, les Cananéens, les Phéréziens, les Héviens et les Yebousiens, comme l'Eternel votre Dieu vous l'a ordonné,
afin qu'ils ne vous apprennent pas à imiter les pratiques abominables auxquelles ils se livrent en l'honneur de leurs dieux, et par lesquelles vous pécheriez contre l'Eternel votre Dieu. » (Deutéronome 20:16-18)
Une bonne chose est arrivée à Sichem, mais pour de mauvaises raisons. Jacob peut donc maintenant regarder sur l’incident d’un angle totalement différent, car la pureté lui était maintenant devenue plus importante qu’une paix qui fut obtenue à un prix injuste. La prochaine fois que la nation viendra à Sichem, la ville sera prise par force, et le pillage sera le même genre que le premier.
Conclusion
La vie pour Jacob semble considérablement différente vue de la perspective du cimetière. Maintenant, ayant été capable de reconnaitre la main de Dieu dans sa vie, il réalisa que la vie ne fut pas une longue série de chagrins, mais une chaine d’évènements dans le plan souverain de Dieu pour accomplir SES desseins.
Souffrances et chagrins ont été reconnus comme avoir été des amis pas des ennemis, comme Jacob avait conclu une fois. Auparavant, Jacob recherchait la paix et la prospérité, les buts les plus importants dans sa vie. Avec de tels buts, l’agrément est préférable à l’adversité. Jacob préféra ne rien faire quand sa fille fut violée plutôt que de courir le risque de perdre son confort et sa sécurité. La sainteté n’était pas aussi précieuse à Jacob que le bonheur. Les hommes ne seront jamais notés pour leur caractère quand le plaisir est une priorité plus importante que la pureté.
Mais maintenant, du cimetière, Jacob est arrivé à réaliser que ce fut ses souffrances et ses épreuves qui furent les instruments de Dieu pour le rapprocher du point de soumission à la volonté de Dieu, de l’Egypte, de vénérer, et de l’intimité spirituelle.
Jacob est aussi arrivé à apprécier la doctrine de l’élection. Il discerna finalement que Dieu ne l’avait pas choisi à cause de ce qu’il accomplirait pour LUI. Dieu ne l’a pas sélectionné parce qu’il avait plus de possibilités qu’Esaü. Les accomplissements de Jacob ont tous été pour rien. Il n’a jamais profité des fruits de ses manipulations pour obtenir le droit d’aînesse d’Esaü ou la bénédiction d’Isaac. Il n’a jamais été le propriétaire des troupeaux de son père (pour autant que je sache). Sa prospérité vint de son séjour à Paddân-Aram, pas du pelage des troncs des arbres, mais de la promesse de Dieu (31:11-13). Seulement quand Jacob fut impuissant et forcé de quitter la terre promise s’est-il complètement jeté à la merci de Dieu et ne s’est pas reposé sur ses magouilles. La doctrine d’élection, maintenant comprise, amena Jacob à l’humilité et à la vénération.
J’aimerai suggérer que nos vies seraient beaucoup plus heureuses si nous arrivions aux conclusions que Jacob a réalisées, mais plus tôt que lui. Si nous pouvions, comme Joseph, voir la main de Dieu dans nos souffrances, nous pourrions nous réjouir pendant nos épreuves, sachant que Dieu est au travail, nous rendant plus matures et nous apprenant à endurer (Jacques 1:2-4). Et si nous pouvions voir que Dieu ne nous a pas choisi à cause de nos possibilités mais pour démontrer SON pouvoir, nous ne nous engagerions pas dans les efforts futiles de Jacob :
« Car ce n'est pas pour baptiser que le Christ m'a envoyé, c'est pour proclamer la Bonne Nouvelle. Et cela, sans recourir aux arguments de la sagesse humaine, afin de ne pas vider de son sens la mort du Christ sur la croix.
Considérez donc votre situation, frères: qui êtes-vous, vous que Dieu a appelés à lui? On ne trouve parmi vous que peu de sages selon les critères humains, peu de personnalités influentes, peu de membres de la haute société!
Non! Dieu a choisi ce que le monde considère comme une folie pour confondre les «sages», et il a choisi ce qui est faible pour couvrir de honte les puissants.
Dieu a porté son choix sur ce qui n'a aucune noblesse et que le monde méprise, sur ce qui est considéré comme insignifiant, pour réduire à néant ce que le monde estime important.
Ainsi, aucune créature ne pourra se vanter devant Dieu. » (1 Corinthiens 1:17,26-29)
N’est-il pas intéressant que Dieu ait choisi Jacob pour être Israël, le patriarche ? Joseph, qui de loin est le plus pieux du groupe, est délaissé, en ça qu’aucune tribu n’est nommée après lui. Il n’est pas l’ancêtre du Messie, mais Juda, qui a échoué avec ses fils et qui a voulu avoir une relation illicite avec une prostituée cananéenne, l’est. Joseph ne fut pas non plus celui par qui donnerait son nom à la lignée sacerdotale, mais Lévi, le frère qui avait trompé les hommes de Sichem et les avait tués. Ça, mes amis, est l’élection. Et c’est exactement pourquoi nous devrions être encouragés. Car Dieu peut choisir une personne aussi invraisemblable et non prometteuse que vous et moi et faire des choses magnifiques par nous.
Que votre vue de la vie soit comme celle de Jacob dans ses derniers moments, la vue depuis la tombe !
« Apprends-nous donc à bien compter nos jours,
afin que notre cœur acquière la sagesse! » (Psaume 90:12)
« Mais ce trésor, nous le portons dans les vases faits d'argile que nous sommes, pour que ce soit la puissance extraordinaire de Dieu qui se manifeste, et non notre propre capacité.
Ainsi, nous sommes accablés par toutes sortes de détresses et cependant jamais écrasés. Nous sommes désemparés, mais non désespérés,
persécutés, mais non abandonnés, terrassés, mais non pas anéantis.
Oui, nous portons toujours et en tout lieu, dans notre corps, la mort de Jésus, afin que la vie de Jésus soit, elle aussi, rendue manifeste par notre corps.
Car sans cesse, nous qui vivons, nous sommes exposés à la mort à cause de Jésus, afin que la vie de Jésus soit aussi rendue manifeste par notre corps mortel. » (2 Corinthiens 4:7-11)
102 In verse 5 Jacob referred to Joseph’s sons in reverse order: Ephraim and Manasseh. This foreshadows the reversal of tradition in giving the birthright to Ephraim, the younger, which will follow later. Already it is in Jacob’s mind to do so.
103 Manasseh and Ephraim were born in the seven years of plenty, before the first year of the famine (41:50). Jacob went down to Egypt somewhere around the end of the second year of the famine (45:6) and lived 17 years after he arrived (47:28). Since Jacob is near death, the sons of Joseph must be about 20 years old. They are certainly not toddlers.